lunes, 9 de marzo de 2015

CANANEA EN LA HISTORIA (HASTA LA MUERTE DE GREENE).
Gustavo A. Moreno Martínez moremar@prodigy.net.mx
Y en tanto que media ciudad duerme, la otra sigue laborando en el fondo de las minas y entre el fuego […] y así pasan las horas y nunca el alba sorprende a la ciudad durmiendo toda [...] Y cuando las sombras de la noche han sido arrolladas por los rayos del sol –que desciende por las montañas a los campos y a la ciudad–, los trabajadores de la noche salen de las bocas de las minas y de los talleres y van a recuperar las fuerzas perdidas al dichoso y honrado hogar, en tanto que sus compañeros, los que descansaron con el día, siguen funcionando en esta interesante y gigantesca empresa minera.
García (1905-1907)
Introducción
En el capítulo anterior se incluyó la historia hasta la etapa de la colonización de esta zona de Sonora, incluyendo el descubrimiento de las minas de Cananea, mismas que con el tiempo, regirían los tiempos en este mineral, ya que muy pocas cosas ocurrirían que impactaran a la población, que no estuvieran ligadas con la explotación minera y los mineros. En esta segunda entrega de “Cananea en la Historia”, se hará un recorrido por su historia durante el siglo XIX, hasta la muerte de Greene en 1911.
Siglo XIX
Mientras en Cananea, a finales del siglo XVIII y principios de XIX, las minas continuaban sin poder aprovecharse de manera permanente y seguía siendo una población con escasos habitantes, principalmente indígenas, ya que los españoles se encontraban asentados en poblaciones más seguras, como Bacanuchi y Bacoachi o más al sur.
A partir de 1808, el imperio español entro en un periodo de crisis aguda, que en los años siguientes, habría de terminar en su desarticulación. En sólo un par de décadas, España perdió casi la totalidad de sus colonias americanas. Se formó de este lado del Océano Atlántico, un conjunto de países, separados ya de su antiguo centro de poder, enfrentados a constituirse como estados independientes.
En Sonora no existieron brotes de rebelión que apoyaran el movimiento de Independencia encabezado por Miguel Hidalgo, debido principalmente a la lejanía con la capital de la Nueva España y la ruta comercial de recuas de mulas que hacía muy lenta la comunicación, además que los intereses económicos de los españoles de la región, dueños del capital o Notables, como se les conocía, no se vieron afectados y no había motivos para participar a favor de la causa del movimiento insurgente. Por otra parte, debido al aislamiento geográfico en el que se encontraba Cananea en esa época, y a la poca importancia de la población, difícilmente habría tenido participación en esta guerra. Sin embargo, aunque con efecto retardado, habrían de sentirse, como en todo el Estado de Sonora, los cambios políticos y administrativos que se dieron una vez lograda la independencia e iniciada la República.
La vida independiente ofreció a la población regional la oportunidad de organizarse políticamente y manifestarse, tanto en los asuntos de carácter nacional, como en los de carácter local. En cuanto a los primeros, es obvio que las opiniones, tendencias políticas e intereses de las personas y grupos de la región no podían tener influencia decisiva en los foros nacionales; más bien, ocurrió lo contrario, por tratarse de zonas aisladas y marginadas, con poca población, sin medios para influir en los acontecimientos que se desarrollaban en el centro del país.
En Cananea, cuyo destino estaba ligado a la minería, las minas habían sido adquiridas por Francisco Manuel de Elguea, quién las vendió en 1820 a José Pérez de Arizpe, persona que asentaría la primera mina importante en el mineral. Don José Pérez de Arizpe traspaso las minas a su hijo, el teniente coronel Ignacio Pérez, quién se asoció con José María Arballo estableciendo en 1831 una hacienda de beneficio en ¨El Riíto¨, sin embargo, al igual que los intentos anteriores por desarrollar las minas de Cananea, se vieron frustrados por la inseguridad que representaban los cada vez más constantes y feroces ataques de los apaches, quedando abandonadas las minas hasta poco antes de 1860, cuando el Gral. Ignacio Pesqueira adquirió las primeras propiedades mineras que incluían las minas ¨El Ronquillo¨, ¨Chivatera¨, ¨La Plomosa¨, ¨La Tordilla¨ y ¨Cobre Grande¨, logrando trabajarlas continuamente mediante la permanencia de soldados en Cananea (Vieja) y posterior construcción de un fuerte a principios de 1865, probablemente en lo que ahora es el barrio del Barrilito, al norte de la estación del ferrocarril, permitiendo esto, que la minería en Cananea creciera y empezaran a llegar buscadores de minas y capitales extranjeros, principalmente de Estados Unidos.
Al igual que la guerra de independencia, en las guerras de reforma y de la intervención francesa, Cananea no tuvo injerencia directa, solo indirecta, cuando durante la intervención francesa, Ignacio Pesqueira, después de ser derrotado el 22 de mayo de1865 en La Pasión, cerca de Guaymas, huye hacia el norte, pasa por Hermosillo donde abandona la plaza sin combatir y se reconcentró en Ures. Allí fue atacado el día 13 de julio y resistió a sus enemigos hasta el 31 de julio en que rompió el sitio y se dirige a Cananea. Le quedaban como 400 hombres de su división en completo estado de desmoralización, que se le desbandaron en La Concepción, y casi solo llega a Cananea (Vieja) y allí, el 11 de agosto de 1865, en el Fuerte Pesqueira entregó el gobierno y la comandancia militar al Gral. Jesús García Morales, con el propósito de trasladarse a California en busca de pertrechos de guerra.
Las minas seguirían operándose como lo había venido haciendo desde que las adquirió Pesqueira y es hasta principios de los 1880´s, que con el uso de la electricidad, primero en la industria, y luego en forma generalizada, se inicia una segunda revolución industrial, donde también se descubrió que el cobre era el metal ideal para conducirla, por su abundancia y costo, lo que desembocó en una desenfrenada búsqueda del metal rojo, que apenas unos años atrás era desdeñado en la explotación de las minas. Explicándose de esta manera, una mayor afluencia de capitales extranjeros que ya habían empezado a fluir hacia Cananea, con más frecuencia y en mayor cantidad.
En 1883 Pesqueira vendió las minas que había adquirido al anglo-americano C. S. Benhan, quién organizó la Cananea Mining Co. que operó hasta 1886. Durante 1884 y 1885 también operó en Cananea, la minera King Copper Company.
En 1885 el general Ignacio Pesqueira denunció o volvió a denunciar las minas ¨Pavo Real¨, ¨Elenita¨, ¨Verde o Cobre Grande 5¨, ¨El Tordillo¨, ”San Rafael”, “Alfredeña”, “San Ignacio” y “El Ronquillo”, y estas serían las últimas minas que denunciaría, ya que muere el 4 de enero de 1886, y para abril del mismo año, las minas de Cananea habían dejado de operar y se encontraban abandonadas.
Hilario S. Gavilondo, quien a su vez había denunciado el fundo ¨Juárez¨ que había sido propiedad de O. D. Croker, constituyó la Empresa Minera Mexicana, compañía que crecería en 1888 con la adquisición de la mina ¨Que Esperanzas¨ de Jorge Kent, y en 1889 compra “La Elenita” a los herederos de Pesqueira y después denunció los fundos mineros ¨La Quintera¨, ¨Alfredeña¨ y ¨Unión Mexicana¨, esta última había pertenecido a los hermanos Robles.
Época de Greene
A fines del siglo XIX llega a Cananea el Coronel William C. Green quién adquirió las propiedades de Empresa Minera Mexicana y organizó en 1896 The Cananea Cooper Co., así como otras empresas que terminarían por ser absorbidas por la Cananea Consolidated Cooper Company, del mismo Greene, empresa que después sería coloquialmente conocida como las ¨4C¨.


Mina Cobre Grande. Primera mina adquirida por William C. Greene.
(Arizona Historical Society. Tomada de:Sonnichsen, C. L.)

Para 1891 Cananea tenía solo unos 100 habitantes fijos, que vivían en un caserío de madera y lámina, que aparecían y desaparecían conforme se descubrían las vetas y/o las minas dejaban de operar por diferentes causas. Para 1900 ya contaba con 891 habitantes y se notaba el crecimiento de la minería que empezaba a atraer migrantes de todo México y otros países, principalmente de Estados Unidos.
Primeras casas en Cananea (Foto: UACJ. Fondo Pictórico. Colecciones Especiales).

En diciembre de 1899 William C. Greene celebra un contrato con las autoridades para el establecimiento de una planta de beneficio con capacidad de 200 toneladas diarias, la instalación de vías de ferrocarril, líneas telefónicas y telegráficas; con lo que termina la transición de la minería colonial a la industrial e inicia la transformación de Cananea hacia la modernidad, y la explotación cuprífera de Cananea cobra mayor importancia en México e internacionalmente al convertirse en una de las zona mineras productoras de cobre más grandes del mundo.

 Planta de beneficio (Concentradora) de las 4C. Cananea, Son.

Esta etapa de modernidad que se experimentaba en las minas de Cananea, también se manifiesta desde el punto de vista administrativo y político, ya que Cananea se independiza del municipio de Fronteras al constituirse como cabecera municipal mediante decreto del 31 de Octubre de 1901, meses después, el 31 de Marzo de 1902, Francisco Larrañaga, primer presidente municipal, contrata los servicios de luz eléctrica, agua potable, teléfono urbano y tranvías, y de esta manera el municipio entra de lleno en la modernidad tecnológica y urbana.
Para 1901 se reconocían dos áreas bastante identificables del poblado, por un lado estaba Cananea (Vieja) y por otro El Ronquillo y entre ambos tenían una población cercana a los 3,500 habitantes, pero gracias al rápido florecimiento de la minería y otras actividades comerciales, para mediados de 1902 ya contaba con unos 12,000 habitantes. Cananea no estaba preparada para esta explosión demográfica, ya que era difícil instalar infraestructura y servicios en un tiempo tan corto, gran parte de esa gente se encontraba en terrenos de fuerte pendiente, pero además, los terrenos eran propiedad de la compañía minera. Greene para resolver esa problemática, ordenó el trazo de una nueva población sobre la Mesa Norte o La Mesa, meseta que se extiende desde la Calle Primera, hacia el este, hasta confundirse con el valle, y así, alejar el desarrollo urbano del quebrado terreno de El Ronquillo y Cananea (Vieja).


Plano de Cananea 1906 con la planeación urbana de 1902.

Al mismo tiempo que se refundaba Cananea, con una nueva estructura urbana, la bonanza del cobre enriquecía a Greene, riqueza que aprovechaba para invertir en la construcción del poblado, donde solo había donado algunos terrenos para el equipamiento urbano y el resto lo manejaba como propiedad privada a través de la Cananea Realty Company. Así mismo, invertía en el ferrocarril que comunicaría a Cananea con Naco, y de allí a todo Estado Unidos, mercado principal del cobre y otros metales que salían de las minas de Cananea. Para estas fechas, Greene ya contaba con una fortuna personal de 14 millones de dólares.
Tal era el poder de Greene, que en Cananea se festejaba anualmente el día 4 de julio, aniversario de la independencia de los Estados Unidos, aquello no era Cananea, ni un pedazo de tierra mexicana, parecía una sucursal de “Dolaria”.
Por otra parte, Greene organizaba un emporio ganadero en ambos lados de la frontera internacional, que después sería conocido como Latifundio Greene. Compraría los ranchos San Rafael y Palominas en Arizona pegados a la línea fronteriza, al mismo tiempo que se adueñaba de una gran extensión de terreno en los alrededores de Cananea, que abarcaban por el norte hasta la frontera, por el sur hasta Bacanuchi, por el oeste hasta Cocóspera y por el este hasta Naco. Para la producción de ganado en Arizona creo la Greene Cattle Company. En Sonora el 30 de septiembre de 1899 funda la Cananea Cattle Company S.A. y la Turkey Track Cattle Company S.A., que en 1906 alcanzarían una superficie de 143,657 ha y seguirían creciendo hasta alcanzar 280,118 ha en 1911. A la compañía sonorense le asignó la marca RO mientras que a la de Arizona la OR, marcas que trascenderían, con mucho, la frontera.

Emporio Ganadero de William C. Greene en 1911 (Tomada de:Sonnichsen, C. L.)

Sin embargo, esta modernidad no se reflejaba en lo social y laboral, la población en general, llevaba una vida de explotación, discriminación y miseria; reflejo de la política socioeconómica del dictador Porfirio Díaz, presidente de México. De este modo, aunque la industria, la ganadería, la agricultura y el comercio habían florecido, no beneficiaban de manera equitativa y proporcional a todas las clases sociales, y en las  minas los obreros eran explotados y maltratados por los propietarios y capataces americanos, protegidos por las autoridades locales, estatales y federales, pagándoles además, miserables sueldos comparados con los que se les pagaban a los trabajadores americanos por ejercer actividades similares.
Así pues, bajo estas condiciones socioeconómicas y políticas, para principios de 1906, Cananea tenía una población cercana a los 22 mil habitantes estando en auge la minería. De estos habitantes, unos 7,500 trabajaban en las 4C, y de ellos, unos 5,300 eran mexicanos y unos 2,200 extranjeros, principalmente norteamericanos. Los trabajadores mexicanos, en su gran mayoría, recibían un salario entre $2.50 y $3.00 pesos diarios y los norteamericanos recibían salarios mayores y pagados en dólares.
Estas condiciones hicieron que el 1 de Junio de 1906 más de 2000 trabajadores de las minas estallaron una huelga liderados por Juan José Ríos, Lázaro Gutiérrez de Lara, Manuel M. Diéguez y Esteban Baca Calderón del anarquista Partido Liberal Mexicano de filiación magonista que previamente habían fundado la Unión Liberal Humanidad y el Club Liberal de Cananea a principios de 1906.
Las principales exigencias del pliego petitorio de los huelguistas eran jornadas de 8 horas y salario de 5 pesos diarios, pero los obreros fueron duramente reprimidos por trabajadores de William C. Greene, propietario de la empresa las 4C, rangers traídos de Estados Unidos y por miembros del ejército, rurales y policías mexicanos, al mando del Gral. Luis E. Torres Jefe de la Zona Militar, Coronel Emilio Kosterlitzky Comandante de los Rurales de Sonora y Francisco Ortiz alcaide de la policía municipal.
Oficialmente el saldo de la huelga fue de 21 muertos y 19 heridos (Informe de Vázquez Barroso), más de 50 personas detenidas y cientos que huyeron por temor; sin embargo, en análisis posteriores de los eventos de la huelga, se ha logrado establecer que fueron como mínimo 36 los muertos mexicanos, 2 calcinados no identificados y 10 los americanos (G. Moreno, 2015), y alrededor de 50 heridos, en los principales días de la represión.
Como consecuencia de esta huelga, además de la dura represión contra los mineros y que siguieron trabajando en las mismas condiciones o peores, fueron apresados los principales líderes anarco-magonista y condenados a 15 años de prisión en la cárcel de San Juan de Ulúa, a donde eran enviados los enemigos políticos de Porfirio Díaz, pero fueron liberados al triunfo de Madero en 1911. Muchos obreros tuvieron que emigrar en busca de un trabajo distinto, pero la gran mayoría simplemente siguió en las minas de Cananea rumiando sus rencores y su impotencia.
Los funcionarios públicos, que eran impuestos o quitados a voluntad de Greene, probablemente porque no le gusto la actuación de estos durante el movimiento de huelga,  a petición, fueron destituidos el Presidente Municipal Filiberto Vázquez Barroso, el comisario de El Ronquillo Pablo Rubio, el director de la escuela pública Leopoldo Rodríguez Calderón y varios policías municipales.
Los directivos de la empresa también pagaron un precio, Dwight fue destituido como gerente general al mes siguiente. Greene, perdida su capacidad de maniobra y su credibilidad frente a los accionistas y la junta directiva, tuvo que pedir ayuda a Thomas F. Colé, que sin saberlo Greene, estaba asociado con John D. Ryan, quien había sido presidente a de la Anaconda una de las gigantes mineras, rival de las 4C, y ambos eran miembros de  Amalgamated Copper Complex. Fueron en su “auxilio” sólo para apoderarse de la empresa y al final del año, Greene había sido excluido de su empresa y las 4C sería una subsidiaria más de Anaconda. Con esto, además, llegaba a su fin una administración dispendiosa y deficiente en el terreno profesional. La administración estilo "viejo oeste" había llegado a su límite y si la empresa quería sobrevivir, requería una administración científica, y fue lo que el nuevo director general, Dr. Louis D. Ricketts, vino a realizar.
Las consecuencias fueron una inyección extraordinaria de capital, la reconversión tecnológica y el descenso paulatino del número de obreros extranjeros. La renovación, incluso. requirió de un cierre total de las 4C entre octubre de 1907 y julio de 1908. Cuando reanudó operaciones, lo hizo con un 82% de obreros mexicanos, proporción que aumentó todavía más en los años siguientes. La empresa, durante el periodo de 1908 a 1910, no pagó dividendos, pero el sacrificio de los accionistas valió la pena. Su futuro y las ganancias para las siguientes dos décadas estaban asegurados. De cualquier forma, las condiciones de los trabajadores mexicanos de las minas de Cananea siguieron siendo casi las mismas que en 1906.
Pero el costo social más grave de la reconversión tecnológica fue el desempleo y hasta el despoblamiento de Cananea, ya que siendo las 4C la industria más prospera del mineral, dio de baja a millares de obreros que migraron hacia otros lugares, causando una baja sensible en el dinero circulante en la población. El impacto fue de tal magnitud que para 1910, Cananea contaba con 14,841 habitantes y había perdido el 32% de la población que tenía en 1906, aunque hay que agregar, que el inicio del movimiento de la revolución tuvo influencia en la disminución de la población, al integrar a cientos de habitantes a sus filas.
Entre 1880 y 1910, la minería de Cananea vivió un periodo de auténtica restructuración y modernización productivas que siguió a más de un siglo de inestabilidad y franco estancamiento (prácticamente desde el descubrimiento de las minas), y que fue en gran medida, desde mediados de los 1880´s, una actividad concebida, dirigida y orientada por los intereses de consorcios extranjeros, particularmente norteamericanos.
Mientras tanto, William C. Greene, quien había traído la modernidad a Cananea, se encontraba viviendo entre Estados Unidos y Cananea, y había hecho crecer su emporio ganadero y otras empresas. Para mediados de 1911 se encontraba en Cananea y el 31 de julio tiene un accidente saliendo del Hotel Alejandría, donde acudía al barbero, uno de los caballos de su carruaje se encabrita y desbocado el animal, el vehículo se estrella contra una cerca de madera de una casa ubicada frente a la iglesia, queda malherido y muere a las 5:00 a.m. del 5 de agosto de 1911, al complicarse sus heridas con una neumonía. De esta trágica manera, terminaría toda una época en la que Cananea, de ser una ranchería Pima con una minería incipiente, pasaría a ser una ciudad minera de las principales del mundo en la producción de cobre y otros metales preciosos.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario