ARTURO
“RED” LÓPEZ
INTRODUCCION
La Revolución
Mexicana tuvo la característica que casi cualquier personaje podía participar
en ella: campesinos, mineros, maestros, comerciantes, profesionistas,
oficinistas, aventureros, extranjeros, amas de casa; muchos de ellos llegaron a
ser capitanes, coroneles y generales; líderes natos que trascendieron con
honores la guerra intestina de la revolución. Otros, afortunadamente los menos,
se convirtieron en traidores, saqueadores o personajes que actuaron
prepotentemente, olvidando la parte social que dio origen a esta guerra para
librarse del yugo del porfirismo. Al igual que en todo el país, la revolución
en el noreste de Sonora también aportó su cuota de personajes que, aunque
valientes y arrojados en la lucha, desprestigiaban la guerra revolucionaria,
causando problemas en la disciplina de las huestes revolucionarias y hasta la
pérdida de batallas por causa de su comportamiento antes y durante la evolución
de un enfrentamiento con el enemigo.
En esta ocasión
hablaremos de un personaje pintoresco, por llamarlo de alguna manera, quien por
su indisciplina dicen unos, corrupción dicen otros. De tal magnitud fue su
actitud que provoca la pérdida de Agua Prieta, primera ciudad fronteriza tomada
por los revolucionarios en Sonora, ciudad que se pierde mediante una de las más
sangrientas batallas de la Revolución Maderista: Arturo López al que apodaban
“Red”, personaje que aunque no tuvo ninguna injerencia en la batallas o eventos
revolucionarios que sucedieron en Cananea durante 1910 y hasta su muerte en
mayo de 1911; sin embargo, su actuación durante la batalla del 17 de abril
donde se pierde Agua Prieta a un alto costo para la causa revolucionaria, fue
definitivo para que la toma de Cananea se pospusiera al menos unos 20 días, ya
que esta se dio hasta el 13 de mayo, en lugar de llevarse a cabo días después
de la toma de Agua Prieta, como lo planeaba Juan G. Cabral.
“RED”
LÓPEZ Y SU CORTA VIDA REVOLUCIONARIA
Arturo “Red” López,
un efímero líder revolucionario muy audaz, hijo de padres mexicanos nació en
Hermosillo, Sonora en 1873, tenía dos hermanos: Silvano y Barney, y al menos
una hermana. Cuando "Red” tenía dos años su familia se trasladó a Tucson,
Arizona, donde bajo la tutela de Ignacio Boniaz, recibió su educación en inglés.
Vivió allí cinco años, hasta que a la edad de siete años su familia lo llevó a
Tombstone donde vivieron durante otros ocho años mientras seguía estudiando. De
esta ciudad se trasladaron a Charleston, cerca de Fort Huachuca donde
permanecieron un corto tiempo y después se trasladaron a Bisbee. Cuando se
involucró en la lucha revolucionaria tenía 38 años de edad y todavía permanecía
en Bisbee, donde junto con sus hermanos se dedicaba a la venta de madera. Hablaba
bastante bien el inglés y era muy conocido en todos los pueblos del sureste de
Arizona. Era un tipo robusto, sombrío, “rojo
como una puesta de sol”, decían.
Arturo “Red” López en su juventud (The San Francisco Call, April 18, 1911). |
Cómo se involucró en
la revolución, no está claro, probablemente se adhirió a Juan G. Cabral cuando
este vivía en el mineral de Ray, Ariz, o bien, es probable que a través de la
Junta Revolucionaria de Sonora, que dentro de sus funciones estaba el reclutar
hombres, tanto en Estados Unidos como México, para involucrarlos en la rebelión
contra el régimen porfirista, de tal forma, que estaba incluido dentro del grupo
de 17 hombres del ejército de Cabral con los que se lanza de lleno a la aventura
revolucionaria. Con este pequeño ejército, 20 rifles Winchester 30x30, 10,000
cartuchos y la ayuda de Juan Faraz; temerariamente Cabral entró a territorio
mexicano por la Calle 2 de Agua Prieta la noche del 13 de febrero de 1911.
Afortunadamente, ese mismo día había sido atacada Sahuaripa por los
revolucionarios y los federales tenían toda su atención en esta población, por
lo que no hubo ningún inconveniente durante el cruce de la frontera.
Arturo “Red” López , 1911 (The Marion Daily Mirror, June 09, 1911). |
Por aquellos días,
Salvador Alvarado se había separado del grupo y se encontraba en Ray, Arizona
cumpliendo con algunas comisiones por lo que no se encontraba en este grupo. El
pequeño ejército que cruzó la frontera por Agua Prieta estaba formado por:
Timoteo Cuellar, Rodolfo Jiménez, Luis Arvizu, Pedro Sandoval, Gerónimo
Sandoval, Esteban García, Ramón Contreras, José María Armendáriz, Manuel García
Barreño, Carlos Guerra, F. Montaño, Ramón Rebolledo; y los jefes: Rafael T.
Romero, Pedro F. Bracamonte y Arturo “Red” López. Apareciendo de esta manera, con
el primer grupo revolucionario en el norte de Sonora, al mando de Juan G.
Cabral.
De Agua Prieta Cabral
y sus hombres tomaron rumbo al sur por la cuenca del Río Fronteras y en la
Hacienda de Cuchuta, propiedad de Roberto Pesqueira, se abastecieron de comida
en abundancia. Otro día toman Cuquiárachi sin disparar un solo tiro. Se
refugiaron en la Sierra de Los Ajos, donde establecen la Junta Revolucionaria
de Los Ajos, por ser un lugar estratégico que se localizaba en los linderos de
los terrenos de Greene, lejos de todos los caminos principales de la época,
donde tenían bosque, cacería, leña, agua y ganado de la Cananea Cattle Company.
Mientras estuvieron reclutando adeptos, el resto del mes de febrero se
mantuvieron en los alrededores de Fronteras evitando todo encuentro con los
destacamentos de la Gendarmería Fiscal.
El día 27 de ese mes,
Cabral al frente de 37 hombres divididos en dos columnas, una por el panteón y
otra por el Camino Real, a las 05:30 a.m. ataca la plaza de Fronteras,
ordenando un fuego nutrido sobre la guarnición que ya estaba prevenida para un
ataque. Después de dos horas y media de lucha, a eso de las 08:00 a.m., los
defensores de la guarnición anuncian su rendición enarbolando una bandera
blanca y se ordenó cese al fuego. Este sería el bautizo de sangre para la causa
revolucionaria en el norte de Sonora, ya que en la primera hora de combate, el
pequeño ejército de Cabral tuvo cuatro bajas: Felizardo Cota, Manuel Trasviña,
Pedro López y José Martínez Salinas. La resistencia de la plaza estaba
constituida por 25 soldados de la Guardia Nacional bien apertrechados, por lo
que los revolucionarios tuvieron que mostrar su valentía, destacando por su serenidad
y arrojo Arturo “Red” López y otros oficiales. Curiosamente, Barney López,
hermano del “Red”, se encontraba en Fronteras formando parte de los 25 soldados
que defendían Fronteras y ostentaba el grado de sargento. Después de la
rendición de la plaza, por órdenes del Presidente Municipal, fue Barney quien
entrega las armas y municiones de los federales a su hermano, posteriormente se
traslada para Agua Prieta y días después se da de alta como revolucionario.
Mientras el grupo de
Cabral se abastecía de alimentos y otros equipos necesarios para la campaña,
llega un tren proveniente de Nacozari que inmediatamente fue abordado por “Red
López revisando si había federales a bordo, sin molestar a los pasajeros. El
tren venía cargado de mineral, alimentos y unas 100 cabezas de ganado vacuno,
por lo que fue retenido para descargar parte de la carga. Mientras en Agua
Prieta al no llegar el tren a la hora acostumbrada, se empezó a especular si
los rebeldes atacarían Agua Prieta, de tal forma que se empezó a organizar un destacamento
para salir en busca del tren.
Ese mismo día 27 de
febrero, después de abastecerse y reclutar gente para la causa, Cabral abandona
Fronteras y se dirige hacia el Cerro Tordillo donde pernocta, para continuar
otro día rumbo Bacoachi a donde entra el 28 de febrero sin que las autoridades
opongan resistencia, siendo recibidos por la población con los brazos abiertos.
En esta población se unieron a Cabral algunos vecinos, entre ellos, el antiguo
capitán del ejército, Evaristo Ramírez, que por su conocimiento de la zona y su
prestigio entre los habitantes ayudó a Cabral a reclutar más gente,
adhiriéndose a la causa al menos otros 22 hombres.
Cabral, de nuevo
apertrechado con alimentos, municiones y nuevos adeptos, se preparaba para
dejar Bacoachi rumbo a la Sierra del Oro el día 2 de marzo, a sabiendas de que
una fuerte columna de federales al mando del Teniente Coronel Luis Anguiano,
había salido de Cananea en su persecución. Mientras tanto, Cabral se enfrentaba
a la indisciplina de sus hombres, ya que Arturo “Red” López en estado de
embriaguez había cometido algunos excesos pretendiendo cometer actos de
violencia con los vecinos y fue llamado al orden, determinándose que se
separara de la columna y con otros tres hombres más, toma camino rumbo a
Fronteras.
“Red” López al
parecer se estableció en las cercanías de Fronteras desde donde controlaba la
vía del ferrocarril Agua Prieta-Nacozari. Durante esta incursión fueron muertos
cuatro hombres de “Red” López, sorprendidos por un solo hombre cuando pasaban
por una calle, ya que iban en calma, sin pretender atacar el pueblo; sin
embargo, después expulsaron a 11 federales. Ese día 3 de marzo también quemó un
puente al norte de Fronteras y cortó el telégrafo. Se abasteció de comestibles
en los comercios de la ciudad a quienes entregó recibos de pago por un valor de
poco menos de cien dólares para ser cobrados al triunfo de la revolución. Durante
su estancia en la zona se movía con relativa facilidad hacia Naco con alrededor
de 50 hombres, donde se pensaba que pronto atacaría como preámbulo a la toma de
Agua Prieta.
El día 8 de marzo,
desde Cuchuta se informa que 17 hombres del “Red” López estuvieron en la
población sin causar molestias a nadie. Otro día los hombres del “Red” López y
Pedro F. Bracamonte después de eludir en la Sierra Los Ajos a las tropas
federales comandadas por el Col. Mora, sorprenden a la población de Agua Prieta
y Douglas, al presentarse en las inmediaciones, lo que provocó gran excitación
y que muchos mexicanos corrieran a refugiarse al norte de la frontera, mientras
que los curiosos americanos en todo tipo de vehículos se acercaban a la línea
fronteriza esperando ver una batalla. El ejército americano envió hombres a
custodiar la frontera. Por otra parte, un ejército de unos 150 hombres se
apostó del lado americano, muy cerca de la garita mexicana, y aunque se suponía
que estaban desarmados, sus intenciones eran unirse a los revolucionarios al
momento de incursionar sobre Agua Prieta, sin embargo, fueron arrestados por
los americanos y llevados hacia Douglas.
En contraparte, las
fuerzas federales dieron la orden de disparar sobre quien cruzara la frontera
de norte a sur y aunque en la ciudad había muchas armas y municiones ya que era
el centro de suministro para las tropas que iban y venían, solo había 50
soldados federales, muchos habían desertado durante la incursión del Col. Mora
a Los Ajos, la ciudad no tenía trincheras, se colocaron sacos de arena en los
tejados de algunos edificios y de la aduana. Se hablaba de que López había demandado
la rendición de Agua Prieta a las autoridades y que contaba con aproximadamente
200 hombres armados por lo que se esperaba una batalla sangrienta.
Sin embargo, las
ansias de “Red” López de atacar Agua Prieta eran frenadas por la presencia del
revolucionario Col. José de la Luz Blanco, quien procedente de Chihuahua por
órdenes de Madero, después de tomar algunas poblaciones más al sur, desde el
día 11 de marzo había instalado su campamento en el Rancho Las Cenizas, al
sureste de Agua Prieta, en espera de las condiciones adecuadas para atacar Agua
Prieta. De esta manera asume el mando de los hombres de López y otros grupos
revolucionarios del noreste, quienes no ocultaban su disgusto por este hecho ya
que consideraban que López era un gran guerrero muy valiente. El día 12 de
marzo el Col. Blanco incursionó hasta unos 18 km al sur de Agua Prieta donde
tomó un tren al que tuvo que abandonar precipitadamente al enfrentarse con las
tropas del Col. José C, Mora, después de causarle 22 bajas, contra 5 de los
revolucionarios, emprende la retirada hacia el campamento.
El descontento por lo
que llamaban la inacción del Col. Blanco estaba extendiéndose a mas grupos
revolucionarios, como lo declarara el Cap. Valencia el día 15 de marzo en
Douglas, mientras hombres que habían estado con los revolucionarios estaban
cruzando hacia Arizona y pasaban por el Rancho San Bernardino, al oeste de
Douglas, manifestando su intención de moverse a otros sitios donde si hubiere
acción. Otro día, jueves por la noche, López se encontraba acampado en el
Rancho Gallardo, mientras el Col. Blanco marchaba rumbo a la Colonia Morelos,
situación que tenía muy molesto a López.
En los siguientes
días, “Red” López además de seguir molesto por la situación de estar bajo las
órdenes del Col. Blanco, todavía le dolía la ruptura con Cabral en Bacoachi y
se sentía aislado; sin embargo, estando cerca de Agua Prieta se dedicó a
reclutar hombres, con tan buena fortuna que el día 25 de marzo cerca de Douglas
40 hombres cruzan la frontera para integrarse a sus tropas, esto motivó que se
extendiera el rumor de que “Red” López había enviado una carta a la autoridades
de Agua Prieta exigiendo la rendición de la plaza y se esperaba un ataque en
cualquier momento, sin embargo, la alarma era falsa. Un tal Bodie, quien venía
al frente del grupo de 40 hombres, comentó que un contingente que se encontraba
en Moctezuma también se uniría a López, tratándose probablemente de la gente al
mando de Bracamonte. Para estas fechas se hablaba de que el contingente al
mando de López ascendía a 390 hombres armados y montados, comentándose que se
trataba del grupo revolucionario mejor equipado y organizado, aunque
probablemente era una cifra muy exagerada.
Mientras en Agua
Prieta las autoridades estaban en guardia permanente, cayendo en un estado de
miedo y sobresalto, ya que en estos días de finales de marzo, las alarmas de
que podía suceder el ataque a la ciudad se volvían cada vez más frecuentes, de
tal forma que la población se mantenía en constante zozobra y a cada alarma gran
parte de la población se trasladaba a Douglas cargando todo lo que podían
llevar, mientras que los federales se dedicaban a cavar trincheras para la
defensa de la plaza.
Sorpresivamente, la
mañana el 30 de marzo, “Red” López es visto en Douglas paseando en un automóvil
causando un gran revuelo, de tal forma que el Fiscal Federal Morrison, el
Mariscal Overlook, el diputado Will White y otros funcionarios federales,
estuvieron investigando cuál era su situación legal en el país, ya que al ser
un americano involucrado en la revolución, se pensaba que estaba violando las
leyes de neutralidad de los Estados Unidos y que había penetrado a territorio
estadounidense a reclutar gente para la causa revolucionaria; sin embargo, no
encontraron ninguna prueba y se llegó a la conclusión de que solo era un
ciudadano americano atendiendo sus asuntos. De cualquier forma era observado de
cerca y ante cualquier movimiento sospechoso sería arrestado y juzgado bajo los
estatutos federales que proponen fuertes condenas por este delito. Por la tarde,
bien borracho y al volante, con una actitud arrogante violó al menos en tres
ocasiones el reglamento de tránsito sin que los policías lo molestaran, por lo
que estos oficiales fueron duramente criticados, ya que por mucho menos arrestaron
a un ranchero borracho que lo llevaban para su casa, lo que no indica que era
temido por los policías o eran sus amigos, de cualquier forma esto nos muestra
que era muy conocido en Douglas.
El sábado 1 de abril
López y su gente aparecen en Fronteras, y toman prisionero a Pablo Rivera,
Presidente Municipal, lo paran en el paredón de fusilamiento al mando de un tal
Rico, pero no fue posible fusilarlo, ya que Rivera entró en un estado de locura
que Rico tuvo que liberarlo. Rivera inmediatamente salió de Fronteras y no se
supo de él, hasta el día 5 de abril cuando se le vio vagando por el campo medio
desnudo. En esta incursión los revolucionarios quemaron todos los archivos del
municipio, incluyendo los títulos de tierras de ese distrito. A pesar de que López
se encontraba en Fronteras, el día 2 de abril se recibe otra alarma de que
atacaría Agua Prieta al siguiente día por la noche, sin embargo, al igual que
las anteriores, también resultó falsa.
Y para el
anecdotario, Martin Hickinson, un minero muy conocido en la zona que dicen se
parecía mucho a López, el día 3 de abril se encontraba en Douglas y pasó hacia
la Garita de Agua Prieta a llevar un vagón cargado de mineral de la oficina de
fuerza, en broma levanto las manos y se rindió, los empleados se quedaron
sorprendidos. Un empleado que lo vio por detrás, de repente exclamó: ¡Este no es López!, y los demás
empleados al mirarlo de cerca se dieron cuenta que tenía razón, festejando la
ocurrencia.
Harold Smith de 17
años de edad, ciudadano americano y residente de Douglas, sin avisar a su
familia había cruzado la línea fronteriza el 25 de marzo con un grupo de 40
personas para unirse a “Red” López. El día 8 de abril, George Kirkland, tío de
Harold lo encuentra y lo hace regresar con su familia, declarando este joven,
que se había unido a la revolución después de recibir varias cartas de su amigo
A. F. Parsons, un supuesto oficial de las tropas de López, donde le decía que a
las tropas se les pagaba 3 dólares diarios y a los oficiales 5 dólares, pero
además a cada recluta se le prometía la entrega de 180 acres (72.8 hectáreas)
de tierra al triunfo de Madero. Harold fue llevado por su tío a Phoenix, donde
permanecería, según Kirkland, hasta que la guerra hubiese terminado. Siendo
este uno de los muchos ejemplos de americanos involucrados en la revolución por
vocación propia o por falsas espectativas.
Días más tarde, el 11
de abril, “Red” López se ubicaba en el campamento Rancho Las Cenizas, donde se
encontraba resguardando un cargamento de suministros y municiones que debía de
entregar a un destacamento de la gente de Cabral, destacamento proveniente de
Bacoachi que había cruzado por el Paso de Valdés (La Valdesa) y que servía de
vanguardia en la marcha de las tropas rumbo al norte.
El 12 de abril, muy
tempano se vio a López junto con otros revolucionarios en el Rancho Slaughter
cerca de San Bernardino, ubicado en Arizona al oeste de Douglas muy cerca de la
línea fronteriza, donde se encontraba comprando herraduras, harina y otros
suministros. Según Mr. Slaughter, López no preguntó por armamento, ya que
supuestamente la noche anterior había adquirido unas 100 armas en una tienda de
Douglas, por lo que evidentemente no estaba urgido en ese momento por adquirir
más. La noticia de que López estaba en la zona de San Bernardino llegó a oídos
de las autoridades pero cuando fueron a investigar, este ya no se encontraba en
ese sitio y ya en la noche llegó la noticia de que se encontraba en las
cercanías de Niggerbend, sin embargo, todo parece indicar que había regresado temprano
a Sonora para reunirse en el Rancho Gallardo, unos 8 km al sureste de Agua
Prieta, con las fuerzas de Antonio Rojas y un contingente que había llegado a
finales de marzo de Chihuahua al mando de Santiago Camberos, ya que estaban
preparando el ataque a Agua Prieta.
Para esto, el
Comandante Belisario García proveniente de Bacanuchi, un día anterior había
pasado cerca de Cananea y con la única intención de asustar al Presidente
Municipal, le solicita la entrega de la plaza. Se sigue de largo rumbo a Naco y
Agua Prieta, pero antes corta el telégrafo y quema tres puentes del ferrocarril
Nogales-Cananea-Naco para bloquear el envío de tropas federales a estas
ciudades fronterizas y después, ese 13 de abril, Belisario García acampa en La
Morita. Para estas fechas Agua Prieta contaba con una guarnición de 73 soldados
y 3 oficiales al mando del Capitán Primero Jesús Vargas del 27° Batallón, y 8
Gendarmes Fiscales.
A las 2:30 de la
tarde del 13 de abril, Camberos, Rojas y López; en uno de los ataques más
audaces y temerarios de la revolución en Sonora, caen sobre Agua Prieta, para
esto, en Estación Izabal (Esqueda), “Red” López había capturado un tren
proveniente de las minas de Pilares pertenecientes a la Moctezuma Copper Co.,
tren que venía cargado de concentrado de cobre con rumbo a la fundición de
Douglas. En Cabullona, unos 18 km al sur de Agua Prieta, deja los caballos bajo
el resguardo de 50 hombres y en varios furgones se colocó López y cerca de 200
hombres de su tropa, cortaron un tramo de la línea de telégrafo y marcharon
rumbo a la frontera, mientras, ya habían enviado otros 250 bajo el mando de
Camberos y Rojas para vigilar el paso entre Cananea y Agua Prieta. Al llegar a
Agua Prieta el tren sigue hasta la estación, muy cerca de la línea fronteriza, y
los revolucionarios empiezan a bajar del tren disparando sobre el cuartel
federal y el edificio del Resguardo Aduanal, sorprendiendo a los federales que
no esperaban este tipo de carga y menos que la población se les uniera. Repuestos
de la sorpresa los federales empiezan a defenderse con decisión, aunque después
de dos horas de combate el Cap. Vargas y otros 44 se refugian en Douglas donde
fueron detenidos. Un grupo que se encontraba en el Palacio Municipal resistió
hasta que se les terminó el parque y como a las 6:00 p.m. se rinden. Hubo unos
22 muertos entre los dos bandos y unos 70 heridos, hubo también, al menos un
muerto y varios heridos en Douglas por disparos provenientes de Agua Prieta, ya
que había muchos curiosos muy cerca de donde se desarrollaba el combate, aunque
también hubo heridos por balas perdidas, personas que se encontraban alejados y
no eran curiosos.
Durante la batalla,
“Red” López al mando de unos 15 hombres se posesionó de la casa del Resguardo
Aduanal, a solo unos 20 metros de la línea fronteriza, lo que hizo que el fuego
federal se concentrara en esa zona provocando que cientos de balas se
impactaran del lado americano. En este punto, algunos revolucionarios quisieron
desertar y al menos dos de ellos pagaron con su vida este intento en manos de
López, quien les disparó a escasos metros de la línea fronteriza, después de
que habían arrojado su arma. En la defensa de la plaza, entre otros, muere
Julián García, Comandante de la Gendarmería Fiscal; mientras que Pedro Fort,
Juez Menor, estuvo a punto de ser fusilado por “Red” López, salvando la vida
por la oportuna intervención del Alcalde de Douglas ante este jefe
revolucionario, quien con su influencia evitó este inútil derramamiento de
sangre, lo que confirma que López era muy conocido en Douglas.
Arturo “Red” López, abril
de 1911 (The Salt Lake Tribune, 03/06/1911).
Revolucionarios muertos durante la toma de Agua Prieta el 13 de abril de 1911. |
Trincheras y muertos revolucionarios en Agua Prieta durante la batalla del 13 de abril de 1911 (The Mexican Herald, 24/04/1911). |
Otro día, recibieron
por parte de las autoridades americanas la queja de los daños causados en
Douglas y la orden de que en los próximos combates se alejaran de la línea
fronteriza y orientaran sus ataques hacia otro lado, además les comentan sobre
las Leyes de Neutralidad. Nombran a las autoridades de la ciudad, se le avisó a
Madero de la toma de Agua Prieta y se le invita a establecer su Gobierno
Provisional en esta Frontera. También, López manda traer los caballos que había
dejado en Cabullona.
Ese día 14 de abril,
“Red” López tuvo un enfrentamiento personal con F.P. Mendoza, comerciante de
Agua Prieta con quien tenía resentimiento de tiempo atrás y a quien le decomisan
mercancía por unos 16 mil dólares de su tienda y tuvo que refugiarse en
Douglas. En la tienda había una gran cantidad de licor que Camberos llevó a la
calle donde lo destruyó.
Por la tarde de ese mismo
día, Belisario García que había levantado su campamento en La Morita, llega a
un punto conocido como Los Cerritos, donde se entera que Agua Prieta había sido
tomada por los revolucionarios. Deja unos 350 hombres en La Noria y con 50
hombres se dirige para Agua Prieta, al llegar a la ciudad, como era muy conocido
en la zona, es interceptado por algunos oficiales americanos, comentándole que las
fuerzas que habían ocupado Agua Prieta no ofrecían garantías para resguardar el
orden y que debía quedarse para evitar complicaciones internacionales, todo
indica que conociendo a López desconfiaban de lo que podía suceder estando el a
cargo. Previo acuerdo con los demás jefes revolucionarios Belisario García
acepta quedarse.
Por la misma ruta, después
llegaría Antonio García con 400 hombres, de esta manera los revolucionarios ya
contaban con más de 1,000 hombres para defender la plaza.
La repercusión moral
que tuvo la ocupación de Agua Prieta, primera ciudad fronteriza de Sonora que
pasaba al poder de las fuerzas revolucionarias, motivó al Jefe de la Primera
Zona Militar a recuperarla inmediatamente y destacó al Tte. Col. Reinaldo Díaz
con tropas del 28° Batallón y del 11° Cuerpo Rural estacionadas en Cananea,
pero que los últimos 5 días habían estado en campaña por el noreste del Estado.
De tal magnitud fue el impacto y la prisa por recuperarla que ese 14 de abril,
las fuerzas federales del Col. Pedro Ojeda, Comandante Luis Medina Barrón y 191
voluntarios de Moctezuma enviados por el Prefecto Francisco Chiapa, comandadas
por el Tte. Col. Díaz; salen rumbo a la frontera, tropas que ascienden a unos 982
hombres, incluyendo oficiales, voluntarios y Guardias Nacionales de Guaymas y
Hermosillo; respaldados por dos ametralladoras.
El día sábado 15 de
abril Belisario García cruza a Douglas donde se encontraba el Gral. José Prefecto
Lomelín, Jefe de las Armas en Sonora por mandato de Madero, para conferenciar
con él, estuvo entre 8:00 y 9:30 a.m. en Douglas y al regresar se entera de la
presencia de los federales al sur de Agua Prieta, por lo que era inminente un
ataque. Se regresa a Douglas y se entrevista de nuevo con el Gral. Lomelín,
comunicándole la noticia de la presencia de los federales, para que librase las
órdenes pertinentes. Le hizo saber de la indisciplina que prevalecía entre la
tropa, la desunión entre los jefes y oficiales para organizar la defensa; de
tal forma que su presencia era requerida, el Gral. Lomelín declinó argumentado
que su presencia era necesaria en Douglas para conseguir municiones y pólvora.
Le ordenó que se encargara de la defensa delegándole el mando por escrito.
Belisario García tuvo que aceptar la responsabilidad que se le encomendaba,
regresa para Agua Prieta y lo primero que hizo fue mandar por la gente que
había dejado en La Noria, con lo que la defensa ascendía a cerca de 1,500
hombres. Afortunadamente tuvo todo el domingo 16 para organizar la defensa y
construir ligeros parapetos y hoyos para los tiradores en la afueras. El
objetivo principal era la Plaza de Toros por lo que se excavaron hoyos y se
ocuparon todas las casas alrededor, se dispusieron 20 hombres en la Plaza de
toros y el resto de la defensa alrededor.
Ese mismo sábado, a
las 11:30 p.m. el Cap. Gaujot del ejército estadounidense, cita a “Red” López
en la casa del Resguardo Aduanal y le dice:
“Usted ha tomado la ciudad y no hemos interferido
con usted. Le permitimos obtener munición y armas de fuego y tomar la ciudad y
ahora deberá obedecer la ley. No tiroteo, no rapiña, no robo. Si no obedece la
ley, la haremos obedecer.”
López promete
obedecer la ley y el Capitán agregó:
“Los Estados Unidos es un país
bastante grande".
“Red” quedó
impresionado por la actitud del capitán.
Desde las 10:30 a.m. y
el resto del día, los federales trataban de ganar posiciones acercándose lo más
posible, pero después de algunas escaramuzas para detener su avance, el fuego
cesa y los ejércitos decidieron esperar el día siguiente para reiniciar
hostilidades. Las declaraciones de los revolucionarios indican que hubo ligeras
bajas entre ellos y que las pérdidas de los federales fueron mayores.
El lunes 17 de abril,
a eso de las 5:00 a.m. los federales se dejan ver al sur de Agua Prieta. Para
esto, algunos oficiales americanos habían hablado con ellos para que el fuego
no fuera de sur a norte y evitar que las balas cayeran en territorio
estadounidense. Los federales se dirigieron al este, poniendo toda su atención
en la Plaza de Toros, eran unos 500 hombres (2d and 3d
Positions), otra parte de los federales se habían destinado para bloquear la retirada
(4th Position) y otros 150 para escoltar a los jefes federales (Camp
1st Position).
Escenario de la batalla del 17 de abril de 1911, donde federales recuperan Agua Prieta que estaba en poder de las fuerzas revolucionarias (El Paso Herald, 17/04/1911). |
La defensa dispuesta
por Belisario García durante todo el día sostuvo el fuego conservando sus
posiciones, hasta que a eso de la 6:00 p.m., en un intento desesperado, el Tte.
Col. Díaz lanza un ataque con unos 300 hombres sobre la Plaza de Toros,
apoyados por una ametralladora; por otra parte, otra columna se lanzó sobre las
posiciones que defendía Aristeo García, hermano de Belisario, que defendía el
sur de la plaza. La lucha se prolongó hasta las 8:00 p.m., hora en que el
parque se agotó. Al terminársele las municiones, Belisario García monta en su
caballo y se dirige a la Aduana, donde se encontraba el parque, recoge unos 500
cartuchos y trata de regresar a su posición, pero ya es imposible. A esta hora
la lucha se vuelve desesperada, ya que la mayor parte de los hombres se quedan
sin parque, Aristeo García es muerto y se pierde la posición, los federales
llegan finalmente a la Plaza de Toros y expulsan a los revolucionarios de las
barricadas, unos 300 huyen rumbo a Estados Unidos, incluso Belisario García
quien se entrega a las autoridades estadounidenses como civil. Otros como
Camberos logran huir hacia el este con algunos hombres. Aunque los federales ya
habían tomado la ciudad, todavía hasta la madrugada se escuchaban disparos. De
esta manera, después de unas 15 horas de fuerte combate, la ciudad es tomada por
los federales en una de las batallas más sangrientas de la Revolución Maderista,
donde los revolucionarios dejaron 26 muertos, 7 prisioneros y muchos heridos;
mientras que los federales reportaron haber tenido 13 muertos.
Cuando a Belisario
García se le termina el parque y va a la Aduana a traer más, justo en el
momento en que la lucha más desesperada ocurría en la plaza de toros, allí vio
a “Red” López en la aduana americana totalmente pasivo, sin disparar un solo
tiro y sin prestar ningún tipo de ayuda a sus compañeros, aunque se suponía que
estaba arrestado, ya que había sido reportado tomando desde muy temprano, junto
con Antonio Rojas y muchos otros revolucionarios. Se informó que al mediodía,
actuando como un hombre en estado de gran embriaguez, López estaba en frente de
la Aduana Americana entreteniendo a una multitud con una arenga sobre lo que
había ocurrido durante la batalla por la mañana temprano, diciendo que les
había quitado a los federales una ametralladora lazándola con una cuerda montado
a caballo.
De acuerdo a una
entrevista realizada al Tte. Col. Juan N. Medina, quien cruzó a Douglas
cargando a un herido, comenta que la derrota se debió a que la tropa se entregó
a la embriaguez saqueando las cantinas del pueblo y dice:
“La
tercera vez que regresé al centro de Agua Prieta, me encontré con que la gente
había estado tomando y se encontraba en muy mal estado. Ordené que se
destruyeran las cajas de cerveza que habían sido abiertas y dejé allí un
guardia; pero antes de regresar a la línea de fuego, me encontré a uno de los
oficiales (“Red” López) bebiendo y ofreciendo licor a los soldados. Hice que lo desarmaran y
lo arresté. Durante el día ya no volví a retirarme de la línea de fuego. La
lucha continuaba, la gente de (Belisario) García también había bebido y abandonado las trincheras, con excepción
de seis mexicanos y tres americanos.
Cuando
García notó esto, abandonó su sitio, se dirigió al campamento (La
Aduana) a recoger municiones y trató de
reunir a su gente; pero esta se había dispersado por el pueblo y se encontraban
tan ebrios, que no podían regresar a las trincheras. Antes de que (García) pudiera regresar a las trincheras del
centro, el enemigo había avanzado y se había posesionado de ellas. Cuando supe
esto, di orden a mi gente que montara y se dispusiera a evacuar el lugar, a fin
de hacer nueva resistencia en las elevaciones cercanas.
En
ese momento un herido me pidió auxilio. Le levanté y me dirigí con él a la
línea divisoria. La patrulla de los Estados Unidos había sido retirada a la
Calle Quinta, y creí que el paso que quedaba en medio era neutral. Un poco
delante de la línea un soldado americano me arrestó. Después ya no supe que sucedió.”
En entrevista por
separado, ambas en Douglas, Belisario García dice que cruzo al lado americano
porque la gente no le obedecía, ya que era el jefe de todas las tropas y quien
figuraba como su superior era el Tte. Col. Medina, mientras que por otro lado
Medina declaraba que había desertado porque era inminente la toma del pueblo
por falta de municiones y tenía que buscar un pronto refugio. Después del día
20 de abril Agua Prieta se encontraba en calma total, los revolucionarios
habían desaparecido de los alrededores y la mayoría se encontraban refugiados
en el campamento de Los Ajos, donde se habían puesto al mando de Cabral;
mientras que Belisario García y Medina seguían en Douglas bajo el resguardo del
ejército estadounidense.
Después de que fue
visto por última vez el 17 de abril a eso de las 8:00 p.m. por Belisario
García, “Red” López desaparece. De hecho, días después, su amigo O.K. Franklin
hizo una visita relámpago a Cananea por un negocio minero, de regreso intentó
pagar a López una visita social en Agua Prieta, y se decepcionó mucho al saber
que había desaparecido sin dejar rastro.
En esos días en la
zona Douglas-Agua Prieta había mucha curiosidad sobre el paradero de
"Red" López, Se había informado de dos ocasiones que le habían
disparado, otras tantas que se le había visto en Douglas, todo sin bases. Un
estadounidense que conoció a López en México hace varios años, llegó a Douglas la
noche del 28 de abril desde el sur. Afirma que hace días vio a López en el
valle de Sulphur Springs, ubicado al sur de Agua Prieta, y tuvo una larga
conversación con él acerca de la lucha en Agua Prieta y sus planes futuros. El
estadounidense afirma que López le dijo que estaba en camino a Willcox para tomar
el tren rumbo a El Paso y volvería a Douglas hasta que las negociaciones de paz
avanzaran satisfactoriamente. Por lo que se podía afirmar, que se sabía de
buena fuente que “Red” López estaba en El Paso. De hecho, a principios de mayo "Red"
López causó revuelo cuando se deja ver en El Paso, haciendo su aparición en la
Plaza de San Jacinto donde estuvo sentado en una de la bancas cerca de la
estación de transferencia y fue reconocido por un visitante de Douglas, quien
se le acercó y entubo conversando con él.
Desde que López desaparece
después de la batalla del 17 de abril, empezó a circular muy fuerte el rumor de
que había recibido un soborno de cuatro mil dólares, según unos, diez mil,
según sus acusadores; para entregar la plaza a los federales, rumor que estaba
fundado en que dos o tres días antes había estado en Douglas Eduard R. Arnold,
Presidente de Cananea, en compañía de otras personas que probablemente eran de
la confianza del Gral. Luis E. Torres, coincidiendo también, la presencia de
gente de muy malos antecedentes que siempre se encargaban de vender licor a los
revolucionarios. Lo que se hizo muy extraño, es que a sabiendas de que tenían
una batalla en desarrollo, se pusieran a beber dos de los jefes revolucionario
y gran cantidad de hombres de la tropa, incluso hombres que eran los encargados
de defender uno de los principales objetivos de los federales. Sin embargo, la
situación de la credibilidad de López fue muy controversial, ya que muchos
fueron los que levantaron la mano para defenderlo, exaltando sus hazañas
durante las batallas en que había participado, incluyendo a muchos de los
americanos que estaban involucrados en la lucha revolucionaria, argumentando
que tuvo que retirarse porque lo querían matar, culpando de esto al Tte. Col.
Medina.
En medio de esta
controversia una versión dice que el 16 de mayo “Red” López llega a Douglas
procedente de El Paso y cruzó para Agua Prieta, e inmediatamente fue arrestado.
Otra versión cuenta que anduvo de juerga por todos los pueblos del sur de
Arizona y ese 16 de mayo se aventuró a cruzar hacia Agua Prieta en estado
etílico, donde fue arrestado despotricando y diciendo palabras altisonantes en
contra de Madero. Lo cierto es que fue arrestado en esa fecha y el Gral. Lomelín, dos días después, hizo la declaración
siguiente:
"López
se encuentra bajo arresto y se le acusará de deserción, también se hará una investigación
sobre su responsabilidad por la embriaguez de muchos de los soldados el día de
la gran batalla de Agua Prieta. Sera juzgado hoy o mañana, y si es declarado
culpable puede ser fusilado."
El 25 de mayo "Red"
López recibió la visita de su hermana, ya que ella estaba muy angustiado por la
noticia que había ganado terreno de que su hermano sería fusilado como un
desertor. También visitó al Gral. Lomelín para pedirle que en lugar de ser
fusilado, su hermano fuera encerrado por un tiempo por el bien de la disciplina
de los hombres, así como por su propio bien.
El juicio contra
López que se había estado llevando por casi una semana mediante una Corte
Marcial o Consejo de Guerra, donde todo parece indicar que nadie declaró en
contra y no se pudo comprobar la venta de la plaza, ya que al igual que él,
otros jefes como Belisario García y Medina, también cruzaron la frontera para
resguardarse en Douglas a la caída de Agua Prieta. Siendo exonerado de este
cargo, se le condenó por abandono de plaza, indisciplina y embriaguez de la
tropa, y el 26 de mayo en la noche finalmente se dicta veredicto, donde se le
imponen 8 años de cárcel con trabajos forzados para cumplirse en la
penitenciaría de Hermosillo.
Otro día, 27 de mayo,
se dijo que sería trasladado a Hermosillo bajo fuerte custodia por un
destacamento de gente de Santiago Camberos. De hecho, no se sabe exactamente
que paso durante los días posteriores a ser sentenciado, hasta que los guardias
destacados para trasladar al “Red” se presentan en Cananea ante el Gral.
Lomelín y mediante un enigmático encogimiento de hombros y volteando las palmas
de las manos hacia arriba, le informan:
“El
trató de escapar y nos vimos obligados a dispararle”
y le entregan el sombrero y un zarape
pertenecientes a López.
El 31 de mayo se
presenta en Cananea la madre de “Red” López ante el Gral. Lomelín y le
pregunta:
“¿Qué
hiciste con mi hijo?”
el general le contesta con coraje:
"Aquí
tienes a tu hijo",
mientras le entregaba el maltratado
sombrero de batalla y el viejo zarape desgastado. El general le explicó que “Red”
había tratado de escapar cuando lo llevaban a Hermosillo y los guardias se
vieron obligados a dispararle, cayendo con una bala en el cerebro. El general
después negaría haber visto el sombrero y el zarape y estas palabras. Mencionó
que solo le dijo como había muerto su hijo.
De acuerdo a Juan
Castillo, un viejo conocido de la familia, vio a la madre de “Red” el 1 de
junio en Naco, aferrada al maltrecho sombrero y al sucio zarape, y cuando la
abordó ella no lo reconoció, contestándole:
“Se
puede esperar que yo reconozca a nadie cuando estoy enloquecida por el dolor,
ya que han matado a mi hijo”
Al mismo tiempo que le mostraba el
sombrero y el zarape, le decía:
“Esto
es todo lo que me han dejado de mi hijo”
Al igual que fue su
vida de revolucionario, la controversia lo acompañó después de su muerte, ya que
inmediatamente después de que la noticia de su muerte circula por todo Arizona
y Sonora, versiones de que no estaba muerto, que los guardias que lo
trasladaban eran sus amigos y lo habían dejado escapar, llevando sus
pertenencias al Gral. Lomelín, apareciendo historias de que se le vio en
Morenci, que se había unido a las huestes de su amigo Anacleto Girón, que vivía
en El Paso, se le veía por todos lados. Así mismo, surgieron versiones de que
como los guardias eran sus amigos, les dijo que prefería suicidarse antes que
ir a la cárcel, concediéndole este deseo durante un descanso.
Sin embargo, las
versiones más aceptadas eran las que hablaban de que le habían aplicado la “ley
fuga” o “ruta del yaqui” como se le conocía en Sonora, tan aplicada durante
todo el porfiriato. Ya que era muy difícil que pudiera escapar, debido a que
generalmente los presos eran trasladados con las manos atadas atrás, con el
extremo de una cuerda atada al cuello y el otro amarrado a la cabeza de la silla
de montar de un guardia.
Aunque ya se habían
realizado algunas campañas de búsqueda de los restos de López, estas no habían
tenido éxito. Finalmente, la madrugada del sábado 10 de junio, un soldado que
había sido miembro del destacamento que trasladaba a López al mando del Cap.
Romero, le jura solemnemente a Silvano López, hermano de “Red”, y a W. F.
Hilburn de Douglas, que “Red” había tratado de escapar y fue muerto por una
bala en la espalda, dándole señas del lugar donde se encontraba el cadáver. El
soldado se negó a acompañarlos argumentado que Silvano se podía vengar con él,
por la muerte de su hermano. El cuerpo de “Red” López es encontrado exactamente
donde había descrito el soldado. El cuerpo yacía en un pequeño arroyo cerca del
manantial La Morita, donde los animales habían descubierto la cabeza y la
mutilaron, pero el cuerpo se encontraba en mejor estado, de tal forma que fue
absolutamente reconocido por su hermano. “Red” recibió un disparo justo debajo
del hombro izquierdo, saliendo cerca de la tetilla izquierda, que sin duda
atravesó el corazón.
Cabral declararía en
Cananea que “Red” López había sido asesinado y que muchos funcionarios no
sabían el porqué. Comenta que la muerte de López fue el resultado de un plan
pre-establecido, que fue asesinado.
Es difícil saber porque
le aplicaron la “ley fuga”, ya que si lo querían matar, durante la Corte
Marcial lo habrían podido condenar a la pena de muerte por fusilamiento, quizá
lo consideraron muy evidente al no encontrar las suficientes pruebas para
acusarlo. También, hay que considerar que la corte marcial se establece por
orden de Madero, a quien “Red” había insultado duramente durante su arresto.
Un estadounidense que
combatió en el contingente de López, en una entrevista declara:
“El
asesinato de López será vengado y se volverá un lío feo, si se demuestra que
López fue ejecutado por los actuales funcionarios a cargo de las fuerzas
rebeldes. “Red” nunca se vendió, era
sabido por todos los hombres que alguna vez combatieron bajo sus órdenes, que
tuvo muchas oportunidades para vender, pero prefirió enfrentar la muerte que
traicionar a la causa. Si hubo alguien que vendió la plaza fue Medina quien lo
hizo. López estuvo combatiendo todo el día hasta las dos de la tarde, después
empezó a emborracharse. Cuando lo vio Medina dio la orden de fusilarlo tan
pronto como lo vio. Treinta americanos se opusieron y le dieron a entender que
López no sería fusilado al menos que fueran fusilados todos y que sí intentara
fusilarlos, habría una gran cantidad de mexicanos en medio antes de lo pudieran
hacer. Yo sé que López fue llevado a Douglas por sus amigos para salvarlo de
ser baleado. Sabíamos que estaba en peligro de asesinato y se le hizo ir al
otro lado de la línea. Sobre las 5:00 de la tarde Medina desapareció y se dice
que se fue de inmediato a Douglas y se reunió con los enemigos de la
revolución.”
La pérdida de la
batalla del 17 de abril en Agua Prieta, fue muy importante para la lucha
revolucionaria, no solo porque mostró la poca disciplina que había entre las
huestes revolucionarias del noreste de Sonora, ni por la pérdida de vidas, sino
porque representaba el control de todo el noreste de Sonora, donde se
encontraban algunas de las principales fuentes económicas para sostener el
movimiento, representadas por las principales zonas mineras del estado como Cananea,
Nacozari y El Tigre; además del control de las aduanas de Naco y Agua Prieta.
De tal Manera que entre más pronto se tuviera el control, más posibilidades de
éxito tendría la causa revolucionaria. Esta derrota vino a aplazar la toma de
Cananea por lo menos unos 20 días, ya que esta se tenía que llevar a cabo
después de tener control sobre Agua Prieta, de otra manera se tendría al
enemigo también por la retaguardia.
De haberse ganado esa
batalla, es muy probable que se hubiera atacado Cananea inmediatamente después,
como lo tenía planeado Cabral, de hecho él tenía las tropas listas para marchar
sobre Cananea, sin embargo, aunque tarde tuvo que moverlas hacia Agua Prieta
donde ya no pudo hacer nada para ayudar a García, Camberos, Medina y Rojas; el
desastre ya estaba consumado cuando él llegó en su ayuda. Aunque hay que
reconocer que bajo otras circunstancias, probablemente la toma de Cananea no
hubiera sido pacífica como sucedió el 13 de mayo, seguramente la batalla
hubiera sido algo parecido a lo que ocurrió en Agua Prieta ese 17 de abril, el
gobierno vendería cara su derrota para entregar la principal o una de la
principales ciudades del Estado.
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Que gusto saber por fin, con más exactitud que el hermano de mi bisabuelo Ramón Trasviña, el seño Manuel murió en La Revolución, hasta el momento sabíamos que había fallecido en la Huelga de Cananea en 1906, hoy en la mañana encuentro una página en Ancestry donde menciona que fue muerto por una bala y enterrado en una fosa común en Fronteras Sonora. Saludos y gracias!!!
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