domingo, 19 de abril de 2015

CRONICA DEL ASALTO AL BANCO DE CANANEA
Gustavo A. Moreno Martínez moremar@prodigy.net.mx
En la noche del 8 y madrugada del 9 de mayo de 1919, 22 bandidos al grito de “Viva Villa” y al más puro estilo del oeste estadounidense del siglo XIX, robaron caballos y sillas de montar de la CCCC y asesinaron a 5 policías, entre ellos al jefe de la policía, secuestraron al cajero y asaltaron el Banco Mercantil de Cananea S.A., coloquialmente conocido como Banco de Cananea, robaron armas, varias tiendas, además liberaron presos de las cárceles. Durante cuatro horas aterrorizaron a la población de Cananea, escapando a las 4:30 a.m., huyendo con rumbos diferentes, pero el jefe huyó hacia suroeste, rumbo a Los Nogales pasando por el Paso de El Capote, para posteriormente, reunirse todos en la Sierra Azul, ubicada más al sur, que era conocida como refugio de bandidos.

El asalto fue encabezado por Toribio Caballero de quien se dice utilizaba varios alias, también se cree era un Coronel Villista, ya que firmaron recibos y huyeron con el grito de “Viva Villa”, permitieron que otras personas tomaran productos de las tiendas que robaron, repartieron dinero entre las personas que pasaban y huyeron creando confusión y aterrorizando a la población.
El Banco de Cananea en ese tiempo era propiedad de María Proctor de Wiswall la viuda de William C. Green y el cajero era Carlos Almada (existen varias  versiones del nombre del cajero: J.M. Almada, J.M. Peralta o Al Bonnard). El banco desde 1908 ya se ubicaba en sus instalaciones de la Av. Juárez y Calle Tercera Oeste (Fotos 1 y 2).

Foto 1.- Banco de Cananea antes de 1925.
Foto 2.- Banco de Cananea cerca de 1928.

A continuación se hace una cronología de los eventos ocurridos antes, durante y después del asalto hasta la muerte del último de los bandidos capturados de que se pudo obtener información.

Jueves 8 de Mayo de 1919.- Después de una jornada de trabajo en el área de la “convertidora” de la CCCC, en el “pueble” de “3 a 11” del jueves 8 de mayo, Toribio Caballero (alias José María Suárez o Blas Flores) junto con Jesús Castro (otra versión menciona a Victor Moreno como acompañante de Caballero), se dirigieron al corralón donde se encerraban los caballos de la empresa, corralón que se localizaba en una zona ubicada a un lado de la vía del tren, a la altura del Hospital del Ronquillo, zona conocida como zona del Corralón (Foto 3), que era parte de El Ronquillo. Cerca del corralón los esperaban otras 20 personas que integraban el resto de los 22 bandidos de la banda, ya juntos, se dirigieron a estas instalaciones de la empresa y allí robaron cinco sillas de montar y cuatro caballos, completos de monturas se dirigieron al Banco de Cananea con la intención de robarlo.

Foto 3.- Zona del Corralón en 1905.
Viernes 9 de Mayo de 1919.- Pasada la media noche, ya iniciado el día 9 de mayo, en su trayectoria al banco, al pasar por “La Carcelita” (Foto 4), donde actualmente está la  estación de bomberos los bandidos fueron interceptados por un policía que hacía guardia a quien dispararon asesinándolo. Penetraron a La Carcelita y liberaron a los presos, se dice también, que tres policías fueron sorprendidos, desarmados por los bandidos y encerrados en las celdas. Dos policías que se encontraban cerca (probablemente 3), al oír la balacera corrieron a prestar ayuda, siendo también acribillados (se mencionan 4 policías muertos). Se dirigieron al banco, violaron la puerta de entrada y después de un fallido intento de abrir la bóveda, se fueron a la casa del cajero del banco quien se llamaba Carlos Almada, a quien obligaron a vestirse e ir al banco con ellos, trató de oponer resistencia y se dice que los bandidos sacaron una bomba y lo amenazaron con utilizarla con él y su familia para mandarlos "a la eternidad", al menos que accediera a cumplir sus órdenes, por lo que tuvo que someterse. Ya en el banco y abierta la bóveda, los bandidos tomaron un botín que de acuerdo a las primeras versiones, variaba entre $30,000 y $40,000. Después de tomado el dinero del banco, salieron a la calle y se toparon con el comandante de la policía de apellido Rivera, quien tratando de poner orden en la situación, también fue acribillado por los ladrones, quienes al verlo muerto tomaron su pistola (De la poca información que hay, se infiere que al jefe de la policía lo mataron después de robar el banco).

Foto 4.- Rurales en La Carcelita de El Ronquillo en 1902.
Después, ya desprotegida la ciudad, se dedicaron a saquear tiendas, donde se cambiaron de ropa, dejando la ropa vieja y sombreros en una de las tiendas. Se menciona que las tiendas saqueadas fueron La Francesa propiedad de la Familia Félix Arnold, la tienda de Tábet, la de los Hermanos Hopkins y la joyería Plascencia propiedad de Bernardo Plascencia. Se comenta, pero no se confirmó, que otras dos tiendas fueron robadas. Una vez que asaltaron las tiendas permitieron la entrada de las personas que pasaban por la zona para que tomaran lo que quisieran y les repartían del dinero que robaron en el banco y en las propias tiendas. Concluidos los robos de estas tiendas, aterrorizaron a población corriendo por las calles, disparando y emitiendo su grito de guerra de “Viva Villa”.

Durante las cuatro horas que duraron los bandidos cometiendo sus delitos, aterrorizaron a la población de Cananea, escapando a las 4:30 a.m. y huyendo en grupos que tomaron diferentes direcciones, pero después se supo que el cabecilla con un grupo huyó hacia el suroeste, rumbo a Los Nogales cabalgando por el Paso de El Capote, frente a la mina del mismo nombre, en las estribaciones de la Sierra de Cananea, aunque el destino final era la Sierra Azul, ubicada más al sur y que se conocía como refugio de bandidos por lo accidentado del terreno. En la Figura 1 se muestra la localización de la Sierra Azul, al sur Cananea.

Figura 1.- Localización de la Sierra Azul (Imagen: Google Earth).

Una parte del botín robado, principalmente de las tiendas, fue recuperado ese mismo día y las personas en cuya posesión se encontraron los artículos sustraídos fueron puestos bajo arresto. Varios de los arrestados eran mujeres y niños. Los hombres liberados de la cárcel afirmaron haber reconocido al menos tres de los ladrones como gente de Cananea, por lo que las autoridades creían que todos eran hombres de la localidad. Por la mañana hubo rumores de que el presidente municipal Florentino Rocha había sido secuestrado, sin embargo, después se confirmó que estos eran sin fundamento. También se confirmó que no hubo violencia contra estadounidenses ni contra otros extranjeros.

Ya por la tarde, en el recuento de los daños, la lista de muertos quedó en 5, incluyendo el comandante de la policía. Según versión del cajero Almada, se calculó que la cantidad robada del banco ascendía a 22,000 dólares americanos y destrozaron el banco por dentro; por otra parte, se dijo que la tienda La Francesa fue despojada de mercancías por un valor de $5000, mientras que en las otras tiendas el botín robado ascendía a varios miles de dólares en diversas mercancías y joyería, 5 sillas de montar y 4 caballos fueron sustraídos del corralón. También se supo que habían robado 30 rifles 30-30 y 4,000 cartuchos, aunque no se dijo de donde habían sido sustraídas estas armas, pero es probable que hayan sido robadas a la policía. Se notificó, también, que el total de presos liberados se incrementó a cuarenta y se menciona que fueron liberados de dos cárceles, sin especificar cuantos fueron liberados de cada una ellas.

Este evento delictivo fue una total sorpresa para Cananea y prevaleció mucha excitación durante todo el día en la ciudad. Los habitantes de Cananea estuvieron bajo una fuerte impresión y creían que ese evento fue organizado con el propósito de rescatar de la cárcel al Mayor Aguirre, hermano del Tte. Col. Jesus M. Aguirre del ejército de Carranza, que había sido detenido el cinco de mayo por matar a un policía y un civil. La investigación de las circunstancias que rodearon la incursión repentina de la banda de asaltantes ocupaba buena parte de la atención de las autoridades municipales.

Por otra parte, durante el transcurso del día, el presidente municipal estuvo tomando medidas de protección, pero tenía pocos fusiles y casi no había municiones, por lo que también estuvo enviando mensajes a Agua Prieta, Nogales y Hermosillo pidiendo ayuda e instaba a que la asistencia se le enviara rápido, ya que estaban temerosos de que se repitiera esa noche otra incursión de los bandidos. El capitán Tato, comandante de la guarnición de Agua Prieta, no decidía que hacer y estaba en espera de órdenes del cuartel general militar en Hermosillo, ya que su fuerza se componía de aproximadamente 50 gendarmes o guardias fiscales, no habiendo soldados regulares en la ciudad.

Por la noche de este viernes negro, con la noticia de que venía un tren con soldados de Nogales y otro que venía recogiendo militares de diferentes partes del sur de Cananea; además, con la formación de una guardia local, la sensación de miedo que prevaleció durante todo el día, se disipó en gran medida; por otra parte, desde que salieron los bandidos de Cananea en la madrugada, ya no se supo nada de ellos durante ese día.

Sábado 10 de mayo de 1919.- Durante la madrugada del sábado el Gral. Carlos Plank, comandante de las fuerzas de la Gendarmería de Sonora, llegó a Cananea con un fuerte comando preparado para seguir la pista de los bandidos. El Gral. Miguel Piña (Gobernador Interino de Sonora en ausencia del Gral. Plutarco Elías Calles desde el 8 de mayo) estaba haciendo todos los esfuerzos posibles para llevar a cabo la detención y castigar a los asaltantes. Esta información fue recibida esa noche por el cónsul de Estados Unidos F. E. Dyer en Nogales, Sonora por comunicación del propio Gral. Piña, quien se encontraba en Hermosillo. Ese mismo día el Gral. Plank, ya al mando de la plaza de Cananea, se dirigió al campo con rumbo a la Sierra Azul en un esfuerzo por capturar a los bandidos.

Domingo 11 de mayo de 1919.- Cinco miembros de los 22 de la banda de delincuentes fueron capturados por los 300 guardias rurales de caballería irregular bajo el mando del Gral. Plank y fueron ejecutados inmediatamente (no fue confirmado oficialmente). El Gral. Plank siguió en el campo y se informó que continuó recorriendo el distrito minuciosamente, donde se creía que los bandidos estaban refugiados.

Lunes 12 de mayo de 1919.- Como medida de precaución, tropas de la Primera Caballería de Estados Unidos bajo el mando del Mayor Wilson Heaton, fueron enviados al Rancho San Bernardino, localizado unas 16 millas al este de Douglas con el objetivo de fortalecer la patrulla fronteriza; así mismo, también fueron fortalecidas otras patrullas fronterizas al oeste de Douglas. La orden fue dada por el Gral. Brigadier Howard R. Hickok, al mando del Distrito Militar de Arizona. Este fortalecimiento de la frontera se hizo como precaución, ya que había muchos rumores de insurrección en Sonora y al menos que los rurales atraparan a los bandidos, existía la posibilidad de que estos incursionaran en otros campos mineros y/o en la frontera, realizando lo mismo que hicieron en Cananea. El Gobierno de Sonora reportó que estaba tomando medidas precautorias mediante el envío de pequeños cuerpos de soldados a los campos mineros y a las ciudades fronterizas del norte de Sonora con la intención de cooperar con las autoridades municipales por si era necesario repeler ataques de los bandidos.

Miércoles 14 de mayo de 1919.- Los bandidos tuvieron un enfrentamiento con tropas federales al mando del Mayor Meza y fueron derrotados. La Embajada de México en Washington fue informada por el Gral. Miguel Piña, Gobernador de Sonora, quien dijo que los bandidos fueron derrotados dejando varias personas muertas y heridas y algunos caballos (Es probable que este evento se refiera al mismo evento del 11 de mayo). Después de este enfrentamiento la huida de los forajidos se hizo muy difícil por lo que optaron por dividirse en grupos, buscando salir de la zona de peligro y facilitar la huida. Una fracción de la banda de alrededor de una docena llegó a los ranchos La Leoncita y Rincón de los Burros de la Greene-Cananea Cattle Company el miércoles por la noche, tomando sin violencia varios caballos y todas las armas de fuego, para posteriormente cabalgar al sureste de Naco.

Jueves 15 de mayo de 1919.- Dos miembros de la banda llegaron a un rancho cerca de la mina El Tigre, unas 95 km al sureste de Agua Prieta, donde descansaron por un corto tiempo y luego de obligar al ranchero a que les cambiara los caballos, dejaron el rancho con dirección al Paso de El Púlpito (Figura 2) con rumbo a Chihuahua. Se dice que los asaltantes han estado saliendo en pequeños grupos por este paso de la sierra, con rumbo de Chihuahua, con las probables intenciones de unirse a las fuerzas villistas que allá operan. Se informa también, que otro miembro que había cruzado la frontera internacional a corta distancia al oeste de Douglas. 

Figura 2.- Localización del Paso de El Púlpito (Imagen: Google Earth).
Viernes 16 de mayo de 1919.- Se informa que algunos de los bandidos se dirigen a la frontera internacional con la aparente intención de cruzar a Estados Unidos por el Paso de Ananvacachi (Figura 3), ubicado a medio camino entre Naco y Agua Prieta. Los militares de Naco, Sonora, así como los de Naco, Arizona, donde se encontraban estacionadas tropas de la Décima Unidad de Caballería de Estados Unidos, fueron advertidos de que tomaran las debidas precauciones para evitar el cruce, en caso de intentarse.

Figura 3.- Localización del Paso de Ananvacachi (Imagen: Google Earth).
Domingo 18 de mayo de 1919.- Tratando de cruzar la frontera internacional de Agua Prieta a Douglas, fueron capturados dos miembro de la banda, uno de nombre Alberto Alcázar o Jesús Castro Bracamontes (se dice que usaba varios alias, pero que Alberto Alcázar era su verdadero nombre), quien supuestamente era uno de los sub-jefes de la banda de forajidos y que fue atrapado junto con el Tte. José Antonio Flores, ex-miembro del ejército de Maytorena. Alcázar inicialmente se negó a hacer una confesión, pero probablemente un día después de su detección, fue interrogado por T. B. Grace, un agente viajero (comerciante) -sic- que llegó a Douglas proveniente de Cananea, admitiendo que si había tomado parte en el asalto.

Foto 5.- Alberto Alcazar alias Jesús Castro
colgado en el Puente de Arco.
Miércoles 21 de mayo de 1919.- Reconocido por un buen número de personas de Cananea como uno de los miembros de la pandilla de bandidos que aterrorizaron a la ciudad el 9 de mayo, Alberto Alcázar o Jesús Castro fue colgado (Foto 5) esa madrugada enfrente del Hotel Alejandría, en el Puente de Arco de la Av. Juárez en Cananea, por los guardias rurales al mando del Gral. Carlos Plank. En la persona de Alcázar fueron encontrados más de $800 en oro y joyas que fueron identificadas por los comerciantes de Cananea como parte de lo tomado de las tiendas asaltadas. El Tte. Antonio Flores cuando estaba a punto de ser ahorcado, se dice que rogó por su vida, con la promesa de que revelaría a los oficiales el escondite donde se encontraba la mayor parte del botín robado al Banco de Cananea y el botín tomado de las cuatro tiendas (probablemente mentía para salvar su vida). Fue indultado temporalmente, pero se decía que probablemente sería ahorcado pocos días después, sin embargo, no se supo si esto último se cumplió, al menos no se encontró evidencia. Otra versión dice que Flores no fue acusado de haber participado en el asalto, se dijo que fue uno de los liberados de la cárcel por los bandidos durante la incursión en Cananea y que él se encontraba en la Cárcel de Cananea acusado, desde nueve meses antes, del asesinato de una persona en Naco, Sonora.

Miércoles 23 de mayo de 1919.- Las autoridades declararon que cada vez se estaban acercándose más a la identificación de todos los bandidos, ya que han estado arrestando a varias personas que se cree pertenecen a la banda de forajidos. Declararon que las pistas las obtuvieron de la ropa vieja que dejaron los bandidos cuando se cambiaron en una de las tiendas que robaron, ya que en los bolsillos de esa ropa se encontraron 60 discos metálicos de identificación emitidos por la Cananea Consolidated Copper Company y los números de los discos establecen la identidad de los empleados y que los sombreros que dejaron llevaban la marca de una tienda local, por lo que las autoridades concluyeron que se trataba, principalmente, de gente de la localidad,. Declararon, también, haber obtenido de los sospechosos detenidos, una larga lista de nombres implicados y algunos de ellos dijeron que se reunieron en un campamento en la Sierra Azul, con mucha comida y bien armados.

Sábado 7 de junio de 1919.- Después de que la banda de asaltantes se separó a mediados de mayo, Toribio Caballero, con la intención de llegar a la frontera iba rumbo a Agua Prieta, cuando cerca del rancho La Morita (Figura 4, localizado unos 13.5 km al sureste de Naco y a unos 25 km de Agua Prieta) pierde su caballo, ocultó su botín y llegó al rancho solicitando trabajo, mismo que se le concedió. Otra versión dice que Toribio Caballero iba acompañado por Victor Moreno y que este, una noche le robó el botín y huyó, que Caballero al verse solo y sin dinero llegó al rancho solicitando trabajo. En este rancho trabajó hasta que fue reconocido y detenido el sábado 7 de junio. Una pistola encontrada en su posesión fue identificada como propiedad del comandante de la policía de Cananea y confesó que él personalmente lo había matado. Se dice que también facilitó a los rurales una lista parcial de sus seguidores en el asalto y como resultado se hicieron algunos arrestos, pero no se menciona si fue recuperado parte del botín robado en el asalto. Ya por la noche, Cananea tuvo un sobresalto cuando se informó que diez jinetes armados habían aparecido en el Ojo de Agua y después de varios disparos al aire, los jinetes declararon su intención de ir a Cananea para rescatar a Caballero y partieron sin hacer daño al personal ni a las instalaciones de la planta de bombeo. Cuando la noticia llegó a Cananea, la guardia local se puso en alerta y patrullaron las calles durante toda la noche. Como no se dio explicación alguna a la población, el rumor de que una partida villista había sido descubierta o que iba a ocurrir otra incursión de bandidos, tuvo muy sobresaltada a la población.

Figura 4.- Localización del Rancho La Morita (Imagen: Google Earth).
Lunes 9 de junio de 1919.- La noche del sábado y todo el domingo pasaron en calma, sin embargo, la primera impresión de lo que estaba sucediendo lo tuvo la población cuando se encontró la madrugada del lunes el cuerpo de Toribio Caballero colgando en el Puente de Arco, que había sido ahorcado, sin previo juicio, a las 4:00 a.m. por el Cap. Leyva, jefe de la Guarnición de la Plaza, por órdenes del Gral. Plank. Hay otra versión que dice que fue colgado de un poste de teléfono en el sector comercial de Cananea casi directamente enfrente del Banco de Cananea, aunque esto no parece tener bases. En la Foto 6 se observa el supuesto cuerpo de Toribio Caballero colgando en el Puente de Arco de la Av. Juárez y Calle Primera.

Foto 6.- Toribio Caballero ahorcado en el Puente de Arco.
Martes 10 de junio de 1919.- Otros dos presuntos miembros de la banda de bandidos que asaltaron Cananea fueron atrapados el martes 10 de junio en Naco, Sonora. De acuerdo con la historia contada, los dos hombres robaron a un chino en Agua Prieta el domingo 8 de junio, a quien despojaron de cierta cantidad de ropa y luego se fueron a Naco, a donde fueron seguidos por el chino quien los denunció, siendo detenidos dos días después y llevados a Agua Prieta. Se dijo que las autoridades mexicanas tenían pruebas de la conexión de los dos hombres con el asalto al Banco de Cananea, y si este es el caso, se suponía que deberían correr la misma suerte que los bandidos atrapados anteriormente. Ambos bandidos se encuentran en la cárcel en Agua Prieta en espera de traslado a Cananea para ser juzgados allí. Los bandidos responden a los nombres de Jesús Sáenz y Alberto Zital, este último dijo que es hermano del primer bandido ahorcado en Cananea enfrente del Hotel Alexandria, en el Puente de Arco, sin embargo, esto último no se confirmó, ni se supo que paso con ellos.

Domingo 17 de agosto de 1919.- El domingo 17 de agosto de Cumpas, Sonora llegó la noticia de la muerte de José Casillas, quien se dice había sido uno de los miembros de la banda de bandidos que el 9 de mayo robaron el Banco de Cananea. Su nombre había sido relacionado con el asalto y tras la reciente llegada de oficiales a Cumpas, se estableció  por completo su identidad. Cuando se le quiso aprehender y se le exigió su rendición, se resistió al arresto y fue acribillado por los oficiales.

Comentarios adicionales.- Además de las pérdidas económicas del banco y de las tiendas asaltadas, los daños causados a sus instalaciones y del impacto emocional en la población que dejó el asalto, tanto las autoridades locales como los dueños del banco y los empresarios, estaban preocupados porque el robo podría ser signo de un radicalismo creciente entre los cananenses, ya que durante la reciente campaña política que hubo, se habían hecho discursos comunistas, llamando a la socialización de la propiedad privada y podrían haber fomentado el robo del banco y el saqueo de las tiendas, y haber influido en la reacción pública sobre los mismos. Sin embargo, la prueba más palpable sobre los motivos, fue una nota que dejaron los ladrones, donde se decía que era "por el apoyo de la causa de Beltrán", el coronel villista Jesús Beltrán que habían robado el banco en noviembre de 1915, cuando Villa llegó a Cananea luego de ser derrotado en Agua Prieta, de hecho, los funcionarios de la empresa creían que algunos de los hombres que acompañaban a Beltrán en 1915, habían estado involucrados también en esta ocasión, aunque también hubo versiones de que los ladrones no eran villistas o beltranistas, porque hacía tiempo que no se tenía conocimiento de que operaban en la región; como sea, la mención de Beltrán, fue lo que realmente hizo que el Gobierno Constitucionalista enviara trescientos rurales a Cananea para perseguir y atrapar a los ladrones, que después de los eventos, en Cananea permanecieron 50 rurales casi permanentemente, previendo ataques futuros.

BIBLIOGRAFÍA
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2.- Hage Almada, Basilio.- La Escuela de Mi Vida. Memorias. 2011. pp 74.
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HEMEROGRAFÍA
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FOTOS
Fotos 1 a 3 y 5.- Tomadas de Internet
Fotos 4.- Copia del archivo de Francisco Villavicencio
Foto 6.- Tomada de Ballesteros Sosa, Julio.- La Cananea, La Ciudad del Cobre. Tomo II. 2003.








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