domingo, 14 de mayo de 2017

HISTORIA GEO-POLITICA DE CANANEA Y SUS GOBERNANTES HASTA 1911.
Gustavo A. Moreno Martínez moremar@prodigy.net.mx

Introducción

La historia geo-política documentada de Cananea, Sonora inicia a mediados del Siglo XIX aunque la información sobre el territorio y su población es muy escasa durante este siglo, prácticamente no existe durante la época colonial y de la época precolombina sabemos menos, solo que era una zona habitada por Pimas de lo que se conoció como Pimería Alta y que tenían un gobierno local y otro regional, esto se sabe por documentos dejados por los colonizadores españoles.

En este documento, con la información recopilada, trataremos de documentar los tipos de gobiernos que ha tenido el territorio y los nombres de algunos de los gobernantes locales, regionales, estatales y provinciales que tuvieron influencia en el ahora territorio municipal desde que se le conoce como Cananea.

Autoridades indígenas de Cananea y la región

A diferencia de Mesoamérica en el centro de México, en el área de Sonora no había centralización social o económica debido al colapso de los centros de población en el siglo XV. Las cinco culturas del pasado se habían dividido en varias etnias fracturadas. No había un imperio u otro sistema que cooperara con los españoles con propósitos de dominio. Además, hubo resistencia yaqui a la intromisión de los españoles en sus tierras, lo que los mantuvo fuera del área hasta el siglo XVII. A pesar de que hubo exploración del área con las expediciones del siglo XVI, no fue posible un asentamiento español permanente hasta el establecimiento del sistema de misiones, ya que los misioneros jesuitas comenzaron a trabajar en el área de Sonora más o menos hasta 1610 en las áreas bajas, cerca de la costa.

El territorio de Sonora, a la llegada de los primeros colonizadores españoles, estaba ocupado por varias etnias emparentadas que pertenecían a la familia de la lengua Yuto-Nahuatl o Yuto-Azteca, con excepción de los Seris, que pertenecen a la familia Yumano-Cochimí al igual que los Yumas que habitaron la desembocadura del río Colorado. Las etnias que habitaban la provincia de Sonora eran: Yaqui, Mayo, Guarijío, Seri, Kikapú, Cucapá, Pima Bajo y Alto, y Ópatas.

Aunque seguramente el poblado de lo que hoy conocemos como Cananea (el vocablo Cananea es de origen italiano), tuvo otro nombre en la lengua autóctona de los Pimas Altos que habitaron la zona antes de que los conquistadores españoles pisaran estas septentrionales tierras de la Nueva España, sin embargo, no tenemos constancia de cuál fue la denominación de esta comunidad. Lo que sí es seguro, es que esta comunidad de Pimas que habitaron el oriente de la Alta Pimería, lo que ahora incluye la cuenca del río San Pedro y parcialmente la del río Santa Cruz, rama de los Pimas que Eusebio Francisco Kino denominaba Sobaiporis o Sobaipuris, tenían una estructura de gobierno que incluía un Gobernador Regional o Cacique y un Gobernador local o Gobernadorcillo, como lo llamaban los españoles. No se conoce desde cuando se estableció esta estructura de gobierno, pero para 1685 el Gobernador regional de los Sobaiporis era quien en su lengua se llamaba ÔÔ Caqui y los españoles le pusieron por sobrenombre El Canito, posteriormente bautizado en prisión con el nombre de José Romo (en honor a su protector), cacique que en 1686 fue apresado y enjuiciado por espía y traición en contra de la Real Corona, cuyo veredicto final, después de un año de juicio, fue el destierro de Sonora y dos años de cárcel en el Presidio de Cuencamé o en el de San Pedro de El Gallo, ambos ubicados en lo que ahora es el estado de Durango.
Fragmento de la declaración en Bacanuchi de fecha 14/09/1686 del indio ÔÔ Caqui Gobernador y Capitán General de los Pimas en su juicio por espía y traición a la Real Corona. (Imagen: Archivo Histórico de Parral).

TRANSCRIPCION

“Habiéndole preguntado quien es y cómo se llama, dijo: que se llama en su lengua ÔÔ Caqui y por otro nombre Canito y que ha sido Gobernador y Capitán General de los de la nación Pima, gentiles como así mismo lo es.”

No se ha podido encontrar el dato de quien y en qué fecha le impuso el nombre de Cananea a esta ranchería Pima, pero debe haber sucedido entre 1650 y 1680, después de la fundación de Bacoachi en 1649 y de Bacanuchi poco después. El dato más antiguo del nombre de Cananea que hemos podido encontrar data de 1680 cuando José Romo de Vivar, quien fue varias veces Teniente de Alcalde Mayor, en 1680 tuvo bajo su jurisdicción las rancherías de Cananea, Cocóspera, Huachuca y otras de la Pimería Alta, y aunque no aparece directamente el nombre de Cananea, es probable que desde 1675 Romo de Vivar haya tenido a esta ranchería bajo su jurisdicción como Teniente de Alcalde Mayor con sede en Bacanuchi.

Mientras en el periodo 1685-1686 el Gobernador Regional o Cacique de los Sobaiporis era ÔÔ Caqui, en Cananea el Gobernador Local o Gobernadorcillo era Pio Pío, según podemos ver en los documentos del juicio en contra de ÔÔ Caqui, donde el Gobernador de la Cananea, con fecha 9 de septiembre de 1686, declara en contra del Cacique de los Sobaiporis.


Fragmento de la declaración en Bacanuchi de fecha 09/09/1686 del indio Pío Pío Gobernador Pima de la Cananea en el juicio contra ÔÔ Caqui por espía y traición a la Real Corona. (Imagen: Archivo Histórico de Parral).


TRANSCRIPCION

“En el Balle de Vacanuchi en nueve días del mes de septiembre de mil y seiscientos ochenta y seis años, Yo el dicho Teniente de Alcalde Mayor y Capitán a Guerra, en cumplimiento del auto y Cabeza de Proceso de esta dicha parte, hice comparecer ante mí al Gobernador de la Cananea, gentil de Nación Pima, llamado en su lengua Pío Pío, para efecto de examinarlo y habiéndole dado a entender por medio de dicho interprete, la solemnidad del juramento, dijo: que aunque no es Cristiano, como vasallo del Rey Nuestro Señor, dirá la verdad en todo lo que le preguntaren y haciéndolo al tenor de dicha Cabeza de Proceso, por medio de dicho……………….”

Posteriormente, al menos en 1698, se reconoce otro Gobernador o Cacique Regional de los Sobaiporis llamado Coro, quien habría luchado liderando a los Sabaiporis en marzo de ese año contra 600 apaches, janos y jócomes sublevados que los invadieron desde el oriente bajo el mando del cacique Capotcari, quienes fueron vencidos y huyeron en desbandada, muriendo cerca de 180 invasores y quedando heridos otros 40.

En este fragmento del plano elaborado por Eusebio Francisco Kino entre 1696 y 1697, donde aparece Cananea, se puede observar el área aproximada de influencia del Gobernador de los Pimas Sobaiporis. La zona incluía por el norte desde la zona de Huachuca (hoy Arizona) en el norte, Bacoachi y Bacanuchi en el sur, sierras de San José y Los Ajos en el oriente; Cocóspera y Guebavi (hoy Arizona) por el poniente.

Zona de influencia del Cacique ÔÔ Caqui, plano de Kino 1696-1697 (Plano: B. D. M.).

En la medida que la población de los Pimas fue mermando por las epidemias de enfermedades que trajeron los españoles y las matanzas que hacían, como la realizada por Nicolás de la Higuera en 1688, cuando mató a todos los hombres adultos en Motuticachi o Mototicachi; las formas indígenas de autoridad fueron desapareciendo y en algunos casos, ya a mediados del Siglo XVIII, los españoles nombraban a un indígena para que gobernara, como el caso de Luis Oacpicagigua quien al parecer había iniciado su carrera pública en Sáric, de donde era nativo, por lo que también era conocido como Luis de Sáric. Allí ocupó el cargo de alcalde, ejerciéndolo satisfactoriamente, siendo promovido después al de gobernador del lugar. Pero no únicamente era leal a los españoles, sino que también con los indios se portaba muy bien y era buen lider. En 1750 el Gobernador de Sonora y Sinaloa, Diego Ortiz de Parrilla, lo nombra Capitán General de la Pimería Alta, que incluía la zona de Cananea, por haber liderado las campañas contra los Apaches y Seris rebelados, con lo que Luis incrementó su poder. Sin embargo, al mismo tiempo llegó a Sáric el misionero Juan Nentvig, quien por envidia empezó a mermar el poder que tenía el líder indígena. Al ver la cantidad de tierras que había acaparado éste y el apoyo que recibía del gobernador, les decía a los Pimas que:

"... era injusto que uno solo se hubiese tomado tanto y que por falta de tierras quedasen muchos otros del mismo pueblo sin poder sembrar..."

Con estas acciones, los misioneros buscaban poner a Luis como un traidor a los Pimas y lo privaron de los recursos con los que sostenía su status, su prestigio y su poder, querían cortar sus expectativas de seguir elevándose social, política y económicamente por encima del resto de los Pimas y le dejaron un margen muy estrecho como para que pudiera recuperar su antigua posición de poder.

Pero, los indios Pimas veían que en realidad eran ellos mismos quienes sostenían la presencia y dominio español en la frontera. El Gobernador Ortiz de Parrilla, quien apreciaba a Luis, diría alguna vez que los soldados presidiales no servían de nada, que sólo Luis y sus Pimas eran soldados, y el mismo Luis se encargó de promover esta idea entre los indios. Era un buen orador y lo arengaba con frases como estas:

"...él y los suyos servían a los padres y que éstos sólo les daban azotes y no les hacían caso..."

"...que ya sabían más que antes, que los españoles los buscaban por las campañas, y que ellos habían hecho la del Tiburón"

"...que las armas españolas no servían sin el apoyo del arco y la flecha, y que si los españoles no podían con cuatro Seris, cómo podrían con los Pimas Altos, que eran muchos..."

De esta manera, poco a poco y subrepticiamente Luis preparaba una rebelión, que sería acelerada por el comportamiento de los jesuitas contra ellos, como lo que sucedió el 29 de septiembre cuando se realizaba la fiesta anual en Guevavi en honor a San Miguel el patrono de la misión, donde hubo un incidente que empañó las festividades: Pedro Chihuahua, quien se consideraba brazo derecho de Luis, llegó también ostentando su bastón de Sargento Mayor de la Pimería Alta, nombramiento que acababa de recibir del Gobernador Ortíz de Parrilla, quien no consultó a los misioneros para hacer este nombramiento. Entonces, el padre José Garrucho encargado de la misión de Guevavi, le arrebató el bastón y lo corrió de las festividades, advirtiéndole que si regresaba de nuevo le darían cien azotes.

El 20 de noviembre de 1751 estallaba el levantamiento general en la Pimería Alta encabezados por Luis, que desde el inicio del levantamiento abandonó su nombre cristiano y se hizo llamar Bacquiopa, cuyo significado en Pima es: “El enemigo de las casas de adobe”, y con la participación de los Pápagos del río Gila liderados por el cacique Savanino, los misioneros de Caborca, Tubutama, Sonoita, Oquitoa y Saric fueron sacrificados junto con los españoles, igualmente fueron destruidos todos los asentamientos situados entre esa misión y la de San Javier del Bac, al sur del actual Tucson.

Con estas noticias, toda la población española de la Pimería escapó del terror y las misiones fueron abandonadas. El Gobernador Ortíz Parrilla acudió adoptando una actitud conciliatoria y empezó negociaciones con Luis para terminar el levantamiento. Lo llamó a una conferencia y en ella, como diría después Gregorio Romero:

"... el gobernador lo recibió con la mayor ostentación y cariño, abrazándolo y sentándolo consigo a almorzar, además de vestirlo con zapato moruno, media encarnada y otra ropa..."

Luis pidió la remoción del Padre Keller de Suamca (Santa Cruz), además de Sedelmayr de Tubutama y Garrucho de Guevavi, a lo que accedió el gobernador (Keller regresaría a Suamca poco después), mientras que Luis fue restituido en sus puestos de gobernador de Sáric y capitán general de la Pimería Alta, concluyendo de esta manera la rebelión.

Entre otras repercusiones prácticas que tuvo el levantamiento estarían el establecimiento de los Presidios de Tubac (1752), Altar (1775) y Santa Cruz de Terrenate (1775), este último en la zona de los Pimas Sobaipuris, cerca de lo que ahora es Fairbanks, Arizona. Luis Oacpicagigua o Luis de Sáric o Bacquiopa, como se autonombró durante la rebelión, fue probablemente una de las últimas autoridades indígenas regionales que tuvieron influencia en lo que ahora es el territorio del municipio de Cananea.

Plano de la Pimería Alta de N.N. Anbile, 1757, área de influencia de Luis Oacpicagigua (Plano: B. D. M.).

Gobiernos Coloniales

Sonora a partir de que inicia la colonización en el noroeste de México, perteneció al Reino de Nueva Vizcaya que fue el primer reino del norte de México en ser explorado y colonizado por los españoles. Funcionó como el centro de la frontera norte durante unos 250 años y en los primeros años de la conquista el nombre se refería a la zona ubicada al norte de Zacatecas. Después el reino incluyó a la mayoría de los estados mexicanos modernos de Chihuahua y Durango, y en diferentes épocas, partes de Sinaloa, Sonora y Coahuila. El área fue explorada inicialmente por Nuño de Guzmán en 1531, José de Angulo en 1533 y Ginés Vázquez de Mercado en 1552. Francisco de Ibarra exploró la región en 1554, y las actividades mineras y misioneras comenzaron poco después. En 1562 Ibarra fue nombrado para colonizar la región, considerada entonces la parte más septentrional de la provincia de Nueva Galicia. Ibarra comenzó a establecer asentamientos y organizó la región como Nueva Vizcaya, llamada así por su provincia natal en España, mientras que la capital de la provincia, Durango, fue nombrada por ser el lugar de nacimiento del propio Ibarra en España. En 1640 se establece la sede del gobierno de la Nueva Vizcaya en Parral donde permanece hasta 1731, lo que fue clave para la conquista de Sonora. Las expediciones exploratorias y los esfuerzos misioneros lanzados desde Nueva Vizcaya se establecieron en Nuevo México, fundaron Parras y Saltillo y ayudaron a desarrollar Sonora y Sinaloa. El Reino de Nueva Vizcaya estaba gobernada por un Gobernador, siendo Francisco de Ibarra el primer español en ser nombrado autoridad de esta extensa provincia, quien en 1564 con 100 soldados españoles e indios auxiliares, cruzó la sierra de Topia y descendió a la provincia de Culiacán. De la villa de San Miguel partió hacia el norte sin que los indios cahitas (yaquis y mayos) opusieran resistencia y llegó al sitio donde estuvo la villa de San Jerónimo de los Corazones (se supone que estaba cerca de Ures), desde donde retorna a Culiacán.

Francisco de Ibarra (1539-1575) primer gobernador de la Nueva Vizcaya (Imagen: vascongados).

Distribución de los reinos y gobiernos de la Nueva España (Plano: N. G.).

El Reino de Nueva Vizcaya estaba dividido en provincias o intendencias gobernadas por una autoridad denominada Alcalde Mayor quienes eran jueces de Primera Instancia, pero además de las atribuciones de su cargo, ejercían también funciones administrativas y económicas. En el territorio que hoy forman los estados de Sonora y Sinaloa funcionaron tres alcaldes mayores en las denominadas provincias de Sonora, Ostimuri y Sinaloa. Los nombraba el gobernador y capitán general de la Nueva Vizcaya y se expresaba siempre en los despachos respectivos:

“……lo nombro y elijo por Alcalde Mayor de la Provincia de ˗˗˗˗˗˗˗˗˗˗˗˗˗˗˗˗.por el término de un año, en más o en menos, según sea la voluntad del Rey y la mía”.

Sin embargo, con mucha frecuencia duraban varios años, ya fuera porque merecieran la confianza del gobernador, porque no se encontrara con oportunidad persona idónea que quisiera ejercer el cargo de alcalde mayor o porque no se tuvieran noticias de personas que radicaran en las respectivas jurisdicciones para hacer nuevos nombramientos. Cabe mencionar que de 1724 en adelante los nombramientos se hicieron por un periodo de 5 años.

Las provincias del noroeste y las principales poblaciones a finales del Siglo XVII (Fuente: Gerhar, 1982).

Las funciones que le correspondían al alcalde mayor era la cabeza de un distrito menor dentro de un territorio más amplio, en este caso la Nueva Vizcaya, eran el gobierno del vecindario de españoles y el gobierno y conservación de los indios, pero su misión principal era la administración de justicia tanto a españoles como a los naturales; en esto, así como en los asuntos de guerra, era donde se manifestaba su autoridad claramente. Debía administrar el repartimiento de trabajadores indios a los reales de minas y haciendas, autorizar las elecciones de gobernadores indígenas, y dada la guerra endémica que se mantenía con los grupos indígenas una tarea fundamental que tenían asignadas dichos alcaldes mayores era organizar y encabezar milicias para enfrentarlos por lo que era común que se les otorgara el cargo de “capitán a guerra”.

A los Alcaldes Mayores de la provincia de Sonora, en cambio, les faltaron, por las características tan peculiares de la misma, otras funciones importantes como la recaudación de tributos, el recuento y formación de matrículas de tributarios, el cobro de ramos de Real Hacienda, la venta de papel sellado, la administración de salinas, el cobro de las alcabalas, que se hacía en Guadalajara, o del mismo modo, el cobro del ramo de quintos y derechos de oro y plata de las minas que se hacía en las cajas de Parral.

Debido a la gran extensión de la provincia de Sonora y a la poca población hispana los distritos de los alcaldes mayores fueron muy amplios y por ello se tuvieron que apoyar en tenientes y comisarios quienes generalmente eran vecinos de los reales de minas. En los pueblos que dependían de cada jurisdicción de estos distritos o provincias, se designaban Tenientes de Alcalde Mayor, quienes eran nombrados por el Alcalde Mayor.

Estructura del gobierno en el noroeste novohispano (Imagen: N. G.).

La provincia de Sonora se constituyó como resultado de las capitulaciones celebradas en marzo de 1637 entre el Gral. Pedro de Perea y el Virrey de la Nueva España, para colonizar los territorios comprendidos al norte del río Yaqui, independizándose del Alcalde Mayor de Sinaloa. Las Capitulaciones eran convenios celebrados con el Rey o Virrey y un capitán militar, que concedían ciertos privilegios o mercedes reales por el servicio de someter un territorio más al servicio de la Corona española.

Perea dio a la región de Sonora el nombre de Nueva Andalucía en honor a la provincia española de donde era originario, pero finalmente terminó por imponerse el nombre regional de Sonot, vocablo que correspondía a una de las etnias que habitaban estos territorios y que después se corrompería fonéticamente a Sonora. Otra versión dice que Sonora proviene de la corrupción del vocablo Señora.

La Provincia de Sonora comprendía todos los terrenos limitados por el río Yaqui en el sur y el río Gila en el norte. Durante el periodo 1637-1733, periodo que duró esta forma de autoridad, hubo en Sonora 48 Alcaldes Mayores, siendo el primero el propio Gral. Pedro de Perea (1637-1644), mientras que el último fue Gabriel Puhdron Heider Beltrán y Mújica (1727-1734).

Dependientes de los alcaldes mayores existía la figura política de Teniente de Alcalde Mayor y aunque los españoles ya habían penetrado hasta Bacoachi desde 1637, durante los primeros años de la independencia de la provincia de Sonora, solo hubo Tenientes de Alcalde Mayor en la zona sur y oriental de la provincia, ya que es hasta 1649-1650 en que se establecen en Bacoachi y poco después en Bacanuchi, fecha en que los Tenientes de Alcalde Mayor empiezan a ejercer su autoridad en el territorio que ahora ocupa el municipio de Cananea. No fue posible recatar los nombres de todos los Tenientes de Alcalde Mayor que tuvieron influencia en la región de Cananea, pero fue posible encontrar algunos de ellos que ocuparon el cargo a finales del Siglo XVII y principios del Siglo XVIII: José Romo de Vivar 1675-1677, Domingo Martínez de Arenal 1678-1679, José Romo de Vivar 1680-1681, Francisco de Acuña 1685-1686, Francisco Pacheco Ceballos 1686-1687, Juan Mateo Mange 1693-1701, Cristóbal Granillo 1701-1703, Francisco Pacheco Ceballos 1706-1708, Jose Joaquín Rivera 1718. Esta figura de autoridad desaparece en 1734 cuando desaparecen los Alcaldes Mayores y se crean las gobernaciones.

De acuerdo a la Real Orden expedida en Sevilla el 14 de marzo de 1732 se autorizó el establecimiento de la gobernación de Sonora y Sinaloa a cargo de un gobernador y capitán general. Estaba dividida en 7 provincias y entra en funciones a principios de 1734, siendo el Col. Manuel Bernal de Huidobro el primer gobernador y capitán general, quien estuvo hasta 1737. El último gobernador y capitán general de Sonora y Sinaloa fue el Col. Mariano de Urrea quien funge desde el 31 de julio de 1823 hasta septiembre de 1824, cuando se establece el Estado de Occidente.
La gobernación de Sonora y Sinaloa establecida en 1732 (Imagen B. D. M.).

Gobiernos de la etapa independiente

El Estado de Occidente (también conocido como Sonora y Sinaloa) fue un estado creado, después de terminada la guerra de independencia, por la Constitución de 1824, estableciendo un gobierno inicialmente con capital en la ciudad de El Fuerte, Sinaloa, que después sería cambiada a Cosalá en el mismo estado y finalmente sería instalada en Álamos, Son. El primer gobernador fue Juan Miguel Riesgo quien ocupa este puesto por muy poco tiempo: del 12 septiembre al 7 octubre de 1824, y el último fue Leonardo Escalante quien gobierna durante el periodo del 27 de mayo de 1830 al 15 de marzo de 1831. Políticamente el Estado de Occidente estaba dividido en 5 distritos y 14 partidos. Los responsables de los distritos recibieron el título de prefectos y se subdividían en partidos a cargo de subprefectos, y Municipios, estos últimos bajo la responsabilidad de jueces de paz.

Cananea para entonces quedaba ubicada dentro del Distrito de Arizpe y el partido del mismo nombre, aunque todavía para esas fechas, era una población prácticamente abandonada, ya que las minas operaban por temporadas cortas, dejando de operar por las continuas incursiones de los apaches, por lo que prácticamente dejaron de trabajarse, por enésima ocasión, de 1830 hasta 1860, hasta que las adquiere el Gral. Ignacio Pesqueira.
Estado de Occidente establecido en 1824, sus Distritos y sus Partidos (Imagen: B. D. M.).
El 18 de octubre de 1830, Anastasio Bustamante y Lucas Alamán expidieron el decreto por el que se dio oficialmente la división del Estado de Occidente en los estados de Sonora y Sinaloa. El 22 de julio de 1830 la Cámara de Diputados aprobó la ley respectiva y el 7 de septiembre lo hizo la de Senadores; sin embargo, la ley fue publicada hasta el 18 de octubre para respetar el plazo estipulado por la Constitución general de la república, y fue hasta el 14 de marzo de 1831 cuando se hizo efectiva y se instalaron las primeras autoridades. En esta nueva etapa de gobierno de Sonora el primer Gobernador fue Tomás Escalante quien ejerce el poder del 14 de marzo de 1831 al 1 de mayo de 1832.

A partir de 1831 el estado entraría en una etapa sumamente conflictiva, ya que conservadores y liberales constantemente estaban en pugna por el poder, tan fuerte era la pugna que en el año de 1835 hubo 7 cambios de gobernador, aunque solo dos personas se alternaban en el poder, uno del Partido Liberal y otro del Conservador. En noviembre de ese año, con el cambio de un gobierno federal a uno central, hubo elecciones en Sonora y por primera vez hubo un gobernador electo por voto popular y fue Manuel Escalante y Arvizu.

En enero de 1835, con Antonio López de Santa Anna en la presidencia por segunda ocasión, el Congreso, de mayoría conservadora centralista, inició la elaboración de las Bases para una nueva Constitución, conocida como Las Siete Leyes Constitucionales, que pondría fin al sistema federal. La primera ley se promulgó el diciembre de 1835, la segunda en abril de 1836 y las restantes en diciembre de ese año. Con este ordenamiento se dividía al país en departamentos, éstos en distritos y los distritos en partidos. Entre otras disposiciones, fijó el periodo presidencial en ocho años y estableció un Supremo Poder Conservador, sólo responsable ante Dios, con atribuciones para declarar nulidad de una ley o decreto, la incapacidad física o moral del presidente de la República, y la clausura del Congreso. Este primer centralismo tuvo vigencia de 1836 a 1843.

División política de la República Centralista de México derivada de las Siete Leyes Constitucionales de 1936 (Imagen: Wikipedia).

La Constitución del 13 de mayo de 1848 ratificó la división en distritos para su administración interior, que eran dirigidos por prefectos nombrados por el gobernador con la ratificación del congreso. Se mantuvieron cuatro distritos de los ya existentes y se suprimieron cuatro, pero se agregaron cinco nuevos distritos quedando Sonora con una división de 9 distritos.

El límite norte del estado de Sonora vino a quedar establecido con la firma del Tratado de la Mesilla (Gadsden Purchase) firmado el 30 de diciembre de 1853 por el entonces presidente de México: Antonio López de Santana, donde México vende a U.S.A. 76,845 km2, una región del actual sur de Arizona y el suroeste de Nuevo México. En esa fecha era gobernador del estado Manuel María Gándara.

Territorio que pierde México mediante el Tratado de la Mesilla. Plano de 1859 (Fuente: D. P.).

El límite sur del estado había quedado establecido mediante el decreto del 18 de octubre de 1830 por el que se dio oficialmente la división del Estado de Occidente en los estados de Sonora y Sinaloa. Con la Baja California el límite quedó establecido mediante el decreto del 25 de enero de 1945, donde quedó establecido el río Colorado como límite. El límite oriental, con el estado de Chihuahua, hasta la fecha no ha sido confirmado por los congresos locales ya que subsisten desacuerdos en dos tramos.

Como hemos visto, después del Tratado de la Mesilla el territorio de Sonora ha sufrido solo algunos cambios en los límites con Chihuahua que aun hoy no han terminado de definirse, pero internamente ha tenido muchos cambios en la organización territorial de los distritos y municipios, de tal forma, que la Constitución del 6 de febrero de 1861 ratificó el establecimiento de los distritos, integrados a su vez únicamente por Municipios. Continuaría la división política en nueve distritos hasta su supresión el 21 de noviembre de 1914.

Distritos del estado de Sonora 1861-1914 (Fuente: D. P.).

Cuando Porfirio Díaz asciende al poder, Sonora estaba dividido en esos nueve distritos y para 1884 en más de ochenta municipios. Para entonces el territorio de Cananea pertenecía al distrito de Arizpe, municipio de Fronteras.

Durante el Porfiriato (1876-1911) el municipio fue la parte más insignificante de la estructura económica y política mexicana. La centralización ahogó la vida municipal, los prefectos que gobernaban los distritos, se convierten en jefes políticos de los ayuntamientos, acabando con la libertad municipal. El Jefe Político fue una pieza esencial en la política de centralización que llevó a cabo el general Díaz durante su larga gestión como presidente de la república. Sin esta posición intermedia, que proveía de información directa de los incidentes del campo y las ciudades mexicanas a la presidencia, así como de órdenes exactas sobre la forma de dar solución a ciertas problemáticas locales por parte del mismo presidente, el gobierno porfiriano no habría podido sostenerse como lo hizo durante poco más de 30 años. Y fue precisamente la importancia de dicho puesto que aquellos que lo ocupaban (sin importar en qué punto del país se encontraran) tenían que comprobar que eran fieles servidores del gobierno, y podían ser elegidos directamente por el presidente o por el gobernador en turno de alguno de los estados, y por supuesto, siempre con el visto bueno del general Díaz. Aunque esta no fue una posición que se creara durante el Porfiriato, sino que tiene su origen muchos años atrás, en la Constitución de 1824, Díaz uso esta estructura para tener un férreo control sobre la economía de las regiones y de sus enemigos políticos.

El primer gobernador del porfiriato fue Vicente Mariscal quien ejerció el poder en el periodo 1876-1877, mientras que el último, fue Luis Emeterio Torres, quien habría formado parte de lo que se conoce como el Triunvirato de Sonora, formado por los gobernadores que se alternaban el poder: Luis E. Torres-Ramón Corral-Rafael Izabal. Torres ejerció el poder por última vez de 1907-1911, cuando tiene que abandonar la gubernatura el 27 de mayo, perseguido por la fuerzas revolucionarias maderistas y obligado a salir del país.

El primer prefecto o jefe político del Distrito de Arizpe del porfiriato fue Adrián Maldonado quien ocupó el puesto durante el periodo de 1876-1879, mientras que el último prefecto de este periodo fue Lucas Pico, quien ocupó la prefectura por solo un mes: del 05 de marzo al 6 de abril de 1911, cuando abandona el puesto y huye hacia Cananea perseguido por Juan G. Cabral, de donde poco más de un mes después es obligado a salir del país. Pico sería sustituido por Ignacio L. Pesqueira, quien tras un breve periodo (mayo-junio de 1911) como presidente de Cananea, es enviado a ocupar la Prefectura de Arizpe, siendo el primer prefecto de la etapa revolucionaria.

Desde que se crearon los Distritos con los Prefectos como gobernantes, y los Municipios administrados por los Jueces de Paz, Cananea prácticamente estuvo deshabitada y no tenía ningún tipo de autoridad. Además de los Prefectos y los Jueces de Paz, existía otra figura de autoridad: las Comisarías, que eran establecidas en las poblaciones de pocos habitantes y funcionaban más como policías que como administradoras de las actividades económicas y sociales de las poblaciones donde se establecían. Probablemente fue hasta que el Gral. Pesqueira empezó a explotar las minas en 1863 o después, que en Cananea se establece la primera Comisaría. En 1884 todavía había un Comisario en Cananea, pero es muy probable que a la muerte del Gral. Pesqueira el 4 de enero de 1886 y el asesinato de Charles S. Benham el 6 de abril del mismo año quien era dueño de otra empresa minera en este distrito minero, al quedar, de nuevo, Cananea abandonado, el comisario haya sido retirado hasta que las minas iniciaron de nuevo operaciones a principios de los 1890´s; pero es hasta 1898 en que podemos obtener el nombre de uno de estos comisarios de Cananea: Pablo Rubio Urrulagoitia, quien llega a Cananea, procedente de Hermosillo, el 16 de diciembre de 1898 y permanecería hasta que Cananea es elevado a la categoría de municipio en 1901. Una vez establecido el municipio de Cananea, Rubio seguiría en la ciudad, pero ahora como Comisario de El Ronquillo, prácticamente a las órdenes de William C. Greene, quien en realidad era quien ejercía el poder y quitaba y ponía funcionarios en Cananea.

Historia del municipio

El 19 de marzo de 1812 al entrar en vigor la constitución española del Cádiz se establecieron los primeros municipios del Estado de Sonora y Sinaloa, pero fue hasta un año después, en 1813, cuando Fronteras se promulgó como municipio independiente junto a otros 15 municipios. Al siguiente año, en 1814, el Rey Fernando VII disolvió éstos municipios. En esas fechas el territorio del actual de Cananea pertenecía a este municipio.

Fue hasta 1820 cuando se vuelve a establecer las propuestas de la Constitución de Cádiz y a partir del año siguiente se restablecieron aquellos Municipios que reunían el requisito de tres mil habitantes. Posteriormente, en la Constitución de Sonora del 31 de octubre de 1825 se confirmó que se establecerían ayuntamientos en aquellos pueblos que contaran con al menos tres mil habitantes, de tal manera que Fronteras no cumplía con este requisito por lo que pierde sus categoría de municipio, quedando Cananea en el municipio de Arizpe.

Las leyes de 1836 consagraron constitucionalmente a los ayuntamientos, disponiendo que fueran popularmente electos y los hubiera en todas las capitales de los departamentos. Puertos con más de 4,000 habitantes y pueblos con más de 8,000, población que para esa fechas no tenía Cananea, incluso es probable que estuviera deshabitada o solo hubiera unos cuantos gambusinos aventureros, ya que las minas estaban abandonadas.

Posteriormente, mediante la Constitución de 1861 se ratifica el establecimiento de los distritos integrados únicamente por municipios, retomando de nuevo Fronteras su categoría, quedando Cananea dentro de su jurisdicción, donde permanece hasta el 30 de octubre de 1901, ya que con fecha 31 de octubre el Congreso del Estado emite la Ley No.7, ley mediante la cual Cananea es elevada a la categoría de municipio, siendo Gobernador Luis Emeterio Torres, estableciéndose que los presidentes municipales durarían un año en el puesto, siendo el primer presidente municipal Francisco Larrañaga (1901-1902), quien sería sustituido por Filiberto Vázquez Barroso (1902-1903), al año siguiente sería Ignacio Macmanus (1903-1904), en los dos siguientes periodos repetiría Filiberto Vázquez Barroso (1904-1906), quien renuncia o lo destituyen después de la huelga de Cananea, y en julio es sustituido por un consejo, siendo presidente de facto, Eduardo R. Arnold (1906-1911), quien fue reelecto (impuesto) por última vez en 1910, pero en mayo de 1911 al triunfo de la Revolución Maderista, es obligado a entregar el puesto y huye de Cananea para refugiarse en Estados Unidos, siendo este el último presidente de Cananea del porfirismo.

El territorio del municipio de Cananea de acuerdo al Decreto No. 7 del 31 de octubre de 1901, fue segregado del municipio de Fronteras, superficie que incluía el territorio del actual municipio de Naco, que desde 1901 hasta 1937 funcionó como una comisaría dependiente de Cananea. Posteriormente, mediante la Ley No. 12 de fecha 16 de noviembre de 1909, se segregan los Ranchos de Jenovérachi, Los Conejos, Cerro Colorado y de la Sierra del Manzanal de la municipalidad de Bacoachi para anexarse a la municipalidad de Cananea, por lo que el municipio a partir de 1909 y hasta 1937 tenía una superficie de 4,792 km2.


Municipio de Cananea en el periodo 1909-1937 según Leyes No. 7 y 12 (Plano: G. Moreno).

Comentarios finales

Junto con la provincia, la, gubernatura, la misión, la villa y el presidio, instituciones de la época colonial, existió otra importante institución llamada Real de Minas. Se trataba esencialmente de un distrito minero en donde las autoridades, además de ejercer las funciones de gobierno, judiciales, fiscales y militares, debían aplicar las medidas conducentes al incremento de la producción de metales. Las autoridades superiores habían elaborado unas ordenanzas que los administradores del Real de Minas debían aplicar con firmeza y sagacidad. Con frecuencia, el administrador era el mismo Alcalde Mayor de la provincia y residía en él, ya que aquí se podían obtener las mayores ventajas económicas. Aunque hay quienes le adjudican a Cananea la categoría de Real de Minas, ya que hubo propuestas, como la realizada con fecha 15 de febrero de 1763 por José Tienda de Cuervo, Gobernador y Capitán General de las Provincias de Sonora y Sinaloa, en un informe al virrey Marqués de Cruillas, que al respecto decía:

“La falta de noticias del capitán Francisco Elías González, me corta el arbitrio de dar a vuestra Excelencia, lo que deseo continuar con la precisa conformidad, y me tiene en suspenso en algunas providencias que considero conveniente expedir con motivo del concurso de gente que, estas minas nuevas me han llevado a un paraje llamado La Cananea, donde por sus proporciones me parece preciso fundar un Real que sirva de beneficio de metales”.

Sin embargo, esto jamás sucedió, ya que las minas de Cananea jamás operaron en forma continua durante la época colonial, de hecho, desde que José Tienda hizo la propuesta, hasta el final del Siglo XVIII las minas no operaron, reiniciando hasta principios del siglo XIX cuando las minas fueron adquiridas por Francisco Manuel de Elguea, quién las trabajó muy poco tiempo y las abandonó de nuevo, después las vendió a José Pérez originario de Arizpe en 1820, persona que asentaría la primera mina importante en el mineral. En ese periodo ocurre la independencia de México y desaparece la figura administrativa del Real de Minas, por lo tanto Cananea nunca obtuvo esa categoría, de otra manera en Cananea existieran construcciones y planeación urbana típicas de los reales de minas de la época colonial, pero la realidad es que en este distrito minero nunca hubo asentamientos españoles permanentes durante esta época y una forma de darse cuenta de la poca importancia que Cananea tuvo para los españoles durante el Siglo XVIII es a través de la cartografía, ya que en la gran mayoría de los planos de Sonora elaborada durante este siglo, Cananea no aparece en ellos, como se puede ver en los planos de 1733, 1757, 1765 y 1772, donde todos los pueblos de los ríos de Sonora, Santa Cruz, San Pedro y San Miguel son perfectamente identificables, excepto Cananea.

Fragmento del plano de autor desconocido, 1733 (Plano: B. D. M.).
Fragmento del plano del Padre Miguel Venegas de La Compañia de Jesus JHS, 1757 (Plano: B. D. M.).
Fragmento del plano de Isaak Tirion, 1765 (Plano: B. D. M.).

Fragmento del plano de José Antonio de Alzate y Ramírez 1772 (Plano: B. D. M.).

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