LÁZARO YLDELFONSO GUTIÉRREZ DE LARA SALAZAR: “Caballo Negro”. Parte II.
Gustavo A. Moreno Martínez geogariki@prodigy.net.mx
INTRODUCCIÓN
Después de que es liberado en Cananea, según Flores Magón, Lázaro viaja a la Ciudad de México donde supuestamente se convierte en espía del porfirismo para ubicar a los liberales mexicanos refugiados en Estados Unidos. Al parecer, con esta tarea, viaja a Los Angeles donde se relaciona con socialistas y liberales de California y, a donde mediados de 1907, llegan Ricardo Flores Magón, Librado Rivera y Antonio I. Villarreal, después de permanecer ocultos en otros sitios de California. Lázaro desde que llegó se dedicó a escribir algunos periódicos y dar conferencias manteniéndose muy activo. En 1907 es aprehendido por órdenes del cónsul mexicano en Los Angeles y liberado iniciando 1908. Sigue muy activo con sus conferencias y otras actividades hasta agosto en que acompaña al periodista Turner en un viaje a México para documentar la esclavitud prevaleciente en Yucatán y Valle Nacional, una vez concluido el viaje regresa a Los Angeles.
RUMBO A LOS ESTADOS UNIDOS
Aunque se publicaron rumores que Lázaro Gutiérrez de Lara había sido ejecutado, sorprendentemente fue liberado el día 8 y durante tres días, probablemente, se dedicó a dejar sus asuntos en orden, sobre todo con la Minera El Picacho en donde era vicepresidente, pues, desterrado de Cananea el 11 de junio en la noche llega a Bisbee donde fue entrevistado y sus declaraciones fueron publicadas en el Bisbee Daily Review dos días después, donde declara:[1]
“No entiendo por qué me arrestaron. Lo único que sé del hecho es que yo, vicepresidente de la Compañía Minera Picacho, fui metido en la cárcel como cualquier otra persona. No tenía ninguna conexión con ninguna huelga o levantamiento. Mi reputación en México, que es el país de mi nacimiento, es el de un ciudadano respetuoso de la ley.
Solo puedo dar cuenta de todo el asunto en el sentido de que fue una serie continua de injusticias, por parte de los estadounidenses que están haciendo su dinero fuera de México, contra los mexicanos, con mucha discriminación.
Los estadounidenses dispararon contra los mexicanos a montones. Todo el mundo lo sabe ahora. Luego metieron a los mexicanos en la cárcel. No puedo entender por qué método de razonamiento se pudo hacer esto, pero se hizo, y yo, simplemente porque era un Mexicano, o mejor dicho a mi noción, porque yo era uno de los interesados en una propiedad minera muy valiosa que un funcionario de Cananea tiene en la mira, me metieron en la cárcel con los demás, y allí me quedé hasta que mi identidad se hizo tan conocida a los funcionarios que no se atrevieron a mantenerme allí mucho más tiempo. Y aquí me ven ahora, de nuevo un hombre libre.”
Además el periódico en la misma nota hace los comentarios siguientes:
“De Lara fue tibio en su denuncia de la justicia tal como se ha hecho en Cananea, intercalando continuamente sus comentarios con el deseo de no ser citado en el asunto. Sin embargo, habla libremente y sin restricciones sobre el tema de sus últimas experiencias y las de los cananenses.
Se informó en Bisbee y Douglas, donde De Lara es bien conocido, que había sido ejecutado con otros prisioneros por complicidad en la agitación del reciente levantamiento. Era un hombre muy vivo. Está un poco disgustado por las humillaciones que se le acumularon mientras era prisionero de guerra en el campamento minero de Sonora.”
De Bisbee, dice Ricardo Flores Magón, Lázaro se fue a la Ciudad de México a entrevistarse con los porfiristas y así lo narra:[2]
“En seguida voló de Lara a México, tuvo una conferencia con Diaz, y vino a Los Angeles en el invierno de 1906, poniéndose a las órdenes del entonces Cónsul Antonio Lozano, quien le dio el cargo de espía del gobierno de Porfirio Díaz, para vigilar los pasos de los refugiados políticos, y para indagar por mi paradero, principalmente, pues entonces se me buscaba por mar y tierra y el gobierno de Diaz tenía ofrecido por mi cabeza la suma de cuarenta mil pesos mexicanos.”
No está claro como lo supieron los magonistas, pero sin duda se enteraron años después de que Lázaro había traicionado a los liberales, ya que al regreso de la capital de la república al final de 1906 o principios de 1907 y su posterior traslado a Los Angeles se reunió con los miembros del PLM que habían logrado escapar de las redadas en Cananea, Nogales, Douglas y Cd. Juárez.
Mientras se relacionaba con los anarquistas y liberales mexicanos y estadounidense, escribía la novela Los Bribones que hablaba de eventos de Cananea y que para mayo de 1907 ya estaba a la venta. Los Bribones es una narrativa basada en hechos reales donde denuncia la colusión de la justicia con el magnate del cobre, quien tenía de rodillas a los jueces y otras autoridades municipales corruptas. Que pretendía Lázaro al escribir este tipo de novela, pues sí era cierto lo que afirmaban de su traición al movimiento liberal, no tenía sentido ni credibilidad su denuncia social.
Los Bribones de L. Gutiérrez de Lara, mayo de 1907 (Imagen: A quien corresponda) |
También escribía eventualmente para otros periódicos y junto con otros liberales participaba como redactor del periódico Revolución editado en el 660 San Fernando Street de Los Angeles por Modesto Díaz desde junio de 1907, pasquín que sólo se publicó durante nueve meses. Ese mismo año, para fines de abril, sabían que la insurrección no podía continuar como estaba la situación en la Junta Revolucionaria. El grupo no tuvo otra opción que enfocar sus baterías en reorganizarse, relocalizarse y en sacar un nuevo periódico. Para el 1 de junio Modesto Díaz puso a la luz el periódico Revolución, pero esto permitió a los detectives de la agencia Furlong ubicarlos en Los Ángeles y poner en marcha su aprehensión.[3]
Al relacionarse con los liberales y socialistas de Los Angeles conoció a Hattie Landgraf una mujer de origen alemán, nacida en el estado de Kentucky, de 47 años (1859-1946), militante del Partido Socialista norteamericano con la que se casó probablemente a mediados de 1907. Lázaro se afilia a ese partido, además de colaborar con la dirigencia del PLM. Como hablaba bien el inglés, enseñó español al grupo norteamericano que apoyaba la causa revolucionaria mexicana, entre ellos a John Kenneth Turner, un periodista que gustaba de los artículos sensacionalista, muy amigo de Lázaro.
Muy activo con los socialistas, Lázaro inicia una relación con Emma Goldman y Alejandro Berkman quienes editaban la revista mensual ‘Mother Earth’, publicada en Nueva York que escribía sistemáticamente sobre el movimiento antiporfiristas que se estaba gestando en México, quienes además, sostienen una cercana relación de solidaridad con el PLM. Inicialmente Gutiérrez de Lara es presentado en agosto de 1907 como un "refugiado de Cananea", "brillante abogado" y como autor del primer volumen de una tetralogía de novelas: Los Bribones, Amor de Tudesca, Mujer Valiente y La Huelga.[4] Aunque todo indica que los últimos tres títulos nunca fueron publicados.
Enrique Creel, el embajador mexicano en Washington dio instrucciones para que se arrestaran con el apoyo de Thomas Furlong, jefe de la policía secreta en Saint Louis y los detectives locales de apellidos Talamantes y Rico, el 23 de agosto de 1907 son detenidos Ricardo Flores Magón, Antonio I. Villarreal, Librado Rivera y Modesto Díaz; bajo los cargos de asesinato, alta traición y conspiración, a los tres primeros, mientras Díaz fue acusado de injuria y calumnia.[5] El 6 de septiembre fueron liberados pero inmediatamente de nuevo fueron aprehendidos por orden de las autoridades federales, haciéndose cargo de los detenidos el procurador de la Unión a petición de México para ser extraditados.[6]
Poco más de un mes después, el 27 de septiembre fue aprehendido Gutiérrez de Lara. Se comentaba que el cónsul de México en Los Ángeles recibió instrucciones de arrestar a Gutiérrez de Lara y que la denuncia fue presentada un día antes. Acusaba a Lázaro de un robo cometido en México, cuya acusación presentaba una serie de anomalías, ya que no se mencionaba el lugar donde se cometió el presunto delito, no se indicaba en la denuncia la cantidad de dinero robado y se omitía el nombre de la persona contra quien se cometió el delito. [7] ¿Por qué a todos los liberales se les acusa de delitos sumamente graves, mientras que a Lázaro solo se le incriminaba de un robo común? ¿Era una cortina de humo para disfrazar su aprehensión y que fuera liberado pronto? Gutiérrez de Lara había participado y participaba en esos momentos con la Junta Revolucionaria, incluso era redactor del periódico Revolución junto con Villarreal y Rivera, dirigidos por Modesto Díaz; se supone que todos eran culpables de los mismos delitos o de la mayoría de ellos. ¿Por qué a Lázaro no se le acusaba de lo mismo?
Ricardo Flores Magón, Antonio I. Villarreal y Lázaro Gutiérrez de Lara (Imagen: San Francisco Call 29/09/1907). |
Por estos aspectos atípicos de los sucesos en torno a Lázaro, años después, Ricardo Flores Magón reitera que era empleado del porfirismo y lo acusa de traidor, así lo narra:[8]
“De Lara recibía sueldo como espía del gobierno, según él mismo lo confesó bajo juramento ante la comisión investigadora que el Congreso Americano ordeno que se formara, para examinar las múltiples quejas que algunos diputados habían recibido de las arbitrariedades, atentados, atropellos de que habíamos sido objeto muchos de los refugiados que habíamos salido de México para no sufrir una muerte segura en las manos de los esbirros del salvaje Porfirio Díaz. Esa comisión trabajó a mediados de 1910 cuando Librado Rivera estaba sufriendo una sentencia inicua, por supuesta violación a las leyes de neutralidad, en la Penitenciaria de Florence, Arizona.”
Para mediados de octubre de ese mismo año se rumoraba que los querían trasladar a la jurisdicción de Arizona, donde se afirmaba que tenían procedimientos pendientes en su contra.[9] Parte de la prensa hablaba de que serían trasladados los cuatro, otra parte solo hablaba de tres, no se hablaba de lo que estaba pasando con Lázaro quien no había estado en Arizona al momento de la huelga en Cananea, por lo que no podía acusársele de nada en esa entidad.
Las autoridades admitieron la denuncia y Lázaro será retenido durante cuarenta días, tiempo que tienen los gobiernos extranjeros para probar los cargos por los que exigían la extradición. El abogado de los prisioneros liberales, Job Harriman, al respecto de la detección dijo:
"Esto es sólo otro paso en la persecución del grupo de mexicanos que se han opuesto a la política de la actual administración en México".
Amigos de ellos decían que los cargos eran falsos y no pueden probarse. Decían que el verdadero delito por el que se busca a estos miembros del PLM era la crítica al gobierno de México, delito que no era reconocido por Estados Unidos como extraditable.
A finales de noviembre de 1907 en Los Angeles se lleva a cabo el juicio para analizar el posible envío de los cuatro liberales presos a Arizona, donde por sus nexos, le convenía tenerlos al gobierno mexicano. Sin embargo, los cargos fueron desestimados uno a uno. Al finalizar la reunión del día 26 se adoptaron acuerdos que fueron firmados por prácticamente todos los presentes, resoluciones que acordaron enviar al Presidente Roosevelt:[10]
"Por cuanto los señores Magón, Villareal, de Lara y Rivera están siendo perseguidos en este país por delitos políticos en México y no por delito alguno cometido; y:
Considerando que las tiranías de México y el robo prepotente y la opresión cometidos por los funcionarios de ese país justifican la conducta de estos hombres; por lo tanto, sea
Se resuelve: Los abajo firmantes solicitan a Su Excelencia, el Presidente de los Estados Unidos, que dé publicidad a estos hechos y prevenga, si es posible, una mayor persecución y procesamiento de estos hombres mientras se encuentren en Estados Unidos".
Sin embargo, el día 27 se les complicaron los alegatos pues la fiscalía introdujo como prueba una carta fechada el 6 de agosto de 1906, dirigida a los miembros de la Junta Revolucionaria e interceptada por las autoridades donde Salvador C. Haro, de El Paso, comenta que quiere quitarle la vida a Díaz y pide instrucciones para fabricar una bomba.[11]
El día 18 de diciembre, el defensor Harriman hizo un pedido de desestimación de la denuncia contra su cliente, pero el fiscal Oscar Lawler dijo que presentaría una nueva denuncia alegando delitos distintos a los contenidos en la denuncia original, solicitud que fue rechazada por el comisario. Hasta ese día no se había interpuesto una nueva denuncia y se dictó el auto solicitando la comparecencia de Lázaro para el lunes 23.
Finalmente el 21 de diciembre se dicta sentencia para que Flores Magón, Villarreal y Sarabia sean enviados para ser juzgados en Arizona bajo el cargo de violar las leyes de neutralidad.[12] Se estableció una fianza de $5000 dlls, aunque este fallo se pretendía impugnar por la defensa.[13] Mientras tanto, Lázaro sigue preso acusado por el delito de robo, aunque las autoridades le inventaban otro delito cada vez que la corte echaba abajo los argumentos, cargos que lo mantenían en la cárcel.
Ese mismo día el juez federal de distrito Olin Welhorn emitió un recurso de hábeas corpus[14] para que el lunes 23 de diciembre a las 10:30 de la mañana compareciera Gutiérrez de Lara ante el tribunal, afirmando había estado retenido tres días más del tiempo permitido por lo estipulado en el tratado de extradición entre México y Estados Unidos. El tratado prevé que una persona acusada de violar las leyes de neutralidad del país en el que reside puede ser detenida durante cuarenta días. El abogado de Lázaro argumentó que esta disposición ha sido ignorada dos veces, habiendo estado detenido durante cuarenta y tres días en dos ocasiones distintas y que se le mantenía detenido ilegalmente. Fue acusado primero de robo a mano armada y retenido durante más de los cuarenta días especificados en el tratado de extradición. Luego Lawler presentó otro cargo por otro robo simple por el cual se le retuvo otros cuarenta y tres días más. Al ser desestimadas sus acusaciones, el fiscal dijo que presentaría un nuevo cargo contra Lázaro.[15] Días después se presentó otra acusación por el robo de leña con valor de unos $23 de los terrenos de la Cananea Consolidated Copper Company, por lo que el demandante era William C. Greene; sin embargo, no se presentaron pruebas sobre el valor de la madera extraída, además que se argumentó que en agosto de 1903 ya había estado en la cárcel de Cananea por este supuesto delito, por lo que este cargo también fue desestimado y fue liberado el 8 de enero de 1908 después de permanecer 104 días en prisión.[16] Al salir manifestó su deseo de permanecer en Los Angeles.
Llama la atención lo débil de las acusaciones y argumentos contra Gutiérrez de Lara, como sí no quisieran que permaneciera mucho tiempo en la cárcel, parecía más una estrategia para cubrir la traición de la que Ricardo Flores Magón lo acusaría años después: ser un espía del gobierno mexicano. De hecho, poco más de dos meses después de su liberación, Lázaro se encontraba en Los Angeles inmiscuido en un proyecto agrícola para aclimatar algunos árboles frutales de México como el aguacate, el zapote, zapote amarillo y chico zapote; el Secretario de Fomento, Colonización e Industria del gobierno porfirista, Olegario Molina Solís, lo contactó para animarlo con el proyecto, mientras las publicaciones mexicanas retoman la propuesta.[17] Es extraño que un socialista, presuntamente un crítico y acérrimo enemigo del porfirismo, recién salido de la cárcel por las acusaciones de ese gobierno, sea contactado por éste para animarlo en un proyecto agrícola cuando, además, seguía bajo la supuesta vigilancia de los servicios secretos contratados por el gobierno mexicano.
Durante el primer semestre de 1908, Lázaro siguió muy activo dando conferencias, incluso haciendo estudios de campo sobre el desempleo, los trabajadores del campo y los vagabundos, que al menos en California por esas fechas abundaban debido a la falta de empleo.[18]
Al inicio del segundo semestre de 1908, después del regreso de México de John Murray, un miembro del Partido Socialista americano, periodista y sindicalista quien fue a buscar y obtener información de primera mano sobre las condiciones del país. John Kenneth Turner estaba preocupado y debía tomar decisiones difíciles en julio y agosto, esos días pasó mucho tiempo platicando con Lázaro. Después consultó a Elizabeth Trowbridge, la rica heredera de Boston graduada de Radcliffe, quien financiaba muchas de las actividades de los liberales. No tardó mucho en acordarse el plan para visitar México. Turner y Gutiérrez de Lara viajarían a México, específicamente a Oaxaca, Yucatán y Quintana Roo. John se presentaría en Valle Nacional como comprador de tabaco de una compañía de Nueva York y como un agente para comprar fibra de henequén en la península de Yucatán; mientras que Lázaro desempeñaría el papel de intérprete y guía. Por supuesto, Elizabeth aceptaría sufragar los gastos del viaje.
HACIA LOS CAMPOS DE ESCLAVITUD
La intensa actividad de Gutiérrez de Lara en la zona de Los Angeles se vio interrumpida a finales de agosto de ese mismo año, cuando un día cerca de las siete de la tarde, él y Turner, cada quien por su lado, llegaron a la estación del ferrocarril y para no dejar rastro se subieron de polizontes en el tren con rumbo a El Paso. [19] Iban disfrazados de vagabundos y su partida en secreto, así como las condiciones de vestimenta y de transporte que eligieron, iban de acuerdo con las circunstancias del momento, pues ambos seguían muy vigilados por los servicios secretos. El gobierno mexicano buscaba por todos los medios neutralizar a los miembros importantes del PLM que vivían en Estados Unidos y Lázaro era uno de ellos, al menos eso parecía.
Lázaro Gutiérrez de Lara vestido de vagabundo, c08/1908 (Imagen: Internet, varios sitios). |
Así “trampeando” en el ferrocarril de Los Ángeles a El Paso, se les escabulleron a un grupo de espías, policías y detectives privados contratados por el gobierno porfirista. Cuando llegaron a El Paso, según Ethel la esposa de John, se rasuraron, se bañaron, se cambiaron de traje, dejaron el papel de vagabundos para convertirse en agente de compras y traductor.[20]
En el cruce fronterizo John dijo ser un inversionista estadounidense que estaba interesado en comprar una hacienda en el sureste: una plantación de henequén en Yucatán o una hacienda tabacalera en Valle Nacional. Lázaro, como ya estaba planeado, fue presentado como intérprete y ayudante de John.
Una vez en Cd. Juárez abordaron un vagón de primera clase en el Ferrocarril Central Mexicano hacia la ciudad de México. Durante el viaje Lázaro convivió con familias que iban a emplearse en el sureste, personas que trabajaban como obreros en Estados Unidos y viajaban con la intención de visitar a sus familias en el centro del país; esto lo pudo hacer porque se movía libremente entre los vagones de primera y segunda clase. Mientras tanto, John convivía con verdaderos inversionistas y empresarios que viajaban de territorio americano al centro de la República, con los que intercambiaba ideas y obtenía información de primera mano.
A diferencia del viaje realizado por Murray pocos meses antes, cuando tuvo que llegar a hotel y llevar cartas de recomendación para visitar personas, misivas que podían comprometerlo y enviarlo a la cárcel sí por algún motivo era registrado o aprehendido. Gutiérrez de Lara y Turner llegaron a la casa de Felipe, hermano de Lázaro, cuando llegaron a la capital mexicana y, gracias a este, no necesitaban de cartas de presentación ni listas de contactos clandestinos. No había tanto peligro para John, incluso en el caso de que lo interrogara un policía. Lázaro, por su parte, sabía que podía ser reconocido en esa ciudad por sus antiguos compañeros de escuela o los amigos, incluso hasta compañeros de trabajo, pero probablemente no la policía ya que nunca había sido aprehendido en esa ciudad. Además, Lázaro contaba con Felipe y otros amigos que podían avisarle o acompañar a John en el caso de que hubiera algún riesgo. Cuando partieron de la Ciudad de México hacia el sureste, Lázaro se sintió más liberado de cualquier riesgo de ser reconocido, pues a los estados hacía donde se dirigían: Veracruz, Yucatán y Oaxaca, absolutamente nadie lo conocía.[21]
Valle Nacional era parte de la región tabacalera del estado de Oaxaca. Los esclavos que trabajaban en estas haciendas eran gente atraída a través de contratos falsos, por arresto policiaco o bien por secuestro, como sucedía con los yaquis de Sonora quienes se habían levantado en armas en Sonora contra el porfirismo por el despojo de sus tierras ancestrales, pero el gobierno estatal no capturaba a los que se encontraban en pie de guerra en las sierra, secuestraba a los que se encontraban en los poblados o trabajaban en las haciendas de la región, con mujeres y niños eran llevados a Oaxaca y Yucatán para ser vendidos como esclavos. Esta esclavitud era la que querían documentar Turner y Gutiérrez de Lara, ya que era el objetivo central del viaje.
Permanecieron en la capital mexicana durante algunos días, después abordaron el Ferrocarril Mexicano a las siete de la mañana en la estación Buenavista de la Cd. de México con derrotero al puerto de Veracruz, donde abordaron un barco rumbo a Progreso, Yucatán, con una escala en Coatzacoalcos, siguiendo la misma ruta en la que transportaban a los yaquis para ser vendidos como esclavos a las haciendas henequeneras de ese estado.
Una vez documentada la esclavitud en esa región, no sin algunas dificultades, pues había que ganarse la confianza de enganchadores y hacendados, abordaron el barco de regreso a Veracruz donde tomaron el tren rumbo a Córdoba. En esa ciudad transbordaron y se subieron a un tren más pequeño hasta la estación El Hule (Papaloapan), municipio de Tuxtepec, estado de Oaxaca, sobre la margen derecha del Río Papaloapan. De allí continuaron hacia el sur, probablemente a lomo de caballo o mula, durante unos 60 kilómetros para llegar a San Juan Bautista Valle Nacional, el extremo sur de la región tabacalera de esa zona, ya que el valle se extendía desde esta última población hasta Tuxtepec donde daba inicio la planicie costera de Veracruz.
Estación El Hule (Papaloapan), Oaxaca, finales de 1920´s (Imagen: Gob. de Tuxtepec). |
Una vez documentada la esclavitud de esta zona, viajaron de regreso a la Ciudad de México donde, de nuevo, llegaron a la casa del hermano de Lázaro permaneciendo algunos días antes de viajar de regreso a Los Angeles.
Lo que Gutiérrez de Lara y Turner encontraron en Yucatán y Valle Nacional estaba más allá de lo que habían imaginado ellos mismos y los socialistas de California. Las élites políticas y gobernantes de Sonora no sólo se llenaban los bolsillos con el presupuesto militar y provisión de las tropas; también estaban haciendo otro negocio para aumentar sus ganancias: la venta de yaquis y otros indios de las etnias del estado como esclavos.[22] Peor aún, la élite de Sonora no le estaba ocultando nada del comercio de esclavos a Porfirio Díaz, de hecho era el cómplice principal, lo sabía porque su sobrino Félix Díaz y otros parientes cercanos estaban involucrados en el tráfico de los esclavos, sobre todo en Valle Nacional. Bien conocidos son el autoritarismo, la desigualdad, los abusos y la corrupción que caracterizaron a la época porfirista; el sistema de esclavitud o semi-esclavitud que prevaleció en Valle Nacional y en Yucatán son claros ejemplos de ello, pues se alimentaban de la persecución política, el secuestro y prisioneros comunes. Estos abusos pretendían validarlos con una ideología que justificaba la discriminación racial y la limpieza étnica.[23]
La relación que hizo John Kenneth Turner de la esclavitud en el país en “México Bárbaro” y en los artículos previos que publicó en “American Magazine”, tuvo tanto éxito que se le comparó con las obras de Thomas Paine sobre la revolución de Independencia estadounidense. Sin embargo, el trabajo de guía y traductor de Lázaro pasó desapercibida y quedó prácticamente en el olvido.
REFERENCIAS
[1] Bisbee Daily Review, June 13, 1906.
[2] Regeneración, Junio 08, 1912.
[3] Lomnitz, Claudio, pp200.
[4] Javier Torres Parés, pp80.
[5] Los Angeles Herald, August 24, 1907.
[6] Revolución, Octubre 05, 1907.
[7] Los Angeles Herald, September 28, 1907; San Francisco Call, 29 September 1907.
[8] Regeneración, Junio 08, 1912.
[9] Los Angeles Herald, October 17, 1907; El Nuevo Mexicano, Octubre 26, 1907.
[10] Los Angeles Herald, November 27, 1907.
[11] Bisbee Daily Review, November 28, 1907; San Francisco Call, November 28, 1907.
[12] Revolución, Diciembre 28, 1907.
[13] Bisbee Daily Review, December 26, 1907.
[14] Derecho del ciudadano detenido o preso a comparecer inmediata y públicamente ante un juez o tribunal para que resuelva si su arresto fue o no legal.
[15] Los Angeles Herald, December 22, 1907; Los Angeles Herald, December 24, 1907
[16] Los Angeles Herald, January 09, 1908
[17] Los Angeles Herald, March 15, 1908.
[18] Los Angeles Herald, 06 July 1908; Los Angeles Herald, 27 July 1908.
[19] Lomnitz, Claudio, pp153.
[20] Lomnitz, Claudio, pp156.
[21] Lomnitz, Claudio, pp160.
[22] Lomnitz, Claudio, pp166.
[23] De Teresa, Ana Paula pp79-80
BIBLIOGRAFÍA
De Teresa, Ana Paula.- Del Porfiriato a la revolución: La Propiedad de la tierra en la Parroquia de Valle Nacional, Oaxaca, 1884-1915. Cuadernos del Sur, Revista de Ciencias Sociales. CIESAS INAH. Enero-Junio 2020, Oaxaca, México. Año 25 No. 48 pp61-83.
Lomnitz, Claudio.- El Regreso del Camarada Ricardo Flores Magón (Traducción de Jorge Aguilar Mora). México 2016.
Torres Parés, Javier.- La Revolución sin Frontera. El partido Liberal Mexicano y las relaciones entre el movimiento obrero de México y el de Estados Unidos. 1900-1923. Facultad de Filosofía y Letras UNAM. México, D. F. 1990.
HEMEROGRAFÍA
El Contemporáneo, Mayo 08, 1907.
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Bisbee Daily Review, November 29, 1907.
Los Angeles Herald, November 30, 1907.
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Los Angeles Herald, December 22, 1907.
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Los Angeles Herald, December 24, 1907.
Bisbee Daily Review, December 26, 1907.
Imperial Valley Press, December 28, 1907.
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Arizona Republican, December 29, 1907.
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Los Angeles Herald, December 29, 1907.
San Francisco Call, December 29, 1907.
Tombstone Epitaph, December 29, 1907.
Los Angeles Herald, January 09, 1908.
Regeneración, Enero 18, 1908.
Los Angeles Herald, March 15, 1908.
Los Angeles Herald, July 6, 1908.
Los Angeles Herald, July 27, 1908.
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