THE SONORA PACKING: LA
EMPACADORA.
INTRODUCCION
Después de empezar a
crear su emporio minero en 1896 que finalmente terminaría denominándose Cananea
Consolidated Copper Company (4C) y consolidarlo, William C. Greene, en 1901
inició la creación de un gran emporio ganadero al que, después de fusionar
varias empresas, bautizaría como Cananea Cattle Company S. A., empresas que inicialmente
habían empezado con la exportación de ganado en pie y después crearían una empresa
que en su inicio construyó un rastro en lo que después se conoció como “La Matanza”,
cerca de la mina La Mexicana al sur de la ciudad, rastro que conforme la
empresa ganadera creció e incremento sus exportaciones fue insuficiente, de tal
manera, que para el primer trimestre de 1906, se empezó a planear en la
creación de una nueva empresa que incluyera rastro, empacadora de carnes y
derivados, fábricas de jabón, velas, hielo y agua purificada, y tenería para el
aprovechamiento de los cueros. Empresa donde se aprovecharían todas las partes
de los animales sacrificados, incrementando la plusvalía al vender productos
procesados. La planta sería construida con las especificaciones que tenían los
americanos en Estados Unidos. Esta empresa fue registrada como The Sonora
Packing Co. S.A., cuyo edificio hemos conocido coloquialmente como “La Empacadora”.
ANTECEDENTES
Tucson, Arizona, April 9, 1901.
W. C. Greene, propietario de las minas de La
Cananea, en Sonora, ha completado la compra de 5,000 acres de pastizales en el
condado de Cochise. Incluye lo que se conoce como concesión de tierras de
Babacomari, la compra fue hecha a Perkins. El Sr. Greene también está negociando
la compra de otros terrenos adyacentes y entrará en uno de los mayores
proyectos ganaderos que se hayan intentado en el suroeste. Las tierras están
situadas cerca de la frontera y a treinta kilómetros del campamento de La
Cananea.
Con esta nota publicada
en Los Angeles Herald el 10 de abril de 1901, se conocía el inicio del gran
emporio ganadero que estaba construyendo William C. Greene al inicio del Siglo
XX. Poco más de dos semanas después, en el mismo periódico, se publicaba otra
nota:
TUCSON. Arizona, 25 de abril.
Un distinguido grupo de californianos estuvo
aquí hoy. Son el senador George C. Perkins de San Francisco, H. I. Drew de San
Bernardino y Louis H. Sharp de San Francisco. Todos ellos son miembros de la
California & Mexico Cattle Company.
El grupo fue a México para completar los
arreglos de la mayor transferencia inmobiliaria jamás realizada en Sonora. El
comprador es W. C. Greene del campamento de La Cananea, y la tierra vendida
abarca más de 300,000 acres de bosques y pastizales. El campamento de La
Cananea y todas las propiedades de la empresa se encuentran en estos terrenos.
Hasta ahora el Sr. Greene ha comprado a la compañía toda la madera utilizada en
la mina, habiendo colocado el gran campamento sobre una base sustancial sin más
peligro de una controversia en cuanto a la posesión de propiedades, el Sr.
Greene decidió comprar el terreno y la venta se hizo en México hace unos días.
El Sr. Greene llegó a Tucson esta mañana con el grupo y se fue esta noche a
Nueva York. La adquisición de esta gran extensión de tierra da al señor Greene
un dominio inmenso que es casi un imperio por su vastedad.
El contrato de
compra-venta que se celebró en Nogales entre California & Mexico Cattle
Company y William C. Greene se protocolizó el 24 de abril de 1901 e incluía una
superficie del orden de 344 mil acres (140 mil ha) en el norte del estado de
Sonora, que englobaba los terrenos siguientes: La Bota, El Pinito, La Cananea,
Álamo de Sevilla, Los Nogales, Cuitaca, Eloisa, Peñuelas y Rancho Pacheco. Es probable
que estos terrenos incluyeran a otros que no se mencionan. Todos estos terrenos
incluían grandes extensiones de pastizales de excelente calidad y tierras
arables con agua para su riego.
Estos terrenos se
sumaban a los que ya eran de su propiedad y que estaban bajo las razones
sociales siguientes: The Divisaderos Cattle Company, S.A. protocolizada el 15
de septiembre de 1899, The Turkey Track Cattle Company, S.A. y The Cananea
Cattle Company, S.A., ambas formalizadas el 30 de septiembre de 1899; empresas,
todas, que para el 10 de mayo de 1901 son fusionadas en The Cananea Cattle
Company, S.A. protocolizada en Nogales, Sonora, con residencia legal en La
Cananea, Municipio de Fronteras, Distrito de Arizpe, Estado de Sonora. El crecimiento
de esta empresa sería casi paralelo al de Cananea, y al igual que esta, alcanzaría
su máximo esplendor en 1906 con la creación de la Sonora Packing Company S.A.
SONORA PACKING COMPANY. S. A.
Desde abril de
1906 empezaba a salir a los medios la noticia de la creación de una gran
empresa, y Tovrea, el principal socio de Greene en esta compañía, se le
empezaba a ver con frecuencia en Cananea y para mayo la empresa se protocoliza
en esta ciudad y en los periódicos se publicaba la nota siguiente:
Acaba de escriturarse en Cananea una nueva
empresa industrial que girará bajo la denominación de “Sonora Packing Company”,
y tiene por objeto la explotación de varios negocios, siendo uno de ellos una
casa empacadora de carnes conservadas, la que por ahora comenzará sus
operaciones en escala reducida, hay el propósito de irlas impulsando hasta que
llegue a convertirse en la proveedora de todas las costas mexicanas del
Pacífico, y aun de Centro y Sudamérica, situadas frente al mismo mar, si así
llega a conseguirse.
La sociedad quedó incorporada con un capital
de $20,000 y desde luego se procederá al establecimiento de grandes negocios
que tiene en proyecto, siendo el principal, como ya dijimos, la casa empacadora
de carnes conservadas, cuyos grandes edificios y maquinaria ocuparán uno de los
mejores lugares de Cananea, y en los cuales también se implantarán diversas factorías
para aprovechar en las industrias de artefactos todas las materias primas de
los ganados que se sacrifiquen en sus rastros. La negociación dará trabajo a “miles”
de obreros, y sus procedimientos para el empaque de carnes, así como para la manufactura
de los artefactos que allí se fabriquen, serán de lo más moderno y su
maquinaria la más adecuada.
Edward Ambrose
Tovrea, el principal socio de Greene y Gerente General en esta empresa, en ese
entonces era un hombre de 45 años originario de Sparta, Illinois, quien había
radicado en varias partes de Arizona donde tenía negocios, antes de
establecerse en Bisbee en 1900, donde adquirió una carnicería a la que, después
de otros nombres, en 1902 denominó E. A. Tovrea & Co, nombre bajo el cual
estuvieron operando todas las sucursales filiales de la Sonora Packing en
Arizona, con capital mayoritario de Tovrea.
Anuncio de la carnicería de E. A. Tovrea & Co. filial en Arizona de la Sonora Packing Co. (Bisbee Daily Review 18/08/1906). |
A partir de la protocolización de la empresa y para finales de mayo, como Gerente General de la Sonora Packing, E. A. Tovrea había empezado a trabajar para abrir sucursales en Cananea y Douglas, y ya se preparaba para la inauguración de su nueva y elegante tienda en el edificio del Opera Club de Bisbee. El nuevo establecimiento superaría cualquier comercio similar en la costa oeste, excepto una que existía en Los Angeles, de ese tamaño era el negocio que iniciaba Greene, Tovrea y socios.
Carreta tirada por caballos propiedad de la Sonora Packing Company. Los arneses tienen grabado el nombre de la empresa (Foto: Tomada de Reimer y Jaquemart). |
Mientras operaban en el rastro ubicado cerca de la mina La Mexicana, lo que después conoceríamos coloquialmente como “La Matanza”, se trabajaba arduamente en abrir sucursales de las carnicerías y para agosto de ese 1906, ya se tenía sucursales en Cananea ubicadas en La Mesa, El Ronquillo y Chivatera; además de Douglas, Bisbee y Lowell, Arizona. Para poder lograr esto, Tovrea, como Gerente General y Benjamín Sneed como secretario, viajaban incesantemente de un lugar a otro supervisando las sucursales y al pendiente de los planes para la construcción de la gran planta empacadora y empresas satélite que quedarían ubicadas a unos 600 metros al oriente de la Estación del ferrocarril de Cananea.
Anuncio de The Sonora Packing Co. con sus sucursales en La Mesa, El Ronquillo y Chivatera en Cananea (Bisbee Daily Review 18/08/1906). |
La firma Camp & Kuff de Los Ángeles, fue la empresa encargada de elaborar el proyecto del edificio que albergaría a la Sonora Packing, mientras que el contrato de supervisión de la construcción de la planta empacadora y empresas satélite, estaría bajo la responsabilidad de la empresa Henderson & Lundberg, una firma de arquitectos de Coffeyville, Kansas.
Para mediados de agosto,
Lee G. Camp, ingeniero encargado de elaborar el proyecto del edificio de la
Sonora Packing, presentaba en Cananea los planos ante los inversionistas de la
empresa y se decía que podía tardar más de 6 meses en construirse con un costo
de $350 mil dólares. Camp durante los tres días que pasó en esta ocasión en
Cananea, estuvo afinando detalles para la construcción de la planta empacadora
y una fábrica de jabones que dependía de algunos productos que la empacadora no
utilizaría. Camp después partiría a Los Angeles donde terminaría los planos
para inmediatamente después, iniciar la etapa de construcción de la planta, que
contaría con los procesos más avanzados de la época y se convertirla en la
empacadora de carne más moderna, con la mayor inversión y un modelo de
reglamentación sanitaria inigualable para cualquier otra planta en los Estados
Unidos o México, es decir, la empacadora estaba siendo planeada con las normas
vigentes en los Estados Unidos.
La planta, según los ambiciosos
planes iniciales de Greene y socios, tendría seis edificios de cuatro pisos y
una planta generadora para producir electricidad, y cubriría un espacio de 75
por 200 pies (23 x 61 m). Es probable que estas medidas solo se refieran a las
dimensiones del edificio principal. Cuatrocientos hombres serían empleados, y
cada producto requerido por la planta, sería fabricado allí. Tendría una
capacidad para sacrificar seis mil cabezas de ganado vacuno por mes, además de
diez mil cerdos y tres mil ovejas.
Además de la matanza
de ganado vacuno, ovino y porcino para su distribución al menudeo y mayoreo, y
la manipulación de cortes congelados, costillas y lomos, se fabricaría una fina
línea de carnes enlatadas: carne en conserva, roast beef, paté de carnes y un
producto enlatado altamente condimentado especialmente para el comercio
mexicano; además, un producto de raciones concentradas para los exploradores
que iban en viajes largos. Se decía, que cualquier producto que se estuviera
produciendo en Chicago o Kansas City, sería fabricado por la Sonora Packing
Company bajo condiciones inigualables. En el departamento de productos
enlatados la planta tendría una capacidad de producción de 350,000 libras de
conservas al mes. En las cocinas de envasado las mesas para el manejo de las
carnes serían de cristal, algo nuevo en los procesos de empacado. Cada
implemento utilizado en el manejo de las carnes sería sometido a un proceso de
esterilización diariamente y los empleados de todos los departamentos de la
planta llevarían trajes completos color blanco que se lavarían diariamente,
además, todos los empleados dedicados a la manipulación de carnes deberían
llevar guantes de hule que a diario serían sometidos al proceso de
esterilización. El superintendente que había sido contratado para hacerse cargo
de la planta venía de una de las grandes casas empacadoras de Chicago.
Camp &Huff incorporarían en la planta todas las tecnologías
conocidas por la ingeniería de empaque para la seguridad sanitaria de los
productos, incluso el agua utilizada en los procesos de fabricación sería
esterilizada. Los edificios serían construidos de concreto reforzado con acero,
tendrían los sistemas contra incendios más modernos. Los pisos de todos los
edificios serían de concreto pulido y acero, y la planta estaría organizada de
tal manera que los pisos pudieran ser lavados dos veces al día.
La fábrica de jabón relacionada
con la planta empacadora tendría una capacidad de 150,000 libras de jabón al
mes, incluyendo jabón amarillo americano, jabón blanco y una línea completa de
jabones para tocador, incluyendo jabón tipo “sapolio”. Esta fábrica de jabón requeriría
una inversión de $50,000 dólares, y sería muy superior a cualquier otra existente
en el México de esa época.
La refinería de
manteca de cerdo, que se ubicaría en uno de los edificios, tendría una
capacidad de 100,000 libras de compuesto de manteca de grado alto y 50,000
libras de manteca pura por mes. En esta refinería serían usados todos los
sistemas de desinfección, blanqueado y de sanidad utilizados por las refinerías
de manteca en los Estados Unidos.
La producción de
salchicha por sí sola ascendería a 60,000 libras al mes, y habría una planta
para la preparación de cerdas y pelo rizado, que se utilizará en la fabricación
de cepillos, colchonetas y cojines, sería un departamento aparte, se decía. También,
habría una fábrica que produciría cincuenta mil velas mensualmente.
Por otra parte, se
instalaría una fábrica de hielo cristalino y agua destilada, que tendría una
capacidad de 2,500 toneladas diarias, y se fabricaría por el proceso que se
conoce como sistema de placas, produciendo barras de hielo de 4,000 libras cada
una.
Otra industria totalmente
separada sería el departamento para la fabricación de cubetas de hojalata,
latas, barriles, etc, al igual que habría un departamento para el proceso de
curtir pieles que serían de calidad superior.
Los corrales con el
ganado para sacrificio estarían situados junto a la planta y estarían equipadas
con un dispositivo de aspersión. Todos los animales deberían ser rociados y lavados
antes de entrar al matadero. Los corrales de engorda también estarían localizados
rodeando a las demás instalaciones por el oriente y sur con una superficie de
20 ha, donde los animales deberían ser engordados durante semanas con semillas
de maíz y algodón antes de sacrificarlos.
Para energizar la
planta empacadora y sus fábricas, en un edificio independiente, se construiría
una planta generadora con calderas y motores con capacidad de “1,000 HP” con lo
que proporcionarán la energía eléctrica para la planta refrigeradora y los
generadores eléctricos que serán utilizados para transmitir energía eléctrica a
todas las partes de la planta así como a la estación de bombeo situada en el
río San Pedro que tenía una capacidad de 750,000 galones cada veinticuatro
horas.
Según los ingenieros que
calcularon los materiales de construcción, se utilizarían cinco mil yardas
cúbicas de roca triturada o escoria, cuatro mil yardas cúbicas de arena y ocho
mil barriles de cemento Portland. Serían colocadas 300 toneladas de acero y sesenta
vagones de ferrocarril con maquinaria se utilizarían para equipar la empacadora
y demás industrias, se decía que el pago por el derecho de importación por este
material sería de $16,000 dólares.
La planta contaba con
cincuenta acres (20 ha) de terreno que se extendía hacia el sur, hasta el otro
lado del arroyo (probablemente hasta lo que hoy es la Av. Juárez). Aquí la
empresa construiría casas para sus empleados, donde podrían tener hogares
cómodos y cerca de su trabajo. Este nuevo asentamiento o barrio de la ciudad
contaría con buenas calles y servicios de luz y agua, y le darían impulso a los
propietarios y comerciantes de las avenidas Chihuahua y la del Ferrocarril
(Sinaloa).
SUCURSALES EN ARIZONA
Mientras en Cananea
seguía la planeación para la construcción de la empacadora y la Sonora Packing
seguía utilizando el rastro de La Matanza para surtir de carne las tres
sucursales que tenía en La Mesa, El Ronquillo y Chivatera, en Arizona todas sus
sucursales se estaban consolidando rápidamente bajo la razón social de E. A.
Tovrea & Company, solo basta decir que para finales de mayo de 1907, el número
de animales sacrificados para el comercio en Bisbee y Cananea era en promedio
de 60 bovinos; 20 cerdos y 25 ovejas. El ganado sacrificado era el mejor que
los mercados locales ofrecían y se engordaba durante semanas antes de ser
enviado a los mataderos. Seis compradores de ganado se mantenían en el campo
cubriendo todo el territorio circundante buscando buen ganado gordo. La
compañía para esas fechas, estaba engordando tres mil ovejas. Mientras que todos
los cerdos alimentados principalmente con maíz de Kansas, eran especialmente
seleccionados para E. A. Tovrea &Co.
En cada sucursal de la
empresa, una en Lowell y dos en Bisbee, pues Douglas se vendió al no poderse
atender adecuadamente, se expendía la misma alta calidad de carnes. En Lowell
el mercado al menudeo estaba ubicado en el edificio Brophy. Mientras que en Bisbee
una sucursal abastecía principalmente a hoteles y restaurantes y estaba ubicado
en el antiguo edificio Overlook Market, ahora propiedad de la empresa, localizado
en Brewery Avenue, mientras que la otra sucursal se dedicaba al menudeo y
estaba ubicada en Main Sreet, en el edificio del Ópera Club.
La principal fuente
de suministro de carne de Bisbee estaba en buenas manos, se decía. La sucursal
de la avenida Brewery estaba a cargo del Sr. Buclinier., mientras que la venta
al menudeo estaba a cargo del Sr. Nicholas quien la manejaba a la perfección.
La sucursal de venta al menudeo de Lowell estaba a cargo de Albert Vogler, mientras
Max Trautman, superintendente durante tres años en la planta de C.S. Harte en
San Diego, California, se encargaba de la fabricación de todo tipo de
salchichas y el curado de jamones y tocino, mientras la venta al mayoreo estaba
a cargo de Joe Bauman.
Anuncio de sucursales de E. A. Tovrea & Co. (Bisbee Daily Review 27/07/1907). |
La planta frigorífica de Lowell, situada en el edificio Tovrea-Brophy, era una maravilla de limpieza y pulcritud. En todos los departamentos, desde la bodega de almacenamiento en frío con sus miles de metros de tuberías congelantes, hasta las máquinas de salchichas, se había introducido todas las precauciones para su limpieza e higiene. Limpieza e higiene era el lema de la empresa y los métodos eran de lo mejor para el manejo de la carne desde el momento en que eran recibidos del matadero a las 5 de la mañana, hasta que el cliente hubiera recibido sus productos. Para el cliente era toda una novedad recibir ese tipo de servicio. Esta planta de Lowell tenía una capacidad diaria de 2,500 libras de salchicha; 2,000 libras de manteca de cerdo y 2,500 libras de jamones y tocino.
Desde el momento en
que las carnes se reciben en el departamento de venta al mayoreo en Lowell,
hasta que estuviera lista para su entrega al cliente, la carne se mantenía a la
misma temperatura, unos 35 grados Farenheit. En las dos sucursales de Bisbee había
plantas frigoríficas, con una capacidad de almacenamiento de alrededor de
veinte reses en cada local, además de carne de cerdo, chorizo y otros
subproductos. En cada lugar de las sucursales la limpieza e higiene era la característica
que llamaba la atención. Mostradores con cubierta de mármol y triple vidrio,
las herramientas, los ganchos para colgar y los implementos de todo tipo
testificaban la completa organización de una de las empresas comerciales más
importantes del distrito.
La parte ejecutiva de
la empresa en Arizona, cuya sede se encontraba en Bisbee incluía a E. A. Tovrea
como Gerente General, Eduard Williams como secretario y tesorero, y A. Manahsn
como asistente del gerente.
Interior de una de las carnicerías en Arizona. A la izquierda en traje oscuro se encuentra E. A. Tovrea (Foto: Tomada de Reimer y Jaquemart). |
CONSTRUCCION DE LA EMPACADORA
De acuerdo a la planeación de los ingenieros, la construcción
de la planta iniciaría en octubre de 1906, aunque había desconfianza en el
ambiente comercial de la frontera de Estados Unidos, ya que apenas había pasado
el suceso de la huelga del 1 de junio y el posterior desmembramiento del
movimiento magonista en la frontera sureste de Arizona; sin embargo, Greene
calmaría esas inquietudes argumentando que ya todo había pasado y que Cananea
estaba en absoluta calma. En este ambiente y quizás por algunos otros problemas
no muy claros, y aunque desde febrero se anunciaba que la construcción había
iniciado, la realidad es que inicia a finales de marzo de 1907, de tal manera
que para mediados de abril, la construcción de la planta ya estaba en su apogeo
y desde mayo estaban colocando block de concreto para las paredes del edificio
del rastro y la empacadora.
Anuncio de The Sonora Packing Co. cuando ya se estaba construyendo “La Empacadora” (Bisbee Daily Review 14/04/1907). |
Para principios de agosto se hablaba de que se estaba construyendo la planta en una superficie de cuarenta mil pies cuadrados (3,716 m2), El edificio era de cuatro plantas y la matanza se llevará a cabo en el cuarto piso, conduciendo el ganado a la zona de sacrificio por una pasarela desde los corrales de alimentación. Después del sacrificio de los animales, sus partes se enviarían para ser procesadas a los diversos departamentos en los pisos de abajo a través de rampas o toboganes y por medio de un ascensor que operaría en el centro del edificio.
El edifico se estaba
construyendo de blocks y cemento reforzado. Los blocks se fabricaron in situ bajo la dirección de expertos y
las máquinas de mezclado y moldeado estaban produciendo estos blocks desde el
mes de mayo, mientras que las excavaciones para el edificio comenzaron a
finales de marzo. Las paredes estaban, para agosto, levantadas hasta el piso de
la cuarta planta y pretendían terminar lo antes posible para colocar el techo. El
traslado de los materiales a los pisos superiores se hizo mediante maquinaria,
por lo que la construcción del edificio avanzaba rápidamente.
Para darnos una idea
de la cantidad de material que para esas fechas se había utilizado, basta decir
que en la fabricación de blocks se habían utilizado unos 6 mil barriles de
cemento, lo que equivalía a unas 1,023.6 toneladas (1 barril=170.6 kg). En la
construcción había un plantilla de unos 160 hombres trabajando y el terreno
total de la planta era de 50 acres (20 hectáreas), incluyendo los corrales de
engorda, terreno que se encontraban inmediatamente al oriente de la maderería
de la 4C que se encontraba frente a la estación del ferrocarril.
También, para esas
fechas, ya se había instalado la planta generadora que con sus calderas y
motores que suministrarían energía eléctrica para toda la planta con una
capacidad máxima de 300 caballos de fuerza y estaba lista para entrar en
operaciones en cuanto la planta estuviera equipada. En tránsito se encontraban
25 vagones con maquinaria para la planta, mismos que llegarían en una o dos
semanas. Todo estaba preparado, las cimentaciones para cada una de las máquinas
que debería estar dentro del edificio ya estaban construidas y su descarga
sería a través de una espuela del ferrocarril que llegaba por un costado de la
planta y terminaba en unas plataformas de recepción y entrega de productos.
Para principios de
agosto se llevaba una inversión de más de $100 mil dólares, y se decía que
cuando iniciaran operaciones se emplearían más de 100 hombres diariamente y se
tendría una producción diaria de $10 mil dólares en productos cárnicos a
precios prevalecientes en el mercado. Se esperaba que la planta pudiera estar
terminada para mediados de octubre. El rastro estaría a cargo de Walter Fife,
quien en esa época era el responsable del rastro de La Matanza, donde para
entonces, se sacrificaban entre 40 y 50 reses diarias, solo para el mercado de
Cananea, además de un buen número de cerdos, ovejas y cabras por semana.
Casi tres semanas
después, para el 20 de agosto, ya se tenían invertidos $150 mil dólares y se
había comenzado a colocar el techo en los tres primeros pisos del edificio,
solo parte del techo del cuarto piso no sería instalado todavía, ya que había
maquinaria por instalar en ese piso y aún no había llegado. En esta obra se
utilizarían muchos barriles de alquitrán (chapopote), cemento y otros
materiales para techos. Se esperaba que para mediados de septiembre el exterior
del edificio estuviera terminado, pero se seguiría trabajando en el interior
con la terminación de los detalles y la instalación de la maquinaria.
La expectativa era
que la planta estuviera lista para iniciar operaciones en algunos departamentos
a principios de octubre, y probablemente sería hasta noviembre o diciembre que pudiera
estar funcionando en todos los departamentos y produciendo los productos
cárnicos de alta calidad para lo cual fue diseñada. En principio, estos
productos estarían destinados al mercado mexicano y al suroeste de los Estados
Unidos.
Aunque para mediados
de agosto de 1907 la crisis económica mundial que se avecinaba ya daba sus
primeros avisos, en Cananea Greene, Tovrea y demás socios y colaboradores
seguían haciendo grandes planeas para la distribución de productos cárnicos,
jabones y demás subproductos que se pensaba serían fabricados en esta planta,
se decía que en México había una tremenda actividad comercial en el centro de
la República y que la construcción de la seis diferentes líneas de ferrocarril que
se tenían proyectadas significaba un enorme mercado para los productos de la planta
de Cananea, que reemplazarían a los productos elaborados de manera artesanal
para consumo local en los diferentes centros de población y se estimaba
conservadoramente que con el doble de la tasa actual de sacrificio de Cananea, no
habría producción suficiente a corto plazo para satisfacer las grandes demandas
de las poblaciones que tienen contacto con Cananea, principalmente a través del
ferrocarril, sobresaliendo Cumpas y todo el río Yaqui, Guaymas, Mazatlán,
Guadalajara y muchos otros puntos intermedios de gran importancia desde el
punto de vista comercial, como los grandes campos ferroviarios que empleaban a
miles de hombres.
La nueva planta, se
comentaba, comenzaría con la matanza diaria de 100 cabezas de ganado mayor,
además de muchos cerdos y ovejas; es decir que en principio la matanza de
ganado se duplicaría, para después, conforme la comercialización avanzara alcanzar
la máxima capacidad de sacrificio de unas 200 reses por día. De hecho, la
empresa ya había empezado a contratar personal para su operación, de tal manera
que para principios de septiembre J. P. Christian había sido contratado como
gerente del Departamento de Tráfico.
Las actividades,
según los planes, iniciarían a principios de octubre con la fabricación de
jabón, para lo cual ya se había almacenado una considerable cantidad de
material, de tal manera, que la empresa había lanzado un concurso abierto para
que la población propusiera un nombre para el jabón que sonara popular y
pegajoso, ofreciendo una recompensa de $50 dólares a quien propusiera el nombre
más atractivo para este producto. Para ese entonces ya habían llegado ocho
vagones con maquinaria para la fábrica de jabón que ya estaba siendo instalada.
Sin embargo, la
construcción de la planta empezaría a tener retrasos y aunque no fue posible
confirmar si al menos la fábrica de jabón empezó a operar a principios de
octubre como estaba planeado, todo parece indicar que no, como tampoco lo hizo
el resto de la planta en las fechas previstas durante su construcción.
Aunque las finanzas
de Greene estaban en decadencia, todavía tenía el apoyo del porfiriato a través
del Triunvirato de Sonora, que en ese tiempo estaba representado por el Luis E.
Torres como gobernador del estado, quien con fecha 17 de octubre de 1907 firma
un contrato entre Gobierno del Estado y The Sonora Packing Company, S. A. representada
por A. C. Bernard, contrato sumamente laxo y con grandes ventajas para la
empresa, donde sobresale la exención de impuestos por 10 años y no tendría
competencia en el Distrito de Arizpe por el mismo periodo. Este contrato
muestra realmente como los gobiernos federal y estatal trataban a todos los
inversionistas extranjeros, principalmente a los estadounidenses. Por conocer
los detalles de este contrato, realmente vale la pena transcribirlo en su
totalidad. El contrato fue ratificado por el Congreso Estatal el 29 de octubre
de 1907 y publicado en La Constitución, periódico oficial del estado, con fecha
2 de noviembre de 1907 y decía:
GOBIERNO
DEL ESTADO
PODER
LEGISLATIVO
LUIS E.
TORRES, Gobernador
Constitucional del Estado Libre y Soberano de Sonora, a sus habitantes, sabed:
Que el Congreso del Estado ha tenido a bien
decretar lo siguiente:
NUMERO
11
El Congreso del Estado, en nombre del pueblo,
decreta lo siguiente
LEY QUE
APRUEBA UN CONTRATO
Artículo
único. Se aprueba el
contrato celebrado con fecha del mes actual, entre el Ejecutivo del Estado y
“The Sonora Packing Company, S. A.”,representada por el Señor A. C. Bernard,
para el establecimiento de un rastro y una casa empacadora y refrigeradora de
carnes en el Distrito de Arizpe.
Comuníquese al Ejecutivo para su sanción y
promulgación.
Salón de sesiones del Congreso del Estado.-
Hermosillo, 29 de Octubre de 1907.- Fernando Aguilar, D. P.- C. A. Díaz, D.
S..- Fco. V. Escalante, D. S.
Por tanto, mando se imprima, publique,
circule y se le dé el debido cumplimiento.
Palacio de Gobierno del Estado.- Hermosillo,
Octubre 29 de 1907.- Luis E. Torres.- Alberto Cubillas, Srio.
El contrato a que se refiere la ley anterior,
es el siguiente:
CONTRATO
Celebrado entre el Ejecutivo del Estado de
Sonora y “The Sonora Packing Company, S. A.”, representada por su apoderado
especial el Sr. A. C. Bernard, para el establecimiento de un rastro y una casa
empacadora y refrigeradora de carnes en el distrito de Arizpe.
Artículo
1º. “The Sonora Packing Company” se
obliga a establecer en el Distrito de Arizpe, por su propia cuenta o por la de
la compañía o compañías que al efecto organice, un rastro para la matanza de
reses, cerdos y carneros, y una casa refrigeradora y empacadora para la
conservación y envase de la carne de dichos animales, con capacidad mínima de
cien reses diarias.
Artículo
2º. También queda autorizada “The Sonora
Packing Company” para construir en el Territorio del Estado las vías
telegráficas y telefónicas que estime necesarias para su servicio.
Artículo
3º. Ni los telégrafos, ni los teléfonos
podrán construirse sin que antes se presente el plano de cada uno de ellos al
Gobierno y este le dé su aprobación.
Artículo
4º. Las vías telegráficas y telefónicas
que la empresa pueda construir, en virtud de los artículos anteriores, serán de
aquellas que las leyes consideran como de jurisdicción del Estado, y siempre
que no ataquen derechos anteriores, pues si se tratare de las que deban
reputarse como vías generales de comunicación, deberá obtenerse antes la
respectiva concesión del Gobierno Federal.
Artículo
5º. Los capitales empleados en la
construcción y sostenimiento de la refrigeradora, empacadora, rastro y vías
telegráficas y telefónicas a que se refieren los artículos anteriores, así como
los que se inviertan en el pago de empleados y operarios en la construcción de
edificios, obras y mejoras necesarias para la empresa, y también los bonos y
acciones de la misma, quedan exentos durante diez años, contados desde que la
casa empacadora comience a funcionar, de todas las contribuciones del Estado y Municipales
existentes o que en lo sucesivo se establezcan.
Artículo
6º. Por el mismo término de diez años,
los productos de la empresa que se destinen para fuera del Estado, quedará,
exentos de toda clase de derechos del Estado y Municipales; y los que se
consuman dentro del Estado solo pagarán el impuesto de degüello y las
contribuciones Municipales que existan en el lugar de consumo, con arreglo a
las leyes respectivas. Queda entendido que el degüello será hecho con sujeción
a los Reglamentos Municipales sobre rastros.
Artículo
7º. Por el mismo término de diez años el
Gobierno no otorgará concesión semejante a la presente para el distrito de
Arizpe.
Artículo
8º. Por igual término de diez años,
quedan exentos de toda contribución personal del Estado a los empleados de la
Empresa que trabajen con ella a sueldo. Esta exención no comprende los
impuestos personales del Municipio, los cuales deberán pagarse. Por el mismo
periodo de tiempo, los empleados y obreros de la empresa estarán exentos del
servicio militar del Estado y de cargos concejiles.
Artículo
9º. Las obras de construcción para el
establecimiento de la casa refrigeradora y empacadora y del rastro, deberán
comenzarse dentro del plazo de seis meses contados desde la fecha de la
promulgación de este contrato, y deberán estar concluidas y al servicio del
público, dentro de tres años contados desde la misma fecha. Al terminar los
tres años la empresa dará el correspondiente aviso al Gobierno de haber
cumplido con las obligaciones contenidas en este contrato.
Artículo
10º. “The Sonora Packing
Company” deberá dar oportunamente aviso a Gobierno del Estado de la formación
de la compañía o compañías destinadas a la explotación de la empresa a que este
contrato se refiere, remitirá una copia de sus estatutos y deberá obtener del
mismo Gobierno el permiso necesario para traspasar la concesión.
Artículo
11º. Para todos los fines
legales queda la empresa domiciliada en el Estado y estará sujeta a las leyes y
jurisdicción del mismo en todo lo que se relacione con sus trabajos y objeto.
Además, la misma empresa deberá tener un representante debidamente autorizado
en esta capital, para entenderse con el Gobierno en todo lo que fuere
necesario.
Artículo
12º. La empresa queda
obligada a proporcionar a Gobierno del Estado todos los informes y datos
estadísticos y económicos que le pida sobre la negociación en general.
Artículo
13º. Para garantizar el
cumplimiento de este contrato “The Sonora Packing Company” depositará dentro de
sesenta días contados desde hoy, en la Tesorería General del Estado, CINCO MIL
PESOS, CUYA SUMA PERDERÁ en favor de la Hacienda Pública en el caso de que se
declare la caducidad del presente contrato por cualquiera de las tres primeras
causas enumeradas en el artículo siguiente; pero en caso contrario, la suma
mencionada será devuelta a la empresa tan pronto justifique haber cumplido con
lo estipulado en el artículo noveno.
Artículo
14º. Este contrato
caducará por cualquiera de las causas siguientes:
I. Por no dar principio a los trabajos para el
establecimiento de la refrigeradora, empacadora y rastro, dentro de los seis
meses contados desde la fecha estipulada.- II. Por
no estar concluidas y funcionando las expresadas instalaciones en el término de
tres años como se expresa el artículo noveno.- III. Por
no comprobar dentro del mismo término que la empresa tiene por lo menos la
capacidad que señala el artículo primero.- IV. Por
no hacer el depósito que determina el artículo anterior.- V. Por traspasar la concesión sin permiso del Gobierno.
Artículo
15º. La caducidad será
declarada administrativamente por el Ejecutivo del Estado, oyendo antes a la
empresa concesionaria, por un término prudente que se le señalará.
Artículo
16º. Los plazos
concedidos por este contrato, se suspenderán en los casos fortuitos o de fuerza
mayor, comprobados debidamente por la empresa ante el Gobierno, y dichos plazos
se entenderán prorrogados por el tiempo que dure el impedimento y tres meses
más.
Artículo
17º. “The Sonora Packing
Company” o la compañía o compañías que organice y sus sucesores, así como sus
empleados, accionistas y demás personas que representen interés en esa empresa
o tengan intervención en ella, tendrán siempre el carácter de mexicanos para
todos los asuntos que se relacionen con el presente contrato y estarán
exclusivamente sujetos a la jurisdicción de los Tribunales y autoridades de la
República y del Estado, en todos los casos cuya causa o acción tengan lugar
dentro de su territorio. Los extranjeros que tomen parte en la empresa, en
ningún caso podrán alegar derecho de extranjería, en asuntos relacionados con
este contrato, y solo podrán usar los derechos y acciones que las leyes
conceden a los mexicanos sin ninguna intervención de los agentes diplomáticos
extranjeros.
Artículo
18º. Este contrato se
someterá a la aprobación del Congreso del estado.
Es hecho por duplicado en la ciudad de
Hermosillo, a los diez y siete días del mes de Octubre de mil novecientos
siete.- Luis E. Torres.- A. C. Bernard.- Alberto Cubillas, Srio.- Rúbrica.
Es copia fiel sacada de su original.-
Hermosillo, 29 de Octubre de 1907.- Celedonio Ortiz, Q. M.
E. A. Tovrea junto
con Ben Sneed y George E. Taicott, el encargado de la obra, eran quienes, hasta
ese entonces, desde el inicio de la construcción de la planta habían estado
supervisando el avance, además de ocuparse de la preparación de planes
operativos y asuntos comerciales, que se suponía, estarían en pleno apogeo
antes de la llegada del invierno de 1907. Esto se daba porque Greene se la
pasaba viajando a Nueva York y otras partes, debido a que desde mayo la 4C
estaba presentando problemas por el derrumbe de los precios de los metales,
principalmente del cobre, además estaba enfrentando otros problemas con los
inversionistas por malas decisiones financieras, quienes aprovecharon esta problemática para quitarle el control de la
4C, y con esto, muchos de los proyectos y empresas que tenía Greene se
empezaron a tambalear.
Debido al derrumbe de
los precios del cobre, los nuevos directores de la 4C determinan que no era
costeable seguir extrayendo metal y en noviembre deciden cerrar la planta minera
para modernizarla y bajar los costos de producción, lo que provoca el despido
de la mayor parte de los obreros de la empresa, generando un éxodo de la ciudad
en el que salieron alrededor del 36% de la población, con lo que se derrumba el
mercado local, pero como la crisis tenía signos globales, los mercados foráneos,
a donde estaría dirigida una parte de los productos que elaboraría la Sonora
Packing, también se contraen, provocando que los trabajos de construcción e
instalación de maquinaria se retrasen, de tal forma, que ganado que ya se había
comprado para destinarlo a la planta de la Sonora Packing, en noviembre tuviera
que ser vendido a una empresa de California.
La situación
económica en Cananea y a nivel internacional seguía deteriorándose, ya que esta
empresa, al igual que la mayoría de las empresas de Cananea, dependía de la
salud económica de la 4C y para finales de noviembre E. A. Tovrea declaraba que
la continuidad de la construcción del edificio de la Sonora Packing, dependía
de que la minera estuviera operando, por lo que se esperaba que los trabajos de
construcción se reiniciarían inmediatamente después de la reapertura de la 4C que
se esperaba ocurriera hasta mediados de 1908.
A principios de enero
de 1908 el ganado de Cananea lo seguían enviando a los Estados Unidos y para
finales de ese mismo mes el Ing. Taicott, encargado de la obra, comentaba que
prácticamente toda la maquinaria ya estaba en Cananea y que los trabajos de
instalación podrían empezar en unas cuantas semanas.
Para finales de abril,
aunque no se comentaba sobre la situación de Sonora Packing, si se hablaba
sobre las condiciones que presentaban las praderas y el ganado, augurando una
gran temporada para los ganaderos con una producción de ganado de excelente
calidad para la producción de carne. En mayo ya se hablaba de que las
condiciones económicas en Cananea empezaban a mejorar y a principios de junio
las actividades administrativas de la empacadora empiezan a reactivarse con la
contratación de Alfred Cass como encargado del departamento de contabilidad.
Todo indicaba que
podían llegar grandes cambios para la empresa, ya que en reunión del Consejo de
Administración de fecha 23 de julio de 1908, los puntos a tratar auguraban modificaciones
en el Acta Constitutiva en el sentido de hacer cambios en el Consejo de
Administración, aumentar el capital hasta $600 mil pesos, resolver la
conveniencia de arbitrar recursos económicos o solicitar préstamos para el
desarrollo de la empresa.
E. A. Tovrea, a
principios de agosto, regresaría a Cananea para determinar si ya existían las condiciones
que justificaran la apertura de la empacadora y aunque el panorama era
alentador, no fijó fecha para el inicio de operaciones de la planta. Las
expectativas eran que la 4C estaba por concluir cuatro de los ocho hornos de la
fundición y el comercio empezaba a reactivarse. La confianza estaba creciendo y
había muchas razones para creer que a corto plazo las condiciones anteriores al
cierre de la empresa estarían restauradas.
No fue posible
encontrar la fecha exacta del inicio de operaciones de la Sonora Packing, pero
tomando en cuenta que la 4C ya había empezado a funcionar desde agosto y para
mediados de septiembre ya reportaba la producción de los cuatro hornos que
habían empezado a funcionar y esto era lo que estaban esperando los accionistas
de la empacadora, es probable que esta iniciara funciones en septiembre u
octubre. Lo que es seguro es que empezó operaciones con el rastro en el último
tercio de 1908 y para principios de marzo de 1909 la Sonora Packing estaba
trabajando en la apertura de una elegante y moderna sucursal de la carnicería en
el nuevo edificio del Banco Mercantil.
A partir del inicio
de operaciones, la Sonora Packing, empezó a crecer muy rápidamente y para
finales de 1909 ya se encontraba enviando productos a Guaymas y otros sitios más
al sur, y para mediados de enero de 1910 había establecido una sucursal en
Nogales, Sonora y había iniciado los envíos de productos para expenderlos en el
nuevo mercado municipal donde había rentado tres locales.
E. A. Tovrea, para
principios de marzo de 1910, declaraba que al menos que ocurriera algún
problema, para el verano estaría en funcionamiento el segundo edificio de la
planta, una construcción de tres plantas, construido con el mismo tipo de
materiales que el anterior, ya que se había incorporado capital adicional a la
empresa, y decía, se llevarían a cabo los planes originales de la empresa. La
maquinaria ya estaba en Cananea lista para la instalación.
En esta fotografía del 13/05/1911 donde se observan las tropas de Juan G. Cabral entrando a Cananea, La Empacadora esta al fondo a la derecha (Foto: J. A. Durazo). |
Debido a que la construcción de la planta no se había realizado de acuerdo a los planes y conforme fue autorizada mediante el contrato autorizado por el congreso el 29 de octubre de 1907, que en su Artículo 9º decía que debía terminarse en un plazo de tres años, Gobierno del Estado estaba otorgando a la empresa una prórroga por otro periodo igual mediante la Ley No. 46 de fecha 25 de octubre de 1910.
La sociedad de la
empresa empezaba a tener problemas para fines de 1910 y para enero de 1911, Greene
a través de la Cananea Cattle Company, había propuesto comprar todos los
bienes, derechos y acciones que constituían el activo de la sociedad, asunto
que se resolvió en la siguiente junta del consejo de administración del 4 de febrero.
De esta manera la Sonora Packing pasaría totalmente a manos de Greene a través
de la Cananea Cattle.
Greene seis meses
después, muere el 5 de agosto después de sufrir un accidente en su carruaje que
se le complica con neumonía. A partir de entonces todos los negocios quedan
manos de su viuda Mary Proctor de Greene y descendientes. A la muerte de
Greene, Charles E. Wiswal era el superintendente de la Cananea Cattle Company y
posteriormente presidente, cuando en 1918 se casa con Mary Proctor Vda. de
Greene. De la mano de Wiswal la empresa entraría en una etapa de estabilización
y sería presidente hasta su muerte en 1952, pero nunca se construirían todos
los edificios planeados durante la creación de la empresa, solo se harían
algunas adiciones menores.
En 1937 la Cananea
Cattle Company, debido a que desde 1934 se solicitaba expropiar el latifundio
Greene, cambia su razón social a Compañía Ganadera de Cananea, pero los dueños
seguían siendo los mismos en sociedad con otros inversionistas, para después,
en 1944 formar, bajo el mismo esquema, otras empresas bajo los nombres de
Ranchos de Cananea y Greene
Cattle Company.
El último pilar del
emporio creado por Greene era la doblemente viuda Mary Proctor, ya que los
hijos de este, llevaban una vida disipada y solo Billy Jr., decían, tenía
cierta capacidad para llevar los negocios, pero desde 1952 enfrentaba una
demanda de divorcio de su esposa Rosina Cotter y existían varias órdenes de
aprehensión en su contra. Con la muerte de Mary Proctor el 27 de noviembre de
1955 y esta demanda de divorcio, empezaron a aflorar los negocios que había
dejado el “Rey del Cobre” a su viuda y descendencia, información que se
aprovecha para fundamentar la demanda de la expropiación del latifundio Greene,
cuyo litigio culmina con el decreto del 5 de febrero de 1958. Expropiación con
la que inicia la debacle de los negocios de la familia Greene en Cananea y la
empacadora deja de funcionar, sin que se hubiera terminado de acuerdo los ambiciosos
planes iniciales de Greene y socios.
Un año después, el
presidente Adolfo López Mateos llega a Cananea y el 8 de febrero de 1959 en una
ceremonia efectuada en el Rancho Los Martínez, hace la entrega simbólica de los
terrenos a la Unión de Sociedades Ejidales Colectivas Ganaderas de Cananea,
quedando la empacadora como un elefante blanco, que el tiempo y los saqueos se
encargaron de convertir en ruinas, hasta que en 2005 el
edificio fue demolido, desapareciendo del paisaje urbano de Cananea después de
casi un siglo de presencia, casi la mitad de ese tiempo en ruinas.
La Empacadora, se pueden observar claramente los dos edificios construidos. Probablemente al poco tiempo de ser abandonada (Foto: D. P.). |
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