CANANEA: PIONERA DE LA
AVIACIÓN EN MÉXICO.
El año de 1910 no terminaba de despuntar cuando ya
se pintaba como un año de grandes cambios en Cananea. Un ambiente caldeado por
las elecciones que se llevarían a cabo en el verano de ese año que predisponía
la posibilidad de deshacerse del porfiriato mediante elecciones o iniciar una
guerra para liberarse de tan oprobiosa dictadura como la que había impuesto
Porfirio Díaz y sus representantes en Sonora, el triunvirato formado por Ramón
Corral, Luis E. Torres y Rafael Izabal; quienes habían hipotecado la soberanía
del país en el estado, aunque como consecuencia de esto Cananea se convertiría,
además de un gran productor de cobre, en la cuna del primer avión armado en
México.
Un día de enero de ese 1910 Cananea se despierta
con la noticia de que Danny Lewis, un americano jefe del Departamento de Diseño
de la Cananea Consolidated Copper Company (4C), se disponía a fabricar un avión
y armarlo en Cananea. Esto inició como un rumor que sonaba falso, pero pronto
la idea de un “bicho aerodinámico” estuvo en la atmósfera de Cananea con una
influencia tan irresistible que pronto la población tuvo que darse cuenta que
era real lo que se pretendía.
Danny Lewis se encargaría de hacer mejoras al
diseño, fabricar las piezas de la estructura del avión y construirlo, mientras
que Doc Maxfield estaba interesado en unirse al equipo para financiar su
construcción. Lewis decía que el montaje de un biplano no era tan difícil como
se suponía, porque decía:
“…….especialmente cuando cada característica de la
piezas ha sido claramente definida en las revistas técnicas de la actualidad.”
Se pensaba que podía surgir algún problema por los
derechos de patente, sin embargo, decían que los apasionados locales de los
aviones podían volar un tiempo antes de que el mundo se diera cuenta. Lewis
afirmaba estar en posesión de todos los planos necesarios para la construcción
de la aeronave.
Con esto, Lewis trabajaría durante todo ese año
fabricando a mano cada una de las piezas de la estructura del biplano, con
excepción del motor y la hélice que fueron encargados a una fábrica. Para principios
de febrero de 1911 el biplano se encontraba terminado y habían llegado el motor
y la hélice, por lo que se esperaba que muy pronto empezaría a montar ambas
piezas esenciales para realizar las primeras pruebas de desplazamiento de la
aeronave.
El biplano era muy similar a los más modernos de
esa época, con la excepción de que se le diseñó un nuevo sistema de equilibrio
y el plano de dirección sería operado mediante un volante en lugar de hacerse con
los pies, como se hacía con otros biplanos en uso en ese tiempo, con lo que
tendría un par de mejoras que lo harían más maniobrable que las marcas
comerciales.
Después de algunas pruebas en el suelo durante el
mes de marzo, donde funcionó a la perfección, Dan Lewis decidió a principios de
abril que era momento de realizar pruebas en el aire y cuando lo intentaron se
rompieron dos cables y el biplano fue llevado de regreso al hangar donde estuvo
a la espera de que llegara un cable más fuerte, por el que tuvo que esperar un
par de semanas.
Casi un mes después, Lewis tenía listo de nuevo el
aeroplano y, a principios de mayo volvería a realizar pruebas en el aire, sin
embargo, otra vez se rompería un cable, pero en esta ocasión los daños serían
más severos, ya que el cable se enredó en la hélice y la hizo astillas ya que
era de madera, por lo que de nuevo tuvo que guardar el biplano en el hangar en
espera de una nueva hélice.
Desde que sufrió los desperfectos la aeronave a
principios de mayo, no se supo en que momento el biplano quedó de nuevo en
condiciones para realizar pruebas, sin embargo, para finales agosto a pesar de
que se decía que la aeronave había sido casi perfeccionada, todavía presentaba
problemas en el sistema de equilibrio.
Las nuevas características que Lewis había
incorporado al biplano, habrían requerido poco más de año y medio de paciencia
de su parte para llevar su máquina hasta un punto en el que sea posible volar
sin peligro de accidentes, aunque para entonces todavía se encontraba trabajando
en la perfección del sistema que le permitiera mantener el equilibrio y, se
decía, que cuando se completara este mecanismo, se habría revolucionado la
construcción de aeronaves.
Desafortunadamente no fue posible encontrar si se
terminó o no, el perfeccionamiento de los mecanismos que permitirían que los biplanos
fueran más maniobrables y seguros y, por lo tanto, desde Cananea Dan Lewis
creara una nueva generación de biplanos.
Dado que desde principios de 1911 la guerra de la
revolución ya había iniciado en el noreste de Sonora y para el 13 de mayo
Cananea ya había caído en manos de Juan G. Cabral y muchos americanos iniciaron
un éxodo de los principales centros mineros como Cananea y Nacozari, por lo que
es probable que Dan Lewis haya abandonado la ciudad llevándose su biplano para
concluirlo en algún lugar de Estados Unidos, ya que los medios informativos que
cubrían las noticias en Cananea no lo vuelven a mencionar en los siguientes meses
y años, así como tampoco otras fuentes mencionan esta creación de un gran
diseñador empleado de la 4C.
Dan Lewis parado en la parte trasera del aeroplano (El Paso Herald, 26/08/1911). |
Es probable que el hangar donde se armó el biplano se encontraba en o cerca de la maderería de la 4C que se encontraba en la Calle 8ª Este, entre las avenidas Sonora y Sinaloa, frente a la estación del ferrocarril, o bien, en la que se encontraba a un lado del almacén principal de la empresa en El Ronquillo, ya que en la parte izquierda de la foto se observa claramente la palabra “LUMBER” en una gran bodega.
HEMEROGRAFÍA
Bisbee
Daily Review, January 28, 1910.
El
Paso Herald, February 11, 1911.
Tombstone
Epitaph, February 19, 1911.
El
Paso Herald, April 11, 1911.
Bisbee
Daily Review, May 10, 1911.
El
Paso Herald, June 17, 1911.
Bisbee
Daily Review, June 18, 1911.
El
Paso Herald, August 26, 1911.
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