MANUEL M. DIÉGUEZ: Un incansable luchador casi olvidado en Cananea. Parte III.
Gustavo A. Moreno Martínez moremar@prodigy.net.mx
INTRODUCCIÓN
En esta tercera parte de la vida de Diéguez se destaca su regreso como gobernador de Jalisco después de derrotar a Villa en Sonora. Así mismo, se incluye la etapa como Gobernador Constitucional por elección, misma que poco ejerció, ya que constantemente y por periodos muy largos, estuvo comisionado como Comandante Militar de Jalisco, de la Región Lagunera y sur de Chihuahua, del Centro y Noreste, y del Norte en Chihuahua; comisiónes que en la mayoría de los los casos desempeñó con muchos éxito.
DE NUEVO COMO GOBERNADOR DE FACTO EN JALISCO
Para el 30 de marzo de 1916, Manuel M. Diéguez, había regresado a la ciudad de Guadalajara y tomado a su cargo nuevamente el gobierno del estado de Jalisco. Dado que los enemigos del constitucionalismo estaban otra vez en gran actividad en el estado, Diéguez, de nuevo como gobernador y jefe de las operaciones militares, inició desarrollando una fuerte campaña contra las numerosas partidas de contrarrevolucionarios que operaban en distintos cantones tratando de derrocar a Carranza. [5]
Por otra parte, Manuel Aguirre Berlanga, quien estuvo fungiendo como gobernador interino en ausencia de Diéguez, vuelve a encargarse de la Secretaría General de Gobierno. Para esas fechas, había sustituido a Diéguez como gobernador interino de Jalisco en tres ocasiones, entre septiembre de 1915 y marzo de 1916. Al frente de este gobierno, hizo una reestructuración política y administrativa de la entidad, fortaleció la libertad municipal y promulgó una ley laboral, que estableció el salario mínimo, la jornada máxima de nueve horas, dos días de descanso semanal y la obligación de pagar el salario en dinero y no en especie. Impulsó la educación laica, prohibió espectáculos que consideraba denigrantes como las corridas de toros y las peleas de gallos, combatió el alcoholismo clausurando las cantinas; todo esto, por supuesto, con la anuencia del general Diéguez.[6]
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| Manuel M. Diéguez gobernador de facto (Foto: D.P.) |
A su regreso a la capital de Jalisco, lo primero que tuvo que enfrentar el general Diéguez, fue una tremenda crisis económica generada por la depreciación del papel moneda carrancista o constitucionalista que pocos comerciantes querían recibir. A su llegada lo recibe una manifestación popular organizada en Guadalajara para protestar por la carestía de los víveres y el poco valor del papel moneda, ya que los comerciantes recibían este tipo de moneda muy por abajo de su valor nominal. Diéguez después de asumir el cargo manifestó a los que protestaban que se tomarían las medidas necesarias parta aliviar la deplorable situación del pueblo, e inmediatamente giró órdenes tendientes a calmar la excitación popular creada por este motivo.[7] Otro día Diéguez recibe a una comisión de representantes de la industria, agricultores y banqueros, quienes refrendaron su apoyo para ayudar a dar solución a la crisis económica, aspecto que agradeció mucho el gobernador.[8]
Una vez puestas las bases para resolver la situación económica de la clase más necesitada, ya sea mediante la formación de comités, programas asistenciales y con el control de la distribución de las mercancías y sus precios, Diéguez inició una campaña para exterminar las partidas de bandidos y enemigos que asolaban las pequeñas poblaciones que carecían de guarniciones militares en el estado.
Dado que la situación económica en Jalisco seguía en serios problemas por la situación del papel moneda constitucionalista que nadie quería, se dictaron medidas para que los establecimientos comerciales lo aceptaran, medidas que el Primer Jefe Constitucionalista envía al gobernador Diéguez y con fecha 16 de mayo de 1916 se publican en el desplegado siguiente:
“A los comerciantes, dueños de hoteles, propietarios de fincas, etc:
La disposición que para evitar abusos dictó el Gobierno a cargo de V. (Ud.), debe exigir al comercio que admita los billetes de la nueva emisión al precio de veinte centavos oro nacional que se les fija, y los de la emisión antigua al precio que fije la Secretaría de Hacienda, debiendo imponer castigo a los comerciantes que deprecien o repudien el papel Constitucionalista, con la clausura de sus establecimientos mercantiles, dando cuenta a esta Primera Jefatura para que le indique a usted lo que corresponda hacer después. V. Carranza”[9]
Sin embargo, a pesar de las reuniones que había tenido Diéguez con los representantes de todos los sectores productivos y comerciantes, la situación persistía al igual que en el resto del país, por lo que a mediados de mayo convocó a todos los comerciantes de la capital a una reunión en el Palacio de Gobierno y cuando todos estuvieron reunidos, de forma enérgica les habló de la manera siguiente:
“En vista de que no hay razón justificada para que eleven los precios, esto, pues, es un delito, porque la moneda constitucionalista tiene el mismo valor que hace quince días, y sin embargo, todos han duplicado los precios queriendo recibir el papel infalsificables como si fuera el antiguo; esto también es un delito, porque el papel antiguo tiene el mismo precio que hace quince días, y entonces no hay razón para que vendan un objeto en diez pesos y ahora quieran venderlo en veinte.”
“Hoy he mandado llamar a ustedes y de aquí saldrá el que pruebe que tiene los precios que hace quince días y el que no lo haga saldrá de aquí a la penitenciaría.”
“He querido ayudar a ustedes; pero parece que se ha tenido el deliberado deseo de hacer lo contrario de lo que debieran hacer para ayudar a solucionar la situación, depreciando la moneda.”[10]
Como nadie pudo probar lo que el gobernador pedía, todos los allí presentes fueron conducidos a la penitenciaría y para poder salir tuvieron que firmar el documento siguiente:
“Los subscriptos convienen en vender los artículos de cualquiera clase que tengan en sus establecimientos mercantiles a los precios que tenían en los días del 15 al 20 de abril, calculando en promedio; y que esos precios no serán alzados sino de una manera completamente justificada y con acuerdo de la Junta Reguladora, quedando incluidos en esta obligación los dueños de hoteles y propietarios de fincas, por lo que respecta a alquileres de hospedaje”[11]
Sin embargo, a pesar de haber firmado el documento anterior, muy pocos comerciantes cumplieron con lo pactado, y cinco días más tarde la mayoría seguía depreciando el papel moneda constitucionalista o no lo recibían, además se resistían vender a los precios convenidos; ante esto, Diéguez tuvo que recurrir a medios más enérgicos para meter en cintura a los comerciantes, enviando a los más poderosos y renuentes a la penitenciaría por treinta días, incluidos algunos extranjeros.[12]
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| Papel moneda constitucionalista de 1916 (Foto: G. Moreno). |
Por esos días de mayo de 1916, Diéguez estaba bajo mucha presión social, sobre todo por la cuestión religiosa ya que no sanaban las heridas de los ordenamientos que el gobernador de Jalisco había decretado al inicio de su gestión, y cuando regresa, se le acusaba de haber vendido en San Francisco, California, mediante un agente, pieles por valor de $200 mil oro, también, se le acusaba de haber fundido todos los objetos de oro producto del saqueo de las iglesias de Jalisco y de las residencias, desapareciendo de esa manera un verdadero tesoro artístico.[13]
El resto de mayo y junio pasaría resolviendo conflictos con los comerciantes y combatiendo a los grupos villistas anti-constitucionalistas que continuaban al mando de Pedro Zamora, Roberto Moreno, Saturnino Medina, Pedro Chávez, quienes seguían insubordinados ante las autoridades y al frente de cientos de rebeldes que desplegaban sus acciones en el sur jalisciense y en el norte del vecino estado de Colima, donde el enfrentamiento con las fuerzas constitucionalistas iba acompañado de asesinatos, raptos y saqueos. A pesar de que sus acciones ofensivas fueron a la baja y tendieron a adoptar un claro corte defensivo, no por ello disminuyó su peligrosidad y capacidad de liderazgo. Baste señalar que durante la segunda mitad de 1916, Zamora capitaneaba una fuerza superior a mil hombres. También deben contarse una diversidad de pequeños grupos de alzados que combinando rebeldía y bandolerismo, asolaban caminos, haciendas y rancherías apartadas.[14]
También, durante el mes de junio cambiaría al Lic. Manuel Aguirre como Secretario General de Gobierno quien fue llamado por Carranza para ocupar una subsecretaría en su gobierno, mientras que el Lic. Tomás López Linares ocuparía su lugar, quien era viejo vecino de Cananea, lugar en el que fue juez en la causa instruida por sedición en 1906contra Manuel M. Diéguez, sentenciándolos en aquella época a 15 años de prisión en San Juan de Ulúa. Más tarde cuando los amigos de Madero lograron sacarlo de los calabozos de esa cárcel, el Lic. López Linares trabajó incansablemente al lado de Diéguez hasta obtener la gubernatura de Jalisco.[15]
En esos mismos días viajaría a Cd. de México para atender un llamado del general Obregón en la Secretaría de Guerra. [16]
Probablemente derivado de las reuniones que tuvo Diéguez con Obregón a mediados del mes, para finales de junio, aproximadamente 7,000 tropas que estaban bajo Diéguez fueron enviados a Sonora para expulsar a los yaquis de sus fortalezas en la sierra del Bacatetete, pero los soldados estaban mal equipados, carecían de disciplina, organización y espíritu, y aunque el gobierno mexicano pudo haber deseado una campaña agresiva, los líderes y tropas locales no tenían intención de tomar la ofensiva contra los yaquis, cuya habilidad de combate era bien conocida en toda la República.[17]
Producto de su viaje a la Cd. de México, el general Diéguez también se entrevista con el encargado del despacho de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, logrando, en primer lugar, la construcción del ferrocarril Chamela, cuya función era comunicar el centro de la república con la costa del Pacífico, partiendo desde Aguascalientes en el centro del país y terminando en el puerto de Chamela en el poniente, cruzando extensas zonas de producción agrícola, pecuaria y minera con la idea de convertir la región en un centro industrial.[18]
Durante el mes de julio y agosto Diéguez seguiría combatiendo a los grupos rebeldes relacionados con el villismo que operaban en el estado y alrededores. Por otra parte estaría preparando elecciones municipales, permitiendo, en concordancia con Carranza, la formación de partidos políticos para la contienda electoral que se avecinaba, aunque solo denotaba una democracia a medias, ya que no se le permitiría participar a personajes ligados al porfiriato y al huertismo.
Para principios del mes de septiembre la prensa rumoraba que Diéguez sustituiría a Obregón en la Secretaría de Guerra, ya que éste último se preparaba para contender por la presidencia, sin embargo, esto nunca sucedió.[19] Más bien, después de la elecciones municipales donde triunfa el Partido Liberal, Diéguez se preparaba para contender para la gubernatura de Jalisco, ahora sí, por la vía democrática, aunque, como se comentó anteriormente, sin la presencia de los opositores a los constitucionalistas. Preparativos que hacía desde mediados de septiembre, ya que para esas fechas había viajado a la capital mexicana para entrevistarse con Venustiano Carranza, Álvaro Obregón y Rafael Zubarán Capmany, éste último Secretario de Gobernación.[20]
En la capital mexicana el general Diéguez en una entrevista había comentado que para esas fechas Jalisco ya se encontraba más tranquilo, ya que los grupos villistas que operaban en el estado, habían sido reducidas al mínimo, que ya solo operaban unos 150 hombres, que los principales líderes habían muerto en combate, fusilados o depuesto las armas; comentaba además, que los preparativos para la construcción del ferrocarril a Chamela transcurrían sin problemas.[21]
Hasta mediados de diciembre de 1916, Diéguez se encargaría de combatir a los bandoleros y villistas, combatir los altos precios de los productos básicos castigando y acordando con comerciantes, reorganizando el Poder Judicial, apuntalando la educación, planeando y supervisando el proyecto para la construcción del ferrocarril a Chamela; pero también, hacía una constante promoción política visitando la principales ciudades y pueblos de Jalisco para conocer las necesidades de cada región, ya que para inicios de 1917 empezaría la contienda electoral para elegir constitucionalmente al nuevo gobernador del estado y, por supuesto, Diéguez le entraría a esa contienda, al mismo tiempo que promovía la candidatura de Carranza a la presidencia de la república, razones por las que se cree, viajaba con frecuencia a la capital del país, entre otros asuntos. Además, con fecha 13 de noviembre había sido ratificado por Obregón como Comandante Militar de Jalisco.[22]
Después de realizar una solicitud para obtener la concesión de construcción y operación del ferrocarril Guadalajara-Chamela, con fecha 19 de noviembre de 1916 le fue concedida dicha concesión, previa cancelación, por incumplimiento, de la concesión otorgada anteriormente a una empresa para la construcción y operación de dicha vía férrea.[23]
Para mediados de diciembre, cuando Diéguez se encontraba en medio de una gira por todos los cantones del estado (Jalisco estaba dividido en 8 cantones), se empieza a rumorar que dejaría la gubernatura para lanzar su candidatura en la campaña electoral de 1917.[24]
Para el 26 de diciembre, Diéguez viaja a Querétaro en donde se entrevista con Carranza para tomar acuerdos sobre la construcción del ferrocarril a Chamela, y le promete que tan pronto terminen las sesiones del Congreso Constituyente, lo acompañará a clavar el primer riel del ferrocarril; además de tratar otros asuntos.[25] Solo tres días después, el día 29, vía telegráfica Obregón le informa que ha sido nombrado Jefe de Operaciones Militares en el sur de Chihuahua y Comandante Militar en la Región Lagunera para combatir al villismo en toda esa zona del norteña del país.[26]
El día 31 de diciembre, antes de dejar el cargo, Diéguez entrega un extenso informe sobre su labor administrativa al Primer Jefe Constitucionalista que de manera sucinta decía lo siguiente:
“INSTRUCCIÓN PÚBLICA
Funcionan actualmente en el Estado 738 escuelas primarias, 2 normales, 3 preparatorias, 1 de artes y oficios para hombres, 1 comercial o industrial para señoritas y 3 profesionales. Ejercen con nombramiento oficial 1,740 maestros de primaria y 161 universitarios. En la capital asisten 17,500 alumnos.”
“HACIENDA
El 31 de octubre último había en la Dirección General de Rentas las cantidades siguientes: En dólares a 2x1, $846; en oro nacional, $1,655; en plata, $3,6728.95; en billetes de banco, $2,770.00; en papel infalsificable, $682,042.76; recibos pendientes de data, los cuales justifican la salida de $1’792,584.06 en papel moneda antiguo para su canje por infalsificable, y pagos hechos por la suma de $145,109.51 en infalsificable, $2’050,281.72; y letras por cobrar, $23,705.50. Total, $2’798,140.73.”
“GOBERNACIÓN
Se logró por medio de la enérgica prevención, reducir mucho los abusos de los empleados ferrocarrileros para el suministro de carros al público (sic); se reglamentó la portación de armas; se giró circular conminando con fuerte castigo a los rateros e individuos que sin autorización legal, catearan casas; se convocó a elecciones municipales; se declaró la libre exportación de productos del estado; se efectuaron con todo orden las elecciones de diputados al Congreso Constituyente y se puede decir que esta pacificado el territorio jalisciense.”
“FOMENTO, ESTADÍSTICA, COMUNICACIÓN Y COMERCIO
Se han dirimido varias cuestiones del agua. Para evitar irregularidades en los correos, se han proporcionado escoltas a los conductores. Se comenzaron los trabajos para el ferrocarril a Chamela. Se hicieron las concentraciones estadísticas de 13 y 14. Se llevó hasta donde es posible, el movimiento de cereales. Se creó la Sección Agraria y del Trabajo.”
“JUSTICIA
Se reorganizó el Poder Judicial y se han tramitado además de los juicios comunes, varios indultos y expropiación de terrenos de una hacienda para edificación de una prisión, un arsenal y una colonia para obreros.”
“BENEFICIENCIA PÚBLICA
Ha sido debidamente atendida.”[27]
COMANDANTE MILITAR EN LA REGIÓN LAGUNERA Y CHIHUAHUA
Desde el día 1 de enero de 1917, los periódicos de Chihuahua y sur de Estados Unidos circulaban noticias de que el general Manuel M. Diéguez quien era conocido por ser un luchador y tenía al mando hombres experimentados que lo acompañaban desde que peleó en Sonora y que ahora se dirigían al norte para co-operar contra Villa.[28] Esta vez combatiría a Villa como Comandante Militar en la Región Lagunera y Jefe de Operaciones Militares en el sur de Chihuahua.
Para el día 4 de enero ya se habían dado los primeros enfrentamientos contra los villistas entre las fuerzas de Diéguez y las del general Francisco Murguía, Comandante de Operaciones en Chihuahua, quien empujaba constantemente hacia el sur a las fuerzas principales de Villa que había establecido su cuartel general en Jiménez. Mientras tanto, el general Murguía envió sus trenes de regreso a Chihuahua y su retaguardia estaba fortaleciendo a Santa Rosalía. Por otra parte, el general Diéguez estaba operando contra Villa en el distrito de La Laguna, donde ya se había declarado oficialmente que Torreón, Lerdo y Gómez Palacio estaban en manos de las tropas constitucionalistas.[29]
Para mediados de febrero el general Manuel M. Diéguez envía unos 3,000 hombres hacia el sur de Chihuahua para cerrar la pinza sobre Villa, mientras el general Francisco Murguía presionaba por el norte, además el general Diéguez había dejado 9,000 hombres en Torreón.[30]
Todo parece indicar que, aunque Diéguez dejó la el gobierno en manos del Tomás Linares, para combatir a Villa, nunca estuvo en la Región Lagunera ni en Chihuahua, al menos hasta finales del mes de marzo y; más bien, se dedicó a realizar proselitismo político para contender para la candidatura constitucional para gobernador de Jalisco.
Para finales de marzo el general Diéguez, gobernador militar de Jalisco, quien ha venido a conferenciar con Carranza, ha recibido seguridades de que se le apoyaría para la candidatura a l gobierno constitucional. Mientras hacía campaña, solicita licencia como gobernador y se queda en su lugar el Secretario de Gobierno,.[31]
En pleno proselitismo por la gubernatura de su estado, se inauguraron las obras del ferrocarril a Chamela a principios de marzo de 1917, a donde asistió Carranza y en forma extemporánea colocó el primer clavo de las vías. Por cuestiones de la lucha revolucionaria el ferrocarril tuvo varios tropiezos por lo que la vía pudo iniciar operaciones hasta el 1 de abril de 1919.
Venustiano
Carranza y Manuel M. Diéguez (Atrás vestido de militar) en la inauguración de
las obras del ferrocarril en el tramo Guadalajara-Chamela en marzo de 1917
(Foto: Mediateca Nacional INAH).
Al mismo tiempo que se desarrollaban las campañas para Gobernador, para el relevo del Congreso Local y de los Magistrados al Supremo Tribunal de Justicia, gobierno del estado inició una campaña de promoción del voto por todo el estado con la finalidad de que la población en general saliera a votar, promoviéndolo como una obligación ciudadana y a quien no saliera a votar le serían suspendidos sus derechos ciudadanos y sería sujeto de otras penas que marcaba la ley correspondiente.[33]
De acuerdo al decreto emitido por el Gobernador Provisional, las elecciones se llevaron a cabo el domingo 6 de mayo de 1917 en todas las poblaciones y comisarías del estado, donde, de acuerdo a las crónicas, estas se llevaron con orden y tranquilidad, con una gran afluencia de votantes y, desde un principio, se supo que Diéguez sería el triunfador para ocupar el ejecutivo estatal, mientras que para diputados y magistrados hubo que esperar el cómputo final.[34]
Manuel M. Diéguez
Gobernador Constitucional Electo de Jalisco (Fotos:
El
Pueblo, 1917-05-13 y 22).
Después de la campaña y antes de las elecciones, Diéguez se toma un breve descanso a las orillas del Lago de Chapala, por cierto, mientras el permanecía en ese lugar, unos de sus sirvientes fueron asaltados mientras se dirigían a reunirse con él.[35] Después iniciaría una gira por algunas ciudades de Jalisco donde era homenajeado por su triunfo electoral. Se esperaba que en unos días estuviera en Guadalajara donde el Partido Liberal Constitucionalista preparaba una gran manifestación popular para el día en que el gobernador tomara posesión de su cargo, pero para el día 21 de mayo se encontraba en la capital del país donde se entrevista con Carranza, permanecería unos días en la capital, después, el día 25 regresa a Guadalajara acompañado por Obregón, quien viajaba a Sonora vía Manzanillo-Guaymas.[36]
A finales de mayo se instaló la cámara de diputados recién electa para iniciar el proceso de relevo del ejecutivo estatal, después de instalada, el Gobernador Provisional Lic. Tomás López Linares hizo entrega y leyó un extenso informe de labores, terminada la lectura se retiró del recinto, mientras los diputados concluían la sesión del día.[37]
El día 1 de junio fue de fiesta en Jalisco, ya que conforme a lo dispuesto en el decreto respectivo, desde ese día, Jalisco entró de lleno en el periodo constitucional. La Cámara de Diputados con fecha 29 de mayo envió al Gobernador Provisional un decreto por el cual le hacía saber que, la misma Cámara de Diputados del XXV Congreso Constitucional, constituido en Colegio Electoral, en uso de sus facultades y, previo examen de los expedientes electorales declara como Gobernador Constitucional del Jalisco por haber obtenido mayoría absoluta al general Manuel M. Diéguez, por el resto del cuatrienio del 1 de marzo de 1915 al día último de febrero de 1919, es decir, la ley contemplaba el tiempo desde que el constitucionalismo triunfó en el estado, de esta manera Diéguez solo gobernaría por 21 meses más.[38]
Altos empleados de la administración pública, el cuerpo magisterial completo y un numeroso público llegaron a presenciar el acto de toma de posesión de Diéguez. La banda de la Gendarmería se colocó en uno de los corredores del Palacio de Gobierno, una compacta muchedumbre se aglomeraba afuera del mismo y mientras la Perla Tapatía se encontraba bajo la influencia de una alegría generalizada.
Minutos después de la 10:00 am, Diéguez, acompañado del Lic. Tomás López Linares, Gobernador Provisional; de J. Espiridión González, Subsecretario Int. E. del D.; de Romualdo Parra, Director General de Rentas; y del Prof. Abel Ayala, Director de Instrucción Pública, llegan a las puertas del palacio en tres carruajes, siendo recibidos con un espontáneo aplauso. Diéguez vestía de rigurosa etiqueta.
En medio de los aplausos el Gobernador entra al salón del Congreso, siempre acompañado de las personas antes mencionadas y de una comitiva de la Cámara de Diputados que fue expresamente nombrada para recibirlo. El Presidente del Congreso se puso de pie y tomó la protesta de ley al Gobernador Constitucional. Fue un acto solemne e imponente y, cuando terminó, la Srita. Rosalina Gutiérrez le entregó, a nombre de los obreros, una banda tricolor conmemorativa con una alusiva inscripción. Diéguez permaneció poco tiempo en el Congreso y en medio de un entusiasmo generalizado se dirigió al Salón de Embajadores donde tuvo lugar otro acto de gran importancia y significación, ya que el Gobernador Provisional le hizo entrega del Gobierno, donde López Linares en medio de un silencio general y con frases que revelaban la solemnidad del acto, expresó a Diéguez la satisfacción profunda que experimentaba porque los jaliscienses le hubieran confiado sus destinos y que su llegada al ejecutivo estatal era un anuncio de prosperidad y progreso para el estado. Inmediatamente le hizo entrega de una carpeta que contenía los asuntos pendientes y del sello de autorizar del gobierno.[39]
Manuel M. Diéguez Gobernador
Constitucional de Jalisco 1917-1919 (Foto: Mediateca INAH).
Manuel M. Diéguez fue uno de los 14 gobernadores electos constitucionalmente vía el voto popular a mediados de 1917, sin embargo, aunque fueron votaciones libres y de todas maneras muy probablemente hubieran ganado la elección, éstas no fueron democráticas, ya que no se le permitió participar a ninguna persona que en el pasado hubiese tenido alguna relación con el porfirismo y el huertismo y; aunque fue un gran paso para la democratización del país, los constitucionalistas quedaron a deber por esta limitante.
Diéguez inmediatamente retomó las riendas del gobierno de Jalisco y una de los grandes adelantos fue impulsar la Constitución de Jalisco al siguiente mes, pero seguían persistiendo algunos de los problemas que había enfrentado desde el inicio de su gestión como gobernador de facto, como eran el problema con el clero ya que seguían cerradas las iglesias porque estos seguían promoviendo la rebelión contra el constitucionalismo; así mismo, al igual que en otras partes del país, persistía el bandolerismo en el estado y el robo en las ciudades.[40] Por otro lado, las obras del ferrocarril a Chamela avanzaban de momento bien, mientras se le daba mantenimiento al resto de las vías y caminos del estado, y ya se habían resuelto muchos problemas de abasto de mercancías de primera necesidad y sus precios ya estaban controlados, probablemente esto último fue uno de los factores por lo que Diéguez se ganó el aprecio del pueblo, porque el cierre de las iglesias le costó mucho en popularidad ya que Jalisco era un estado muy religioso donde el clero tenía mucha influencia sobre la sociedad en general. A tal grado estaba el clero enojado que decía que Diéguez estaba rabioso en contra de los católicos por la tenaz oposición que le han venido haciendo, publicando los errores sin cuento y los mil abusos que a diario se cometían, según ellos, bajo el amparo de la Constitución de Querétaro[41] (Constitución del 05/02/1917). La mayor parte de las acciones que realizaba Diéguez en Jalisco y que tenían trascendencia regional o nacional, siempre las consultaba con Carranza, con quien se reunía en la capital del país, al menos una vez al mes.
COMISIONADO MILITAR EN EL NORTE-NORESTE DEL PAIS
Sin embargo, como se había caracterizado el gobierno de Diéguez, el 24 de septiembre solicitada licencia para separase del gobierno para atender una comisión militar encomendada por Carranza, quedando como gobernador interino Emilio Degollado. Antes de partir hacia la capital el gobernador fue despedido con un banquete que ofrecieron los diputados del congreso local. La licencia era por tres meses y el día 25 de septiembre se entrevista con Carranza y el encargado del despacho de la Secretaría de Guerra y Marina para recibir instrucciones sobre la comisión a cumplir.[42]
Para el día 4 de octubre finalmente se sabía cuál era la comisión para la que había sido llamado a la capital del país por Carranza, ese día se supo que había sido nombrado Jefe de Operaciones Militares en los estados de Michoacán, Jalisco, Aguascalientes, Querétaro, San Luis Potosí, Tamaulipas y Nuevo León, con sede en la ciudad de Querétaro donde tenía la guarnición militar. En una entrevista concedida ese día comenta que activaría la campaña militar especialmente en Michoacán, donde se encontraba operando muy activamente el cabecilla villista Chávez García.[43]
Después de regresar a Guadalajara y preparar el ejército que comandaría para su nueva misión militar, Diéguez, acompañado de su estado mayor y algunos particulares, días después parte a Tampico, cuya principal función era recuperar la zona petrolera de la región que estaba en manos de los rebeldes tamaulipecos anti-constitucionalistas. [44] Días más tarde, se le uniría el general Fernando Ávila quien hasta esa fecha ocupaba el cargo de jefe de operaciones militares en los estados de Querétaro y Guanajuato.[45]
Específicamente, Diéguez, viaja a Tampico para informarse de primera mano de la situación prevaleciente en ese puerto y zonas circunvecinas, teniendo largas conferencias con los jefes militares de la región, quienes le informaron de las actividades que estaba desarrollando el autonombrado general Manuel Peláez quien imponía impuestos a la industria petrolera de la región, dominando plenamente toda la zona petrolífera del norte de Veracruz.[46] La industria de la zona le pagaba los impuestos a él, porque no estaban de acuerdo con política petrolera liberal de Carranza y preferían mantener la paz en sus zonas de trabajo; por eso y la protección que recibía de los pobladores, Peláez pudo rechazar cinco campañas militares emprendidas por los constitucionalistas entre 1917 y 1918 contra su ejército rebelde que nunca pasó de unos 3,000 hombres.
Para el encargo que le había ordenado Carranza a Diéguez, éste había solicitado un mes de licencia para ausentarse como gobernador de Jalisco, término que concluía el 24 de octubre de 1917, por lo que tuvo que solicitar una ampliación de la licencia por un mes más a partir de esa fecha.[47] Aunque se encontraba comisionado en el noreste del país, Diéguez viajaba con cierta frecuencia a supervisar las obras del ferrocarril a Chamela.
Para noviembre, aunque Diéguez seguía encargado de la campaña en Tamaulipas, no había podido entrar de lleno en ella por falta de suficientes tropas para hacer frente al general Peláez, cuya protección que recibía hacía más difícil su persecución.[48] Lo mismo pasaba en la zona de San Luis Potosí donde operaban los hermanos Cedillo, quienes obstruían constantemente el tráfico de Tampico a la capital potosina, por lo que Diéguez tuvo que poner escoltas permanentemente a los trenes que viajaban entre estas dos ciudades. Mientras tanto, en Guadalajara se concentraban tropas que estaban acuarteladas en Colima previendo incursiones de bandas rebeldes provenientes principalmente del norte y Michoacán.
Dado que para el 24 de noviembre vencía de nuevo la licencia solicitada por Diéguez para ausentarse del gobierno, con fecha 23 del mismo mes, solicita de nuevo licencia hasta el 24 de diciembre y seguiría como gobernador interino el Lic. Emiliano Degollado.[49]
Después de visitar las obras del ferrocarril a Chamela a fines de noviembre, Diéguez se traslada de nuevo a Tamaulipas y establece su cuartel general en la estación Doña Cecilia cerca de Tampico. Allí esperaría un gran número de tropas provenientes de Sonora vía Vallarta-Guadalajara, constituidas esencialmente de yaquis leales al constitucionalismo que de la capital tapatía se repartirían entre los estados con problemas de grupos antagónicos a Carranza.[50]
Sin embargo, para principios de diciembre de 1917, las condiciones socio-políticas en el norte estaban empeorando, ya que en Nuevo Laredo, Tamaulipas y norte de Nuevo León, empezó a operar contra el constitucionalismo el general Juan Andrew Almazán, mientras en Coahuila se empezaba a gestar el descontento liderado por los hermanos Eulalio y Luis Gutiérrez, quienes se encontraban en prisión al descubrirse el plan de rebelarse contra Carranza, mientras en Coahuila el descontento iba en aumento.[51] De hecho para el día 12 de diciembre las plazas de Monclova, Múzquiz y Barroterán habían sido tomadas por los gutierristas, aunque fueron recuperadas casi inmediatamente por las tropas de Diéguez, sin embargo, esto mostraba el crecimiento del descontento liderado por los hermanos Gutiérrez en la zona carbonífera.[52]
Para el 23 de diciembre, de nuevo, Diéguez prorroga su licencia para retirarse del gobierno por dos meses más, es decir, hasta el 24 de febrero de 1918, dada la complejidad de la comisión que estaba cumpliendo por órdenes del jefe máximo constitucionalista.[53]
El año de 1918 iniciaría con buenas noticias para Diéguez, ya que tanto en la prensa nacional como internacional se le mencionaba como el siguiente Secretario de Guerra y Marina.[54] Sin embargo, esto nunca sucedió; por el contrario, sin haber podido controlar las zonas de las huastecas y de la frontera norte y sacar a los rebeldes de esas zonas, para mediados de febrero se traslada a controlar a los rebeldes liderados por José Inés Chávez García que operaban en Michoacán, Guanajuato y parte de Jalisco, por lo que se dirige a Morelia.[55]
Ese mes de febrero no había iniciado bien para la lucha encomendada a Diéguez, en la zona petrolera de la Huasteca todo seguía igual,[56] en la frontera con USA de los estados de Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila, también. Sólo en San Luis Potosí se había logrado contener a los rebeldes y en Chihuahua Villa no había podido reponerse de su derrota de 1915 en Sonora y la persecución de los gringos por el estado de Chihuahua durante 1916, por otra parte las tropas al mando del general Murguía habían logrado contener su crecimiento, de tal manera que para inicios de 1918, pero Villa ya estaba por ser un problema serio para el gobierno de Carranza.
Para marzo el panorama había cambiado sustancialmente, las tropas al mando del general Luis Caballero comisionado por Diéguez en la zona de la Huasteca para combatir a Peláez, habían logrado desalojarlo de la mayor parte de las áreas que dominaba.[57] Por otra parte, Villa se había recuperado y tomado algunos sitios en Durango, incluyendo la capital; de la misma manera, en la zona del bajío Chávez García había aumentado su ejército rebelde y se daba el lujo de retar a Diéguez.[58] Ante esto último, Diéguez se preparaba para combatir a los rebeldes de la zona centro del país.
El resto de ese 1918, Diéguez se la pasó combatiendo a los rebeldes anticonstitucionalistas en los estados de Michoacán, Jalisco, Guanajuato, Colima, San Luis Potosí y Tamaulipas, viajaba constantemente a esos estados y a la capital de la república para conferenciar con Carranza y el Secretario de Guerra y Marina, pero a pesar de eso, no dejaba de atender problemas que solo le correspondían al gobernador interino, ya que constantemente supervisaba las obras del ferrocarril a Chamela y otras obras de mantenimiento, de la misma forma negociaba con el clero la apertura de las iglesias y lo referente al Artículo 130 Constitucional y que en Jalisco provocó gran inquietud entre el clero y, ante esto, Diéguez que era gran conciliador, pero actuaba con mano dura cuando las circunstancias lo obligaban, tuvo que intervenir para someter a la jerarquía de la iglesia en el estado, ya que entre otras cosas el mencionado artículo regulaba el número de sacerdotes por iglesia, aspecto que no le gustaba nada al clero.
El domingo 29 de diciembre de 1918 se llevan a cabo las elecciones para gobernador del estado de Jalisco, siendo electo Luis Castellanos Tapia quien fue postulado por el Partido Unión Liberal de Guadalajara y otras agrupaciones, derrotando contundentemente al candidato propuesto por el Partido Católico de Jalisco, repaldado por el clero local que quería recuperar su coto de poder.[59]
Por esos días de finales de enero, el general Diéguez se convertiría de nuevo en tío al nacer Enrique Guillermo, hijo de su hermano Crisanto,[60] quien había trabajado en Cananea y participado en la huelga de 1906, siendo aprehendido con un grupo de huelguistas y enviado a la penitenciería de Hermosillo de donde sería liberado posteriormente. Después, como su hermano, Crisanto se incorporaría a la revolución, pero ya la había abandonado y para esas fechas explotaba un aserradero en Cd. Guzmán, mientras en la capital tapatía poseía otros negocios relacionados con la madera.
El general Manuel M. Diéguez iniciaría el año de 1919 como Jefe de Operaciones Militares en el Centro de la República, pero después de visitar a Carranza, quien se encontraba en el puerto de Veracrúz, a finales de enero regresa a la capital tapatía y el día 31 de enero retoma sus obligaciones como Gobernador Cosntitucional y el 1 de febrero rinde un informe ante el Congreso del Estado.[61]
Durante la presentación del informe, una de las preocupaciones de Diéguez era la pacificación del estado, pero esto no sucedería si no se mofificaba la Ley de Culto, tal era su preocupación que en la parte final de su informe diría lo siguiente:
“Solo una recomendación me falta haceros: laborad por la paz; sin sacrificar los principios, haced obra de unión y de concordia, indidpensables para que esta importante rama de la gran familia ibero-azteca, que con riesgo de su soberanía y de su independencia, tanta veces a enerbolado el estandarte de la guerra civil, penetre al cabo por las anchas vías de la normal evolución, que es el progreso lento, pero firme, que acabará por borar de nuestras mentes esas viejas tendencias de la raza, esos incomprensibles atavismosque todavía parecen añorar la piedra de los sacrificios, y el sangriento instituto de las ‘guerras de casa’ de Axayacatl.
Laborad por la paz, y así cimentaréis para siempre entre nosotros los principios que proclamara la revolución triunfante.”[62]
Diéguez dentro del informe dirigido al congreso, presenta la derogación del Reglamento del Decreto 1927, sin embargo, correspondía a la legislatura poner fin a la cuestión religiosa por lo que se proponían llevarla a la discusión parlamentaria ese mismo día.[63]
Para principios de febrero todo parecía indicar que el conflicto entre el clero y gobierno llegaría a su fin, ya que después de algunas negociaciones y la promesa de Diéguez de derogar el decreto que restringía algunas prácticas religiosas, la relación entre ambas instituciones finalemente quedaría restablecida. De hecho, después de 6 meses de estar cerradas las iglesias, el domingo 2 de febrero se realizaron misas en la totalidad de los templos católicos del estado. [64]
Muchas felicitaciones recibió Diéguez por derogar ese decreto, incluso muchas personas se preguntaban a que debía el cambio en el gobernador, antes tan despótico y enérgico, y ahora tan conciliador y razonable, se decía que probablemente esto debía a la conferencia tenida en México con Carranza, quien seguramente le expuso la necesidad de entrar de lleno a una política conciliatoria para tranquilizar a la opinión pública. Esto también vendría de la mano con la expedición de un indulto para todos aquellos rebeldes que quisieran deponer las armas e integrarse a la vida civil, amnistía que tenía el objetivo de pacificar el país, dado que había varios grupos de rebeldes activos que operaban en grandes e importantes regiones de la república.
Sin embargo, a pesar de haberse hecho cargo del gobierno estatal, esto lo haría solo por unos días, ya que seguiría como Jefe de Operaciones Militares en el Centro y después de rendir su informe ante el congreso, Diéguez se trasladaría a Tampico para retomar la batalla en contra de los rebeldes al mando del autonombrado general Manuel Peláez quienes durante parte de 1917 y todo 1918 habían podido rechazar los ataques constitucionalistas y aunque eventualmente habían logrado ser desalojados de algunas zona, tiempo después las volvían tomar, por lo que seguían controlando la zona petrolera de la zona de la Huasteca.[65] El día 11 de febrero Diéguez llega a Tampico y días después, a pregunta expresa de un reportero, declara:
“La Campaña decisiva contra los rebeldes pelaecistas ha sido iniciada con todo vigor y éxito.”[66]
El día 1 de marzo el gobernador interino Manuel Bouquet Jr., entregaría las riendas del gobierno de Jalisco al gobernador constitucional electo Luis Castellanos y Tapia, terminando una etapa de transición democrática iniciada por Diéguez donde los gobernantes ya eran electos democráticamente.[67]
JEFE DE OPERACIONES MILITARES EN EL CENTRO Y NORESTE
Desligado totalmente del gobierno de Jalisco, Diéguez centraría su atención en combatir a los rebeldes de las áreas a donde se le comisionaba con la intención de pacificar el país.
El día 2 de marzo en la residencia de Agustín Rodríguez Gama se llevó a cabo a la presentación matrimonial de la señorita Dolores Rodríguez con Ramiro Diéguez, siendo padrino de esta presentación el propio general Diéguez.[68] Solo unos días después, el 10 de marzo de 1919 se realizó la ceremonia matrimonial por lo civil. Crisanto también se había incorporado a la revolución y por esas fechas ostentaba el grado de teniente coronel, llegando a formar parte del Estado Mayor del general de división Manuel M. Diéguez.[69] Otro día se llevaría a cabo la boda por la iglesia en el Sagrario Metropolitano y después en la residencia de los recién casados se llevó a cabo un desayuno, para después partir rumbo a Chapala donde pasarían la luna de miel.[70]
Mientras que Diéguez se encontraba en Guadalajara, dos días después de la boda de su hermano, recibe la noticia que los rebeldes liderados por Peláez habían sido desalojados de una de sus principales plazas y habían huido en desbandada después de un enfrentamiento con las tropas a cargo de Arnulfo Gómez y César López de Lara.[71] De la misma manera, las tropas habían formado un cerco en el los límites entre Michoacan y Guanajuato para evitar que los restos de los rebeldes que operaban en esa región trataran de moverse hacia el norte para unirse con Villa después de la muerte del cabecilla José Inés Chávez García.
Durante ese mes de marzo de 1919, se estuvieron movilizando tropas de otros lugares ya pacificados, como Guerrero, para fortalecer la campaña contra los rebeldes dirigidos por Peláez.[72] El objetivo era cerrar la pinza con el apoyo del Jefe de Operaciones Militares de Veracruz, sobre la región donde se mueven los rebeldes.
Con motivo de la visita de Carranza a Jalisco para la inauguración del primer tramo de 28 km (Guadalajara-Cocula) del ferrocarril a Chamela el 29 de marzo de 1919 se realiza un homenaje con banquete a donde asistieron los principales personajes de la capital y algunos gobernadores de los estados cercanos, donde el general Diéguez estuvo al lado del Presidente de la República.[73] Esto indicaba, por un lado, que Diéguez seguía siendo un militar importante para Carranza y, por otro, tenía una gran influencia sobre los políticos y sociedad civil en Jalisco, donde era muy apreciado.
Dos días después, el 31 de marzo, se realiza otro festejo en Cocula, donde concluía el tramo terminado, hacia donde viaja Carranza en el tren del general Diéguez llegando a es sitio a las 3:00 pm. A Cocula llegó mucha gente de Guadalajara ya que pusieron a disposición un tren para que viajaran a esa población y disfrutaran de la inauguración del tramo de ferrocarril y de una serenata y baile en la plaza principal en honor a Carranza. Otro día a las 10:00 am, viajan de regreso a la capital tapatía.[74] Dado que la construcción de estas vía fue a iniciativa de Diéguez, en esta población el general dio amplios informes sobre los costos, igualmente hizo referencia a las dificultades que se tuvieron para su construcción, agradeciendo a la población de Jalisco por la ayuda económica y moral para llevar a cabo esa importante obra.[75]
Inmediatamente después de la partida de Carranza, Diéguez, junto con Pascual Ortiz Rubio gobernador de Michoacan, partió hacia ese estado para proseguir con su pacificación combatiendo los pequeños grupos de rebeldes que aun quedaban en esa región.[76] Días después, parte hacia la Huasteca Potosina para combatir a los rebeldes liderados por Peláez y para mediados de ese mes de abril quedaron restablecidos los movimientos de mercancías entre Tampico y Monterrey, movimientos que estaban varados de hacía meses por la inseguridad que representaban los grupos rebeldes pelaeceistas.[77]
JEFE DE OPERACIONES MILITARES EN EL NORTE
Para el 24 de abril, mientras se encontraba supervisando la ruta Tampico-Monterrey, es nombrado Jefe de Operaciones Militares en el Norte y es movilizado al frente de dos mil hombres que inicialmente fueron estacionados en Torreón con la intención de planear la campaña para combatir a los rebeldes liderados por Villa que para esas fechas se concentraban al poniente de la capital chihuahuense.[78] En Gómez Palacio, a finales del mes, tuvo que negociar con los ferrocarrileros que se encontraban en huelga contra el gobierno, ya que al igual que los de Aguascalientes estaban en rebeldía. [79]
El plan de Diéguez de ubicarse en la Región Lagunera, era evitar que Villa tratara de moverse hacia el sur y tomara esa zona donde podría tener mayor movilidad, de hecho la oportuna llegada de estas tropas, evitó que un grupo de villistas provenientes de Durango pudieran atacar a las ciudades de la región, ya que fueron rechazados en estación Avilés.[80]
En coordinación con el Jefe de Operaciones Militares en Chihuahua, general Jesús A. Castro, el general Diéguez inician una vigorosa campaña contra los villistas, tanto en Parral como en Jiménez, a la ez que se iniciaba la reparación de la vía del ferrocarril desde Chihuahua hacia el sur, dado que había sido destruido el puente sobre el Río Conchos y parte de las vías por órdenes de Villa para aislar el norte del estado de la ayuda proveniente del sur.[81] Por esta razón Diéguez se encontraba encampanado y no podía avanzar hacia la capital del estado.[82]
La determinación del gobierno de aplastar el bandolerismo especialmente en los estados del norte y muy especialmente el movimiento de Villa y Ángeles, provoca una reorganización del mando militar, que incluía la colocación del general César A. Castro al mando de las operaciones. en el norte, que habían estado al mando el general J. Agustín Castro, exsecretario de Guerra, con sede en Chihuahua, ayudado por Dieguez con sede en Torreón y cooperando con él general Gabriel Gavira, que actualmente se encontraba en Durango, quien sería enviado a operar bajo las órdenes del general Diéguez.[83]
Para el 4 de junio el puente sobre el Río Conchos y los tramos de vía destruidos por villistas, habían quedado completamente reparados y el general Diéguez inmediatamente se dispone a movilizar a sus tropas a la capital del estado, ya que las tropas de Villa se habían alejado de la zona, al parecer rumbo al poniente.[84]
Con la finalidad de movilizar a sus fuerzas hacia la frontera, Diéguez que para finales del mes todavía se encontraba en Cd. Chihuahua, hace uso de camiones para su trasporte, debido a que las líneas ferréas estaban destrozadas y presentaban un gran riego al movilizarse sobre ellas. En vista de eso, Diéguez pidió ayuda a Cd. Juárez solicitando gasolina, palas, cables, pólvora, velas y otros artículos necesarios para este caso; se le mandó lo que se pudo conseguir, porque los caminos también se encontraban en pésimas condiciones, por lo que Diéguez estaría en gran riego y aislado en caso de un ataque de los villistas.[85]
Para mediados de mes de julio las fuerzas contitucionalistas habían tenido varios encuentros con fuerzas villistas y en todos los casos los carrancistas lograron triunfar, ya que las fuerzas de Villa, aunque eran numerosas, se encontraban fragmentadas en numerosos grupos, muchos de ellos refugiados en las sierra. Debido a eso el gobernador de Chihuahua estaba muy agradecido de que se hubiera comisionado a Diéguez, ya que a partir de su estancia la situación militar en el estado había mejorado sustancialmente, dado que la estrategia para combatir a los villistas estaba dando resultados rápidos y efectivos.
Por otra parte, Diéguez había hecho una solicitud a la Secretaria de Guerra, pidiendo algunos elementos de la Policía Militar que dependía de la Jefatura de la guarnición de la capital mexicana, para utilizarlos en Chihuahua, solicitud que fue aceptada y el Ministerio del ramo, giró las órdenes correspondientes para envíar a esa ciudad varios jefes y oficiales. Uno de los fines que perseguía el general Diéguez con esto, era el de que los miembros de la tropa, asi como los jefes y oficiales que pertenecen a las fuerzas que operan en Chihuahua, no cometan delitos que queden impunes, sobre todo el de la venta de armas y parque al enemigo, pues se tenía conocimiento de que soldados, después de haber tomado participación en un combate, se quedaban dispersos y vendían el arma y el parque que les había confiado el Gobierno, presentándose después a la jefatura de operaciones desarmados. Para esto, la Secretaría de Guerra, comisionó a cerca de treinta oficiates que prestaban sus servicios en la Policía Militar de la Cd. de México para que ahora lo hicieran en Chihuahua con el mismo carácter, percibiendo sus haberes por conducto de la Oficialía Federal en aquella Entidad y dependiendo del jefe de la guarnición. Asimismo comisionó al teniente coronel Francisco A. Martinez, y al mayor Aureliano Valderrama, como jefe y subjefe de dicha oficina.[86]
En Chihuahua, Diéguez, también contaba con una escuadra de aviones que se dedicaban a bombardear los campamentos villistas, pero en ocasiones los pilotos se equivocaban y soltaban las granadas en campamentos carrancistas causando muertes y pérdida de materiales y equipos dentro de los miembros del mismo ejército, motivo por el que los pilotos fueron procesados y la escuadra aérea dejó de utilizarse regularmente.[87]
La campaña militar comandada por Diéguez estaba dando tan buenos resultados que para después del día 20 de julio, el general Martín López, segundo en jefe de las fuerzas villistas en Chihuahua, las crónicas decían que había solicitado amnistía para él y sus tropas, pero se estaba en espera de la autorización de Carranza.[88]
Sin embargo, la solicitud de amnistía no existió o no fue aprobada por Carranza, ya que para principios de agosto los grupos principales de villistas fueron empujados hacia el sur del estado por las fuerzas constitucionalistas y el 9 de agosto las fuerzas de Martín López que acopañaban a Villa fueron atacadas en Balleza y murieron 83 hombres y les hicieron 33 prisioneros, incluido el jefe del Estado Mayor de López quien fue fusilado en estación Dorado. [89] Poco menos de un mes mas tarde, el 4 de septiembre, Martín López muere después de un enfrentamiento con carrancistas cerca de Durango capital.
Pero no todo eran triunfos para Diéguez en Chihuahua, ese mismo mes de agosto tuvo que enfrentar una gran conspiración en contra del gobierno constitucionalista y a favor de las fuerzas rebeldes, complot que estaba perfectamente ramificado a a otros estados de país. Se descubrieron papeles y cartas en los cuarteles de los jefes de la conspiración en Chihuahua a principios del mes, que decían que se había acordado incluir en el complot a la guarnición de la capital chihuahuense, quienes deberían unirse a las fuerzas de Villa, y que debería entregarse la ciudad a los villistas el jueves 7 de agosto. El Plan era que las distintas guarniciones de varios lugares del estado, se unieran a la misma hora a Villa, incluyéndose entre estos: Parral, Jiménez, Santa Rosalía (hoy Camargo), Ojinaga, Villa Ahumada, Ciudad Juárez y la Capital del Estado. Las crónicas decían que en los cuarteles de los cospiradores al ser cateados el mártes 5 de agosto por la noche, se obtuvo una larga lista de los militares y civiles comprometidos, mismos que fueron aprehendidos y se procedió a su aprehensión. Veinte de los conspiradores fueron ejecutados inmediatamente en la Plaza Pública, por órdenes personales de Manuel M. Diéguez y entre dichos ajusticiados estaban: Gral. Lázaro Alanís, un General zapatista cuyo nombre no se dio a conocer, Gral. Rueda Quijano, un Coronel villista, Gral. Manuel Gutiérrez, Diez oficiales de Artillería, casi todos capitanes y Mayores, y varios prominentes civiles, entre ellos dos periodistas. Más de 200 oficiales fueron arrestados y se le presentó a Diéguez el problema de quedarse sin oficiales si procedía a la detención de todos los descontentos.[90] Se calculaba que el número de arrestados llegó a más de 500, tanto en la capital como en los lugares antes citados. A algunos de los aprehendidos se les realizó un consejo de guerra donde salieron a relucir muchos detalles del complot, incluso la venta de armas propiedad del gobierno a los villistas. Como resultado de este juicio militar varios mas fueron sentenciados a muerte.[91]
Al mismo tiempo, Diéguez enfrentaba las críticas de que habían dejado pasar a dos aviones americanos a buscar a otro avión que supuestamente se había perdido al equivocarse y tomar el curso del río Conchos en lugar de seguir el río Bravo, por lo que este habría aterrizado aguas arriba de la confluencia entre estos ríos, una zona donde con frecuencia se movían los villistas. Sin embargo, se pensaba que Diéguez, con la anuencia de Carranza, habría permitido el ingreso de los aviones a territorio mexicano como una ayuda de Estados Unidos para perseguir a Rentería y a Cano, dos jefes villistas, que se supone se encontraban en las cercanías cuidando a Hipólito Villa, hermano del Centauro del Norte, quien se encontraba curándose de sus graves males que lo tenían postrado desde hacía algún tiempo.[92]
Posteriormente se supo que fueron dos aviones los que se habían perdido y los pilotos fueron secuestrados por los villistas quienes pedían 15 mil dólares por su rescate. Pero para el 19 de agosto, cerca de Ojinaga cruzaron cinco mil americanos para perseguir y castigar a Chico Cano quien era el culpable del secuestro de los aviadores y, con aviones lanza bombas a la vanguardia, inició una expedición punitiva, previo aviso por conducto del Cónsul Mexicano en Marfa, Texas. De manera oficial, también se supo que los aviadores Peterson y Davis fueron rescatados mediante el pago del rescate.[93] Después del rescate de los aviadores las tropas amercanas regresarían a su país sin causar ningún problema.
Después de resolver el problema de las incursiones de los americanos hacia terreno mexicano, a principios de septiembre, Diéguez recibe informes de que Villa, al ser obligado a moverse al sur del estado de Chihuahua, se le había visto con unos 500 hombres cruzando el río Nazas al suroeste de Torreón con dirección a San Juan del Río, su pueblo natal.[94] El general decide moverse hacia esa ciudad con la finalidad de dirigir la campaña en contra de los villistas, ya que el general Miguel Acosta iba tras él.
Desde mediados del mes de septiembre en algunos periódicos nacionales e internacionales se especulaba sobre la posibilidad de que Diéguez fuera nombrado Secretario de Guerra y Marina.[95] Sin embargo, esto no parecía ser mucho del agrado del general de división, pero para fines de ese mes tenía cita con Carranza en Cuatro Ciénegas a donde llegaría el Primer Jefe Constitucionalista después de una visita a Piedras Negras y otros lugares del estado de Coahuila para concluir en su pueblo natal. Diéguez arribaría a esa ciudad el 27 de septiembre para reunirse con Carranza después de pasar unos días en el sur de Chihuahua y Torreón supervisando la campaña contra Villa.[96]
Después de entrevistarse con Carranza en Cuatro Ciénegas, Diéguez declara que además de informarle sobre la situación que guardaba la campaña contra el villismo, también le solicitó la creación de un cuerpo especial cuya única función sería vigilar la vía del ferrocarril entre Chihuahua y Torreón, para garantizar al público el servicio de transporte entre estas dos ciudades.[97] Diéguez regresa a principios de octubre a Torreón y Jiménez, Chihuaha con la finalidad de retomar la campaña en contra de los villistas y otras bandas de bandoleros.[98] Inmediatamente después, el 9 de octubre, se movería hacia Cd. Juárez para conferenciar con las autoridades mexicanas de la aduana fronteriza sobre la prevención de incursiones de bandidos.[99]
Diéguez llegaría a Juárez acompañado de un cuerpo de infantería, un regimiento de artillería y cuatro aviones para realizar vuelos de reconocimiento, de hecho el personalmente vuela con uno de los pilotos. También hicieron un vuelo de exhibición para los habitantes de la ciudad. Además de tener reuniones con diferentes oficiales y amigos, Diéguez hace una visita al cuartel local y, el domingo, después de ordenar la instalación de un puesto militar en Bosque Bonito, en el bajo Valle de Juárez, en su tren particular se traslada rumbo a Casas Grandes con la intención de visitar los cuarteles constitucionalistas por donde debía pasar.[100]
Para mediados de octubre, de acuerdo a una entrevista que concede el general de división Diéguez, Chihuahua ya se encontraba pacificado, ya que solo quedaban dos columnas villistas de relativa importancia: la que comandaba el general Villa que se encontraba en Durango y la que estaba al mando de Hipólito Villa quien se encontraba escondido en la sierra de Palomas por el rumbo de Ojinaga, el resto solo eran grupos pequeños dispersos de no mas de una docena de individuos que se mantenían a salto de mata, pues nunca se atrevían a enfrentar a las tropas constitucionalistas. En la misma entrevista, y como ya lo había mencionado con anterioridad, comenta que el pensaba que para finales de diciembre Villa estaría totalmente vencido.[101] Gran parte de las derrotas que sufría Villa, se debían a que mucha gente lo había abandonado y otros se rendían ante las fuerzas constitucionalistas, pero algo de vital importancia que le afectó fuertemente, fue el hecho de que algunos de sus hombres que se rindieron, denunciaron los sitios donde el Centauro del Norte tenía enterradas cantidades importantes de armas que las tropas al mando de Diéguez recogieron, por lo que poco a poco fue quedando sin armamento y municiones. [102] Por otra parte, los hombres que le quedan a Villa eran muy pocos y muchos de ellos dispersos, pero además los carrancistas dominaban la frontera y ya era muy arriesgado para ellos abastecerse de armas desde Estados Unidos.
Villa, después de su derrota cerca de Durango donde muere Martín López, se retiró al estado de Zacatecas para reorganizarse y después de un mes de inactividad, a principios de noviembre regresa a Durango con intenciones de avanzar hacia el norte, ante esto, Diéguez se traslada a Torreón con la intención de evitar un ataque a esta ciudad.[103] Unos diez días mas tarde las crónicas mencionaban que Villa se encontraba camino a Ojinaga para reunirse con otra partida de villistas.[104] Probablemente pensaba reunirse con la columna que lideraba su hermano Hipólito en esa zona donde tenía semanas escondido y seguramente para tratar de adquirir armas al norte del río Bravo. Ante esta situación, Diéguez mueve sus tropas de nuevo al norte para enfrentar a los villistas en Ojinaga, movilizando también algunos de los aviones que tenía estacionados en Chihuahua.[105]
Sorpresivamente, en Valle de los Olivos ubicado en plena sierra, unos 65 km al noroeste de Parral, el día 15 de noviembre es capturado el ex-general Felipe Ángeles a quien se consideraba el intelectual del villismo. Ángeles quien se encontraba al frente de unos diez hombres, es capturado junto con cuatro miembros de su estado mayor por un grupo denominado Defensa Social de Valle de los Olivos al mando de Gabino Sandoval.[106]
La versión oficial dice que Gabino Sandoval jefe de las Defensas Sociales de Valle de los Olivos, región que conocía a la perfección, fue informado que el general Felipe Ángeles, seguido de un pequeño número de hombres, quizá únicamente su Estado Mayor, se encontraba refugiado en la Sierra de Nonoava. Habiendo Sandoval puesto esto en conocimiento del geeral Manuel Diéguez, éste le ordenó que con una fuerza competente saliera en persecución del general que tanto prestigio había conquistado por sus pasados comportamientos. El 5 de noviembre dio principio la persecución, siendo localizado el general Ángeles el 10 del propio mes, en una cueva entre las montañas. En ese sitio tuvo lugar una escaramuza, pues los perseguidos hicieron resistencia logrando ponerse por lo pronto a salvo, dirigiéndose a las estribaciones de la sierra. El día 15 volvió Sandoval a localizar al grupo en el cañón de Santo Tomás, donde la resistencia fue desesperada, muriendo en el tiroteo cinco de los hombres de Ángeles. Éste, con el resto de sus fieles, que con él inclusive contaban cinco, emprendieron la fuga al cerro de las Moras, perseguidos de cerca por la caballería de Sandoval. Ya en dicho cerro volvió a oponer una leve resistencia y no teniendo esperanza de ponerse a salvo, optó por rendirse.[107]
Inicialmente fueron conducidos a Parral y para día 20 de noviembre son enviados a Camargo, para entonces tres de los capturados con Ángeles ya habían sido ejecutados. De allí el ex-general fue llevado a la capital escoltados por otro tren en el que iba el general Diéguez, quienes fueron recluidos el día 21 en la penitenciería acompañados por el propio general de división.
Al respecto, con fecha 20 de noviembre desde Camargo Diéguez envía al general José Juan Méndez, Jefe de Operaciones Militaresde los estados de Jalisco y Colima, el telegrama que textualmente decía:
“53, Camargo, Chihuahua, 20 de noviembre, 1919.- Guad.83, 9 pm. rns. 11.23 pm.
Gral. J .J. Méndez.- Urgente.- 825.-
Cumpliendo con instrucciones especiales que este cuartel a dado a los Jefes de las diversas defensas sociales de este Estado, el C. Gabino Sandoval, Jefe de la Defensa del Valle de los Olivos, distrito de Hidalgo, habiendo tenido conocimiento de que en la sierra de Nonoava merodeaba el cabecilla Felipe Ángeles acompañado de 12 o 15 individuos, salió y después de expedicionar durante seis días por la referida sierra, logró encontrar a dicha partida de rebeldes a la que hizo cinco muertos en el cañón de San Tomé, el día 14, continuando su persecución toda la noche y el día siguiente hasta las cuatro de la tarde, hora en que logró capturar tras de débil resistencia al citado cabecilla Felipe Ángeles y los cuatro individuos que lo acompañaban. Todos los reos ya encuéntranse en esta plaza. Con satisfacción comunícole lo anterior y salúdolo afectuosamente.
General en Jefe.- M. M. Diéguez.”[108]
Inmediatamente que Ángeles llega a la capital ya se tenía conocimiento que sería juzgado por un Consejo de Guerra, sin embargo, dentro de prisión tuvo varias consideraciones de parte de Diéguez, una de ellas era que no se le restringió ni se sometió a censura la correspondencia, además, Ángeles necesitaba constestar un mensaje a su hijo que se encontraba en Nueva York y el mensaje debía ser enviado primeramente a Ciudad Juárez donde a su vez debía ser trasmitido a El Paso, para que por cable fuera pasado al lugar de su destino, y para ello debía hacerse entrega en las oficinas de los Telégrafos Federales de cierta suma de dinero que el prisionero no tenía en su poder. Como una significativa muestra de consideración hacia el prisionero los oficiales del 21° Regimiento de Caballería se reunieron para sufragar los gastos del mensaje. Sabido esto por Diéguez, de su propio bolsillo reintegró a los oficiales la suma colectada.[109]
El general Diéguez estuvo muy satisfecho de que la captura de Ángeles, ya que con eso golpeaba a las fuerzas de los villistas con un golpe más duro que la captura de Villa, debido a que Ángeles era el cerebro del villismo y sin su guía los villistas se debilitarían rápidamente, como había sucedido desde que Villa y Ángeles se separaron después de su desacuerdo que fue el resultado de la protestas de Ángeles contra la anarquía de la campaña villista. Su enfrentamiento y separación se produjo después de la derrota de Juárez, cuando huían hacia el sur.[110]
A su llegada a la capital del estado, el general Diéguez se encontró con un telegrama proveniente de la señora Ángeles donde le pedía que se le brindara a su esposo todas las atenciones necesarias para que no sufriera.[111]
Además, Diéguez recibió numerosos mensajes de diferentes sectores de la sociedad chihuahuense que se referían al juicio de Ángeles. Uno de esos mensajes era de los miembros de la extinta Defensa Social de Parral, que solicitaban que se le perdonara la vida, manifestando que éste procuró, en lo posible, que los villistas no cometieran atrocidades cuando ocuparon esa ciudad, y que, además, influyó para que se dejara en libertad a varios vecinos de la población que habían sido detenidos por orden de Villa.
Diéguez también recibió del presidente de la República, un mensaje referente al juicio de Ángeles, redactado en los términos siguientes:
Señor general D. Manuel M. Diéguez
Chihuahua
Enterado de la formación del Consejo de Guerra que juzgará a Felipe Ángeles. Cúmplase en todo con la ley, sin admitir influencias de ninguna especie ni en favor ni en contra del reo.
Salúdolo afectuosamente.
V. Carranza[112]
Por más que hubo cartas y voces que pedían que no se ejecutara a Felipe Ángeles, finalmente el Consejo de Guerra lo acusó de rebeldía y deserción del ejército, y terminó condenándolo a muerte por fusilamiento. Durante ese 26 de noviembre se estuvieron recibiendo innumerables mensajes telegráficos y cartas dirigidos a Diéguez y Carranza, en los que se pedía se respetara la vida de Ángeles; pero para eludir responsabilidades Diéguez había salido para Camargo la noche anterior, a fin de librarse de la presión social y de algún compromiso de otro tipo. Aunque fueron muchos los mensajes recibidos, ninguno obtuvo respuesta, ni Diéguez ni Carranza tuvieron la cortesía de contestar las peticiones de indulto que se les solicitaron. Todo parece que estaba decidido de antemano; así lo demuestra la formación del Consejo de Guerra para que el juicio fuera breve, así como la desaparición de Diéguez la noche anterior.[113]
Aunque en descargo de Diéguez, el día 27 de noviembre manifestó que Angeles pudo haberse acogido al beneficio de la amnistía promulgada hacía poco tiempo para toda la República, para que los culpables del delito de rebelión se acogieran a ella, sin embargo, Ángeles prefirió, aunque escondido y huyendo, seguir en el campo de batalla.[114]
Antes de que terminara ese mes de noviembre, Diéguez ya estaba organizando de nuevo la campaña en contra de lo que quedaba de las fuerzas villistas, que de acuerdo a la información obtenida, se localizaban en la sierra de Las Palomas al sureste de Ojinaga, cerca del límite con Coahuila.[115] Para principios de diciembre desde Sonora se habían transferido un avión, vehículos y equipo de campo hacía Chihuahua y se había concentrado cerca de Falomir para reforzar la campaña.
Con motivo de un enfrentamiento con las tropas de Villa el 28 de noviembre en un sitio denominado El Espejo, éste se ve obligado a huir hacía Coahuila, mientras Diéguez se traslada a Jiménez, Chihuahua desde donde envía el comunicado siguiente:
"Caballería en persecución de Villa y su banda. Es muy posible que lo capturemos pronto. Sus fuerzas han sido destruidas casi por completo como resultado de la batalla librada hace cinco o seis días en Espejo, Chihuahua".[116]
A principios de diciembre, procedentes respectivamente de Puebla, Zacatecas y Europa, llegaron a la capital del país los generales Pablo González, Manuel M. Diéguez y Jacinto Treviño. Los tres llegan con la finalidad de conferenciar con Carranza acerca de las comisiones que han tenido a su cargo. González entregará el mando de sus fuerzas en el Estado de Morelos; Diéguez informará sobre su gestión militar en Chihuahua, sobre el Consejo de Guerra y fusilamiento del General Ángeles, y Treviño hará lo mismo acerca de los estudios que se le ordenaron hiciera en los ejércitos del viejo mundo.[117]
Considerando que las fuerzas de Villa ya estaban muy disminuidas y solo era cuestión de tiempo para darle el golpe final, Diéguez llega a la capital del país el 3 de diciembre para conferenciar con Carranza, después solicita el resto del mes de descanso para pasarlo con su familia en Guadalajara. Demostrando que todavía tenía mucho peso político en su estado natal, para el 27 de diciembre se encontraba en Cocula supervisando la construcción del ferrocarril a Chamela junto con el gobernador el estado.[118]
Par finales de 1919, Diéguez volvía a ser mencionado con la posibilidad de ser nombrado Secretario de Guerra y Marina, incluso iniciando 1920 se mencionaba como uno de los candidatos a la presidencia de la república, junto con Ignacio Bonillas y Pablo González por el lado de los carrancistas para contrarrestar a Álvaro Obregón, quien ya se había rebelado contra el Primer Jefe Constitucionalista.
Tambíen, a principios de enero de 1920, algunas crónicas de los díarios decían que Diéguez, bajo el pretexto de combatir a los yaquis, marcharía a Sonora al frente de cinco mil hombres con el objetivo de hacer presión sobre los partidarios del candidato a la presidencia de la república Álvaro Obregón y que obedece a un plan proyectado para aplastar al general en el mismo momento en que se pronuncie, en caso de que pierda la campaña presidencial.[119]
Después de conferenciar varias veces con Carranza respecto a la situación del villismo en Chihuahua y sobre la cuestión política en Sonora, Diéguez sale de la capital del país el 5 de enero de 1920 rumbo a Chihuahua, donde contaría con unos 10 mil hombres para combatir a Villa y los menos de 500 hombres que le quedaban según los constitucionalistas. Diéguez llevaba la tarea de terminar con el villismo antes de que Carranza finalizara su gestión al frente del ejecutivo federal.[120]
El 7 de enero Diéguez llega a la capital chihuahuense e inmediatamente se avoca a declarar que Villa se encontraba aislado y rodeado en la sierra del Burro ubicada en lo que se conoce como desierto del Hechicero y que pronto saldría a combatirlo, el por el lado de Chihuahua y el general Murguía por Coahuila.[121]
Todo el mes estuvo en Chihuahua dándole seguimiento a la campaña contra Villa y para el 1 de febrero desde Parral declaraba que se encontraba sumamente complacido, pues todo el sur del estado se encontraba en calma, ya que no existían bandas de bandidos como solía decirles a los villistas. Así mismo, el general J. González Escobar, comandante de la guarnición de Cd. Juárez, hacía declaraciones en el mismo sentido, comentando que todo se debía a la planeación realizada por Diéguez para los cerca de 20 mil hombres bien equipados que tenía distribuidos entre los estados de Chihuahua y Durango. [122]
Mientras tanto, Álvaro Obregón harto, decía, de que Carranza y todos sus partidarios le ponían muchas trabas para realizar su campaña de proselitismo político como candidato a la presidencia de la república, había decidido rebelarse y unirse a otros jefes inconformes con el carrancismo.
En medio de la polémica, otra vez, de que Diéguez sería nombrado Secretario de Guerra y Marina, llega a la Ciudad de México el 19 de febrero llamado por Carranza.[123] Por esa misma fecha, también recibe la orden de mover la flota de aviones para Agua Prieta, debido a que se tenían noticias de que por esa ciudad los villistas que se habían replegado a la sierra, pensaban introducir un gran contrabando de armas.[124]
Para fines de febrero, Diéguez deja el mando de Chihuahua en manos de Pablo Quiroga de la guarnición de la capital de ese estado, mientras él se dirije a Sonora con la infantería a través del Cañón del Púlpito llegando a Agua Prieta el día 27, para otro día continuar a Nogales no olvidando visitar Cananea bajo un sinfín de rumores.[125]
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