lunes, 25 de junio de 2018


LA IGLESIA METODISTA EN CANANEA
Gustavo A. Moreno Martínez moremar@prodigy.net.mx

ANTECEDENTES

Se denomina metodismo o movimiento metodista al que se da habitualmente a un numeroso y diverso grupo de denominaciones cristianas del Protestantismo. El metodismo se originó en la Gran Bretaña del siglo XVIII y gracias a la vigorosa actividad misionera que desplegó y se extendió rápidamente por los dominios del Imperio Británico, los Estados Unidos de América y más allá. Originalmente convocó especialmente a trabajadores, granjeros pobres y esclavos. Su teología es con énfasis en el hecho de que la salvación es para todo aquel que la acepte. Su liturgia es muy sencilla y se clasifica, según la tradición anglicana, como propia de la Iglesia baja. En 2017 se calculan unos 90 millones de miembros en todo el mundo.

La Iglesia metodista se inspiró en la vida y las enseñanzas de John Wesley quien junto con su hermano Charles Wesley y George Whitefield fueron los líderes visibles de ese movimiento. La idea de John Wesley era separar a la población británica de la iglesia anglicana y traer otra iglesia reformada al país. Por sus ideas fue desterrado y durante su exilio vivió en Pensilvania, una de las trece colonias británicas, donde predicó el metodismo, pero cuando logró regresar a Londres, retornó al anglicanismo. En Estados Unidos hay fuerte presencia del metodismo, debido a la conquista de las trece colonias británicas. La primera Iglesia metodista en Estados Unidos fue fundada en Pensilvania, una década antes de la independencia de los Estados Unidos. Actualmente la Iglesia metodista unida tiene sede en Dakota del Norte, Dakota del Sur, Minnesota, Texas e Illinois y cuenta con aproximadamente 29 millones de miembros. En la actualidad, en tamaño, la metodista es la tercera denominación religiosa de los Estados Unidos, pero es, tal vez, la que históricamente más ha influenciado el comportamiento religioso de la nación.

William C. Greene nació en Duck Creek, Wisconsin el 26 de agosto de 1852, hijo de Eleanor Cornell y Townsend Greene. Fue educado en escuelas privadas y en el Chappaqua Mountain Institute en Chappaqua, Nueva York. Su primer trabajo lo obtuvo como empleado de O. H. Angevina, empresa donde trabajó durante tres años antes de iniciar su periplo por el oeste de Estados Unidos como miembro del equipo de agrimensura del Northern Pacific Railway. En 1870 abandonó el ferrocarril y se quedó viviendo en Fargo, Dakota del Norte, antes de participar en varios negocios. Probablemente fue en Fargo donde adoptó la religión metodista ya que desde su fundación, este estado fue una de las sedes más fuertes de esta religión.

Greene, después de abandonar Dakota del Norte, trabajó en industrias de minería y ganadería en el oeste, en un área que incluyó Montana, Colorado, Arizona y el norte de México. El 15 de septiembre de 1899, Greene fundó la Cananea Consolidated Copper Company (4C), para explotar ricos yacimientos de cobre de Cananea. La 4C se convirtió en muy poco tiempo en uno de los principales productores de cobre en el mundo y muy pronto Greene se convirtió en uno de los empresarios más adinerados de los Estados Unidos y con su éxito pronto creó una serie de empresas y se convirtió en el fundador del Cananea moderno, donde planeó y construyó muchos edificios para prestar servicios a sus empleados y para sus empresas, además de aportar fuertes sumas de dinero para la construcción de las iglesias de la nueva ciudad. Por un lado aportó para la construcción de la iglesia católica religión que profesaba Mary Proctor, su segunda esposa, mientras que al mismo tiempo aportaba otra fuerte suma para la construcción de la Iglesia Metodista e impulsar esta religión que pocos profesaban en la ciudad, principalmente americanos.

LA IGLESIA METODISTA EN CANANEA

No se sabe exactamente cuando inició el culto religioso de acuerdo a la Iglesia Metodista en Cananea, pero seguramente debe de haber iniciado entre 1899 y 1901 en la medida que Greene y sus empleados de primer nivel pasaban cada vez más tiempo en la ciudad supervisando y organizando a sus empresas. Tampoco se sabe en qué edificio se hacían los oficios religiosos hasta antes de diciembre de 1902, cuando se termina de construir el edificio de la Young Men's Christian Association (Y.M.C.A.) que se encuentra ubicado, ya que aún existe, en la Av. Juárez al lado oriente del Hospital de El Ronquillo. El edificio se encuentra abandonado y al parecer ha tenido varias remodelaciones. El segundo piso de este edificio era utilizado como capilla por la Iglesia Metodista y hasta mediados de febrero de 1903 el Rev. Thomas M. Harwood era el encargado de oficiar los servicios religiosos y a partir de esa fecha el Rev. A. M. Lumpkin se encargaría de oficiarlos, de quien se decía, que desde el inicio tuvo mucho éxito en sus labores ministeriales porque era muy activo.

Edifico de Y.M.C.A. terminado en diciembre de 1902 donde se hacía la liturgia de la Iglesia Metodista antes de construir su propio edificio (Foto: D.P.).
 
Edifico de Y.M.C.A. en 2017, modificado y abandonado desde hace años (Foto: G. A. Moreno).
El propio Rev. A. M. Lumpkin, apoyado por el Rev. Harwood, quien para entonces era presidente de los distritos de Arizona y Nuevo México de la Iglesia Metodista Episcopal Hispanoamericana, (por increíble que parezca, Cananea pertenecía al Distrito de Arizona y New Mexico, los gringos veían a Cananea como parte de Arizona), se encargarían a partir mediados de 1903 de gestionar los recursos para la construcción de un edificio propio que tendría un costo de $10,000 dólares. Por supuesto, como muchas otras veces, Greene sería el gran benefactor, ya que cuando el Rev. Lumpkin se presentó con él, Greene le dijo que si era capaz de juntar lo necesario para construir el edificio para la Iglesia Metodista en La Mesa, él se comprometía a cooperar con la mitad con la condición de que otros contribuyeran con el resto del costo del edificio.

Primeramente, el Rev. Lumpkin integró un comité donde él era el Presidente y George Young el tesorero, después, el reverendo circuló un documento solicitando ayuda entre los feligreses y obtuvo una aportación por la cantidad de $3,000 dólares, de tal manera, que para septiembre de ese mismo año ya tenían reunidos $8,000 dólares, incluidos los prometidos por Greene, aunque no se menciona quienes fueron los que aportaron la diferencia. Ya para entonces el proyecto de la construcción de la iglesia empezaba a tomar forma y era cada vez más tangible.

Para complementar la cantidad del proyecto, el Rev, Lumpkin solicitó ayuda a la Sociedad Misionera de su iglesia, pero no recibiría una respuesta definitiva hasta después de la reunión anual ordinaria que se llevaría a cabo hasta noviembre, por lo que los planes se retrasaron algunos meses.

Para mediados de diciembre, el Obispo Walden de la Iglesia Metodista del Distrito de Arizona y New Mexico, comunicó al Rev. Lumpkin que la Sociedad Misionera había aprobado la donación de $2,000 dólares solicitada para la construcción de la iglesia en Cananea. Tan pronto como el reverendo comunicó a Greene la buena noticia, dispuso de inmediato los $ 5,000 que había prometido y autorizó al tesorero del comité de construcción para que recurriera a él por esa cantidad cuando lo estimara necesario.

Por otro lado el proyecto se encamina bien, pues Mr. E.B. Tustlin de Nueva York, generosamente se habían comprometido a donar los lotes en los que se construiría la iglesia, terrenos ubicados en la esquina sureste del crucero de la Av. Juárez y Calle 7ª Este, por lo que el comité determinó que tan pronto como las escrituras de los terrenos estuvieran listas, se presentarían los planos para la nueva iglesia y comenzarían las actividades para su construcción.

Aunque no fue posible encontrar la fecha de inicio y conclusión de la iglesia, es probable que su construcción iniciara en el transcurso de 1904 y se terminara a finales de ese año o durante 1905, ya que para septiembre de 1905 el Bisbee Daily Review hacía la crónica siguiente:

“El Rev. J. E. Rogers, superintendente del trabajo misionero de la iglesia Metodista en este distrito, que incluye Nuevo México y Arizona, estuvo aquí el domingo y el lunes en su gira trimestral. Predicó en la nueva iglesia en La Mesa el domingo por la mañana y en el Hall de la Y. M. C. A. en El Ronquillo el domingo por la noche. La conferencia normal mostró que la iglesia aquí, aunque numéricamente pequeña, está en una condición de prosperidad.”

La crónica habla claramente de la “nueva iglesia” por lo que se asume que tenía poco tiempo terminada, que pueden ser días, semanas o meses, de cualquier forma, el inicio y conclusión de la iglesia se encuadra dentro del periodo 1904-1905. De acuerdo a las crónicas a la iglesia se le describía de la manera siguiente:

“El edificio es del más hermoso diseño y de los más comunes que se usan en Estados Unidos. Su acabado interior es de lo más atractivo y admirable y aunque tiene todavía algunas pequeñas deficiencias, como es la falta de habitación para el Pastor, lo que probablemente pronto será subsanado, el edificio es cómodo y elegante.”

Iglesia Metodista vista desde el norte 1904-1905 (Foto: D. P.)
Iglesia Metodista vista interior (Foto: J. A. Durazo).

Después de la terminación de la iglesia, en octubre de 1905, el Rev. Lumpkin sería cambiado a Flagstaff, Arizona, ya que era costumbre que a los reverendos los cambiaran de ciudad, dentro de su distrito, cada año, cambio que regularmente se oficializaba durante la Conferencia Anual que se realizaba en octubre y que en ese año se llevó a cabo en Yuma, Ariz. Mientras Lumpkin era cambiado para Arizona, a Cananea era transferido el Rev. Clyde P. Metcalf, quien inmediatamente se presenta en la ciudad, incluso acude a la conferencia ya como reverendo de Cananea.

Iglesia Metodista vista de frente 1904-1905 (Foto: D. P.).

Para octubre de 1906 la Conferencia se llevó a cabo en Tucson y como pastor de Cananea se nombra a I. L. Oakes quien provenía de Douglas, mientras que Metcalf es enviado a Flagstaff. El Rev. Oakes, al igual que Lumpkin, fue un pastor muy apreciado por la feligresía, debido a sus interesantes sermones que hablaban de su buena preparación y sus fieles asistían muy complacidos cada domingo a la iglesia. De igual forma que Lumpkin, el Rev. Oakes permaneció por un año más de lo acostumbrado, pues en la Conferencia de octubre de 1907 fue ratificado como pastor en Cananea.

Durante la Conferencia de octubre de 1908 el Rev. J. M. Rich es nombrado pastor de Cananea, mientras que el Rev. Oakes es nombrado evangelista o predicador. Al siguiente año, durante la Conferencia de Phoenix es nombrado el Rev. C. H. Davis como pastor en Cananea, quien sería ratificado por un año más en la Conferencia del octubre de 1910. La Conferencia de 1911 se realizó a finales de septiembre en Mesa, Arizona y se designó al Rev. S. W. Simonds como pastor de la iglesia de Cananea para el siguiente año.

En la conferencia anual de la iglesia metodista celebrada en octubre de 1912 en Los Ángeles, el Rev. J. S. Rogers, quien durante los diez años anteriores había sido el superintendente de misiones y jefe de la Iglesia Metodista en el estado de Arizona fue asignado a la iglesia de St. James en Los Ángeles.y en su calidad de superintendente de la Conferencia Misionera de Arizona, el Dr. Rogers había supervisado directamente todas las actividades de su iglesia no solo dentro de las fronteras del estado de Arizona, sino también en una parte de México. Durante este tiempo se construyeron las iglesias de Tucson, Flagstaff. Littleton, Ash Fork. Sellgman. Jerome, Cananea y se envió dinero para una espaciosa iglesia en Holbrook.

El Rev. Rogers decía que las iglesias eran de poca utilidad para una comunidad, a menos que también se proporcionasen las casas parroquiales, por lo que teniendo en cuenta el hecho, fue instrumental en la creación de casas parroquiales en Kingman, Flagstaff, Tucson, Douglas, Bisbee, Safford, Needles, Jerome y Cananea.

Iglesia Metodista vista posterior, en primer plano la casa vecina (Foto: F. J. Portillo).

Durante los diez años de su liderazgo de las fuerzas Metodistas en el estado, se abrieron nuevas obras en Erie, McNeal, Cananea, Sulphur Springs Valley, San Simon, Littleton, Hayden, Ash Fork y otros puntos importantes. Se establecieron escuelas dominicales en cada uno de los lugares mencionados anteriormente, donde trabajaban en conjunto con la organización de la iglesia. Por otra parte, la feligresía de la iglesia en el distrito de Arizona creció más del doble durante la década de su liderazgo., aunque en Cananea fue la excepción, ya que a partir del inicio de la revolución muchos americanos dejaron Cananea y eran ellos la feligresía abrumadoramente mayoritaria por lo que la iglesia metodista perdió muchos adeptos.

Como se puede observar, entre la fecha de terminación de la iglesia en Cananea y el retiro del Rev. Rogers del Distrito de Arizona en octubre de 1912, se realizaron varias obras y actividades en torno a la Iglesia Metodista, sin embargo no fue posible encontrar la cronología de su construcción o establecimiento.

A partir de octubre de 1912 la información de la iglesia se pierde y solo es posible encontrar algunos escasos datos perdidos en la memoria de algunos ciudadanos que por participación directa o porque fueron vecinos de la iglesia, es que permanecen en el colectivo popular. El interés de los eventos o actividades de la iglesias dejaron de registrarse en Cananea probablemente por la combinación de tres factores: 1) Greene que era un gran patrocinador de la iglesia, muere un año antes, en agosto de 1911; 2) Para mayo de 1911 la revolución ya había tocado las puertas de Cananea y muchos americanos abandonaron la ciudad por seguridad, y; 3) Los reverendos Rogers y Lumpkin, dos de los que más apoyaron la construcción y mantenimiento de la iglesia metodista en Cananea ya estaban desligados de la ciudad.

Aunque se prosiguió con el culto a la religión Metodista, por las razones expuestas anteriormente, la feligresía era muy escasa y con el tiempo, antes de venderse, la iglesia terminó por ser utilizada para eventos del Cananea English School, coloquialmente conocida como Escuela Americana.

No está muy claro cómo es que la Cananea Consolidated Copper Company (4C) o William C. Greene terminaron siendo dueños de la iglesia y su terreno, ya que se supone que los lotes fueron donaciones de Mr. E.B. Tustlin, 3 mil dólares fueron donaciones de particulares y otros 2 mil fueron donados por la Sociedad Misionera de la Iglesia Metodista del Distrito de Arizona y New Mexico; en fin, el caso es que en la decada de los 1970's vendieron el terreno al Ing. Richard Dixon para que construyera su casa. Dixon demolió la iglesia y con los materiales rescatados de la demolición logró construir la mayor parte de su residencia.

De esta manera tan absurda se perdió una pieza fundamental del capital histórico con el que contaba Cananea, desafortunadamente la desaparición de la iglesia no sirvió para aprender la lección y todavía, hoy 2018, seguimos viendo como han desaparecido y siguen desapareciendo los edificios históricos por indolencia de los dueños de los edificios, por ineficiencia y corrupción de las autoridades para preservarlos y, porque no decirlo, la indolencia y/o ignorancia de la misma población que no presionamos lo suficiente a las autoridades para que actúen antes de que sea demasiado tarde y desaparezca lo poco que aún queda del legado histórico de la ciudad, que a pesar de no ser estructuras tan antiguas como las que existen en las poblaciones coloniales, es lo único que tenemos y es nuestra obligación ética y moral defender nuestro patrimonio histórico-cultural.

BIBLIOGRAFÍA
Portillo Ituarte, Francisco Javier.- Iglesia Metodista de Cananea. Publicado en Facebook el 1 de noviembre de 2015.

HEMEROGRAFIA
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Albuquerque Daily Citizen, February 19, 1903.
Albuquerque Weekly Citizen, February 21, 1903.
Bisbee Daily Review, July 19, 1903.
Las Vegas Daily Optic, September 03, 1903.
El Oasis., September 05, 1903.
Las Vegas Daily Optic, October 13, 1903.
The Mexican Herald, December 30, 1903.
The Border Vidette, July 23, 1904.
The Oasis, July 23, 1904.
Bisbee Daily Review, September 03, 1904.
Arizona Republican, October 02, 1904.
Las Vegas Daily Optic, December 31, 1904.
Bisbee Daily Review, September 15, 1905.
Bisbee Daily Review, October 08, 1905.
Arizona Republican, October 11, 1905.
The Coconino Sun, October 14, 1905.
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Albuquerque Evening Citizen, October 16, 1905.
Bisbee Daily Review, October 22, 1905.
The San Francisco Call, January 13, 1906.
Arizona Republican, October 11, 1906.
Albuquerque Evening Citizen, October 13, 1906.
The Williams News, October 13, 1906.
Daily Arizona Silver Belt, October 13, 1907.
The Williams News, October 19, 1907.
Arizona Republican, October 08, 1908.
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Bisbee Daily Review, October 07, 1909.
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Tombstone Epitaph, October 10, 1909.
The Coconino Sun, October 14, 1909.
The Williams News, October 01, 1910.
Tombstone Epitaph, October 09, 1910.
Arizona Republican, October 12, 1910.
Weekly Journal-Miner, October 12, 1910.
Bisbee Daily Review, October 16, 1910.
Arizona Republican, September 21, 1911.
Arizona Republican, September 25, 1911.
The Williams News, September 30, 1911.
Arizona Republican, October 02, 1912.
Arizona Republican, October 03, 1912.
Bisbee Daily Review, October 13, 1912.

lunes, 4 de junio de 2018

LOS METCALF
Gustavo A. Moreno Martínez moremar@prodigy.net.mx


INTRODUCCION
Tratando de rescatar algunos nombres de personajes que de alguna manera intervinieron antes, durante y después de los eventos de la Huelga de Cananea, me encuentro con el nombre de los hermanos Metcalf, personajes de los que mucho se habló en su momento, ahora poco se habla y menos se sabe, a pesar de la gran importancia que tuvieron durante los eventos violentos que iniciaron en la tarde del 1 de junio de 1906, cuando los hermanos disparan sobre la multitud que pacíficamente se manifestaba frente al gran almacén de madera, pastura y granos de Greene y que derivó después en la muerte de entre 50 y 60 personas según algunos periódicos, 23 según Francisco R. Almada y 21 conforme a los reportes oficiales.
Generalmente, cuando se habla de George A. y William Metcalf o de los Metcalf, como los llamamos coloquialmente, lo hacemos de manera marginal, sin analizar quienes fueron, como y cuando llegaron a Cananea, y cómo fue su participación en la gran tragedia que fue la Huelga de Cananea, desde el punto de vista de pérdidas humanas, violación de los derechos humanos, traición a la patria y ausencia de justicia; por eso, ahora hablaremos de estos anti-héroes, de los que pocos recuerdan el crítico papel que desempeñaron para que la Huelga de Cananea culminara en el lamentable estado de violencia que la historia ha juzgado duramente en contra del dueño de la empresa, pero principalmente en contra de las autoridades mexicanas: federales, estatales y municipales; por el oprobioso comportamiento que tuvieron durante esos fatídicos días de finales de la primavera de 1906.
LOS METCALF
Provenían de una familia prominente y respetada de 7 miembros, incluidos sus padres, avecindada en Santa Bárbara, California. Sus padres George y Orchard D. Metcalf probablemente originarios de Anson, Condado de Somerset, en el Estado de Maine, donde nacerían dos de sus 5 hijos: George A. y Winfield Bradbury. En Santa Bárbara nacerían John Francis, una mujer que aparece con las siglas de casada A. P. Miller y William D., este último, el menor de los hermanos.
No fue posible encontrar la causa y fecha por la que tuvo que migrar la familia desde el otro extremo de los Estados Unidos, a más de 4300 km de distancia en línea recta, para establecerse en California cuando George y Winfield todavía eran niños. Los cinco hermanos Metcalf crecieron en Santa Bárbara y asistirían a la escuela, todos ellos estudiaron la High School en Santa Barbara y al menos George A. y Winfield Bradbury, tendrían estudios universitarios.
Al momento de la muerte de George A. y William, Winfield Bradbury (1862-1938) vivía en Santa Bárbara y ejercía como Tesorero del Condado de Santa Bárbara y como Cajero del Central Saving Bank, él y su esposa eran miembros muy activos de la sociedad y de los Knights of Maccabees. John Francis (1865-1951) se encontraba en Pearce, AZ y era gerente de una gran propiedad, hasta poco antes había sido jefe de turno en las minas de la Copper Queen en Bisbee a donde había llegado probablemente en 1900. De la hermana solo se encontró su nombre de casada como A.P. Miller radicada en Oakland, CA. Se cree que todos los hombres de la familia pertenecían a la Logia Masónica.
William, el menor de los Metcalf del que también se sabe poco, nació en Santa Bárbara entre 1878-1879, al momento de su muerte tenía 28 años según una versión, 27 de acuerdo a otra y era soltero. Solo estudió hasta High School y llegaría a Cananea en 1903, para incorporarse a la maderería de Greene, a la sombra de su hermano George.
George A. Metcalf
Nace en Anson, Condado de Somerset, Maine ubicado cerca de la costa este de los Estados Unidos, a unos 280 km al noreste de Boston, MA, el 28 de marzo de 1858. De niño la familia migra a California estableciéndose en Santa Bárbara, una población de unos 15 mil habitantes, ubicado sobre la costa oeste, a unos 135 km al noroeste de Los Angeles, donde pasaría su niñez y juventud entre los estudios y el deporte.
En 1882 ingresa a la California State Normal School en Los Angeles (después se transformaría en la California State University), donde estudia para maestro, aunque no aparece entre los graduados desde 1884-1907, de acuerdo al historial de la escuela. Mientras estudia, sobresale como un excelente jugador de football americano.
De regreso en Santa Bárbara, ejerció como maestro de escuela y se dedicó a la ganadería asociado con F.N. Gehl. Se casa en 1887 en Santa Bárbara donde nacen sus tres hijos. Probablemente no le fue bien en el negocio de la ganadería, ni como maestro, ya que para agosto de 1900 llega a Bisbee, AZ a probar suerte en las minas de la zona y aunque no se sabe en qué minas trabajó, si se sabe que fue director de las escuelas públicas de esta población, donde estuvo hasta finales de 1902.
Estando en Bisbee, George y su hermano John, según el Tombstone Epitaph, el 9 de febrero de 1902, reciben un telegrama informándoles de la muerte de su padre en Santa Barbara, pero de acuerdo a los registros del cementerio de esta población, su madre es quien muere el 1 de febrero de 1902, mientras que su padre no aparece como sepultado en este cementerio.
George A. Metcalf y la Madereria
Todavía el 12 de septiembre de 1902 John Kelso era el ingeniero en jefe de la maderería, pero para el 15 de noviembre aparece George A. Metcalf de visita en Bisbee, proveniente de Cananea al servicio de Greene, ya como encargado de la maderería, lo que nos indica que probablemente George se hizo cargo de esta empresa, entre finales de septiembre y principios de noviembre de 1902. Al siguiente año llegaría su hermano William a trabajar con él.
Para 1906, George no solo era el encargado de la madera, sino también de la compra de pastura y granos para el ganado, de la empresa Sonora Packing Company, además de estar a cargo del departamento de renta de bienes inmuebles, como lo certifican los anuncios en el Bisbee Daily Review, que para el anecdotario, se siguieron publicando hasta el 26 de junio, 25 días después de su muerte.
Anuncio en el Bisbee Daily Review 26/06/1906
George A. Metcalf en su oficina de la maderería en Cananea.
(Arizona Historical Society. Tomada de:Sonnichsen, C. L.)
George A. Metcalf (Parado de sombrero), William Metcalf (Sentado al centro) y otros empleados en la maderería en Cananea. (Arizona Historical Society)
George A. como superintendente de los negocios de la madera, pastura y granos, y otros departamentos, de los americanos avecindados en Cananea, era quizás uno de los más populares de los negocios de Greene. Además, viajaba constantemente a los Estados Unidos y otras partes del Estado de Sonora, pero frecuentemente se le veía junto con su esposa de visita en Bisbee y sus alrededores, donde vivía su hermano John y su prima, la Srta Hosmer, una de las maestras más populares de la escuela de Bisbee.
La muerte de los Metcalf
Como encargado de esta parte de los negocios de Greene, George era un empleado fiel y eficiente, y en ese status lo tomó la huelga que los empleados de la Cananea Consolidated Copper Company (Las 4 C), habían iniciado la madrugada del 1 de junio de 1906 y que después de una fallida negociación con la empresa en la Comisaría de El Ronquillo, decidieron continuar la manifestación hacia la maderería, único departamento de la empresa que faltaba por visitar.
Cuando a eso de las 4:30 de la tarde la manifestación se aproximaba a la maderería, George, su hijo George Winfield de 13 años, su hermano William, Ignacio Cabrera, Pedro Fort y dos alemanes estaban en la oficina (Colin Bury, un empleado americano, en ese momento también ubica allí a Andrew Vance y un Sr. Howard). George ordenó cerrar la puerta exterior y conectar las mangueras contra incendio, para impedir la entrada a los huelguistas y rechazarlos con chorros de agua a presión.
Muchos eran los obreros mexicanos que trabajaban en ese departamento y varios empleados mexicanos ocupaban las oficinas como tenedores de libros y otros cargos de confianza, todos ellos dejando sus libros y papeles tal como estaban en sus respectivos escritorios, se acercaron a las ventanas para ver llegar a los huelguistas. Estos hicieron alto a unos cincuenta metros de la puerta principal y acercándose unos cuantos que portaban unas banderas, quisieron hablar con los señores Metcalf, jefes de la Maderería, para que se les permitiera sacar a los trabajadores mexicanos. El señor Ignacio Cabrera, tenedor de libros, al saber lo que los huelguistas deseaban, le dijo a George que les abriera las puertas y les concediera todo lo que querían ya que se presentaban de manera pacífica. George contestó que no les abriría y que se los iba a quitar de encima echándoles agua con una de las grandes mangueras contra-incendios. El señor Cabrera Insistió y recomendó a George, así como a los demás empleados, que no opusieron ninguna resistencia.
Para esos momentos George A. Metcalf había rociado con agua al pequeño grupo de huelguistas empapándoles completamente junto con las dos banderas que portaban. El resto del grupo de trabajadores, que estaban a corta distancia, al ver lo que pasaba, se acercaron al edificio y solicitaron a gritos que saliera ese “gringo” que había mojado las banderas y empezaron a arrojar piedras al departamento superior de donde había salido el agua. La respuesta fue una detonación cuya bala hizo blanco en uno de tantos, rodando ensangrentado por el suelo. Ya en ese momento el señor Cabrera, el señor Fort y otros empleados habían abierto las puertas, obligados por la multitud, por donde se precipitaron los huelguistas, la mayor parte jóvenes que deseaban sacar a los trabajadores mexicanos que estuvieren en el interior de los almacenes.
Al ver rodar por el suelo a uno de sus compañeros y no teniendo absolutamente ninguna arma para repeler la agresión de George, los demás arrojaron una lluvia de piedras sobre el edificio, tocándole una en la cara, se tiró por una de las ventanas hacia la calle al notar el ruido que hacían los que habían penetrado ya al edificio, subiendo las escaleras y recorriendo los departamentos de la planta baja. Al caer George a la calle, empuñaba un rifle calibre 30-40 marca Winchester y cruzaban su pecho dos cartucheras repletas de tiros. Sentado y con una pierna cruzada disparó de nuevo matando a otro de los huelguistas, entonces un grupo de ellos se precipitó sobre él arrojándole infinidad de piedras. Pudo levantarse e internándose por uno de los pasillos de la Maderería, corrió a ocultarse, pero fue perseguido y muerto con unos candelabros mineros puntiagudos, como a unos doscientos metros de la ventana de donde se había arrojado de lo alto del edificio.
William, armado con otro rifle igual al de su hermano, se precipitó por las escaleras y tomando una de las callejuelas que conducen a un puente recientemente construido y que servía para conducir la madera a otros departamentos, disparó varios tiros sobre la multitud, la que lo persiguió como seiscientos metros de distancia, lo alcanzan cuatro jóvenes huelguistas y lucharon con él, mató a tres, hirió al último en un dedo y murió a manos de este, de uno o dos tiros de su misma arma. Cuatro cadáveres quedaron en el llanito que se encontraba al otro lado del puente, dos frente a la oficina, uno en un pasillo y tres calcinados dentro de los edificios.
Colín Bury en una carta del 3 de junio dirigida a su madre, dice:
“…el Sr. Metcalf y Will fueron asesinados. Will fue asesinado a balazos y George Metcalf fue asesinado con candelabros mineros puntiagudos. Luego prendieron fuego al almacén de madera y cerca de $250,000 dólares en madera fue destruida.”
Maderería en llamas la tarde del 1 de junio de 1906.
Ruinas de la maderería 2 de junio de 1906.
(Arizona Historical Society. Tomada de:Sonnichsen, C. L.)
George es el primero de los hermanos en ser recogido en donde murió, dieciocho puñaladas fueron contadas en su cuerpo. Inicialmente piensan que William había podido huir a caballo pero poco después es encontrado y esa noche yacían ambos en el hospital de la empresa. El hijo de George permanecería escondido en la maderería hasta que inició el incendio y probablemente fue sacado por los empleados que se encontraban en la oficina al momento de la llegada de los huelguistas.
En Santa Bárbara, Winfield Bradbury Metcalf, temprano en la mañana del día 2 de junio recibió un telegrama de B.F. Packard proveniente de Cananea, anunciando la muerte de sus dos hermanos. El telegrama decía:
"Tus hermanos, George y William, murieron defendiendo valientemente la maderería de los huelguistas mexicanos."
El Funeral de los Metcalf
En el momento de la muerte de George, su esposa se encontraba residiendo en Pomona, CA, junto con sus hijos donde estudiaban, pero ella había estado enferma de neumonía y se encontraba probablemente en Pearce, AZ, pero no estaba totalmente recuperada cuando recibe la noticia de la muerte de su esposo el día 2 de junio. Ella se traslada a Bisbee con su cuñado donde permanece en el Copper Queen Hotel en espera de su hijo menor y de los cuerpos de los Metcalf. John dejó rápidamente Bisbee, viajando en buggy hasta Naco, donde tomó un tren de carga rumbo a Cananea, hacia donde se dirigía por los cuerpos de sus hermanos, para trasladarlos a Santa Bárbara, donde se llevaría a cabo el funeral. George a la edad de 48 años deja una viuda y tres hijos, Lester de 18 años, María de 15 y George Winfield de 13.
El 4 de junio en Naco, AZ, probablemente en compañía de su madre, al llegar de Cananea, el hijo menor de George en entrevista con el Bisbee Daily Review, obviamente muy dolido, declaraba:
“No hay verdad en la declaración publicada en el sentido de que mi padre hizo el primer ataque contra la turba. Llegaron hasta allí y sin una palabra de advertencia atacaron el lugar. Se puede decir que sólo querían conseguir que los trabajadores mexicanos se unieran a ellos en su manifestación, pero eso no es la verdad. Querían matar a algunos hombres blancos, y comenzaron allí.”
El 7 de junio, en un tren especial proporcionado por Greene, los restos de George y William, abandonaron Cananea rumbo a Santa Bárbara, a donde llegan al día siguiente, junto con su esposa, sus hijos y John, y son recibidos por toda la familia y amigos.
El 9 de junio Los Angeles Herald en la página 5, anuncia que el servicio funerario se celebraría en Santa Bárbara el domingo 10 de junio a las 2:30 pm en la Iglesia Congregacional, bajo los auspicios de las logias masónicas. Durante el servicio funerario participaron las logias masónicas locales Magnolia No.142 y Santa Bárbara No.192, participando también la Antigua Orden de Trabajadores Unidos (Ancient Order of United Workmen No.172), de las cuales era miembro George.
La iglesia estaba bellamente adornada con margaritas y un pasillo de bambú por donde lentamente avanzó la procesión presidida por el Rev. W. C. Merril, recitando a su paso las palabras de consuelo: “Yo soy la resurrección y la vida”. Los ataúdes fueron depositados frente al altar que se encontraba cubierto de rosas. El Rev. Merrill no hizo observaciones, utilizó el servicio Episcopal de oración y lectura de las Escrituras. Un cuarteto formado por la señora Bellman, señorita Trus Jow, Alfred Crowther y George Hunt; dirigidos por Mrs. Morrison quien estaba a cargo del órgano acompañaba la ceremonia. El servicio en la iglesia en realidad fue muy sencillo, pero muy impresionante. Himnos, una oración y la lectura de una porción de las escrituras, fue todo.
Posteriormente los cuerpos fueron trasladados al cementerio de Santa Bárbara. Los cargadores del féretro de George fueron: J.T. Johnston; George. A. Williams, J.L. Barker, J.H. Burson, John Alves (trabajaba en la maderería) y J.W. Taggart. Mientras que el de William fue cargado por: F.A. Conant, L. Richardson, Nathan Bentz, J.R. Granger, J.K. Harrington y C.W. Rasey. La inhumación se llevó a cabo con todos los honores de las Logias Masónicas, donde estuvieron presentes más de 200 masones y personas de casi todos los hogares de Santa Bárbara. Finalmente las dos tumbas se transformaron en una verdadera montaña de flores y arreglos florales, donde los hermanos quedaron lado a lado en el Lote 51 de la Sección Montecito, aunque sólo George está marcado actualmente con una lápida. En este Lote 51, también se encuentran enterrados su madre Orchard D., Winfield Bradbury y John Francis.
Cementerio de Santa Bárbara, CA, donde están enterrados los Metcalf.
Tumba de George A. Metcalf en el Cementerio de Santa Bárbara, CA.
A manera de entierro laboral, Greene anunciaría el 16 de julio de 1906 que el Sr. Evans, del Departamento de Tráfico, se había hecho responsable del Departamento de Madera, sustituyendo a George A. Metcalf.
El 30 de julio de 1906 La esposa de George, acompañada por su cuñado Winfield Bradbury hizo escala en Bisbee visitando a John F. Metcalf, que se encontraba como paciente en el hospital Bacon-Koons, recuperándose de una intervención quirúrgica por una apendicitis. Posteriormente la Sra. Metcalf iría a Cananea a tratar los asuntos relacionados con la herencia de su marido y después se trasladaría a Claremont, California en donde sus hijos estaban asistiendo al Pomona College.
CONCLUSION
Quizás la prepotencia y la impunidad acumulada de años que se obtiene al saberse protegido por tu patrón y las autoridades mexicanas, combinadas con algo de inocencia al creer que un chorro de agua podía detener a miles de huelguistas, no le permitió a George A. Metcalf medir la consecuencia de sus actos y lo iniciado por él, terminó dos días después con un número indeterminado de muertos, pero conservadoramente se puede hablar de más de 50 mexicanos y 12 americanos.
Al siguiente día de su muerte, desde Cananea, un corresponsal del Bisbee Daily Review escribió:
“… en opinión de los ciudadanos prominentes, la creencia general es que el levantamiento y la huelga se podrían haber terminado sin derramamiento de sangre, de no haber sido por el desafortunado incidente de Metcalf en el almacén de madera.”
De la misma opinión sería Francisco Mallen, Cónsul de México en El Paso, TX, cuando concede una entrevista a El Paso Herald, también publicada en el Bisbee Daily Review el 29 de julio de 1906, donde declara:
“…..sí el Sr. Metcalf hubiera ejercido un poco más de dominio de sí mismo y hubiera mostrado una mejor apreciación de la situación, no hubiera habido derramamiento de sangre y él estaría vivo hoy.”
BIBLIOGRAFÍA
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